Peugeot 5008 (2010) | Impresiones del interior
Los 4,50 metros que mide de largo el Peugeot 5008 están bien aprovechados. Se puede utilizar como coche familiar para cinco ocupantes y queda un maletero grande para el equipaje de los mismos (imagen). O para transportar a siete personas, renunciando en este caso a que la capacidad de carga sea la necesaria para un viaje de vacaciones. Como los dos asientos opcionales de la tercera fila son individuales, si sólo se necesitan seis plazas, uno de los dos de la tercera fila se puede plegar bajo el piso, con lo que se gana algo de maletero pero habrá que asegurar la carga de algún modo para que no pueda golpear a ninguno de los pasajeros.
El espacio para lo ocupantes de la segunda fila es suficiente para que viajen con comodidad dos adultos y un niño o una tercera persona poco corpulenta. Hay altura de sobra para que personas de hasta 1,80-1,85 m se encuentren a gusto. Los tres asientos son idénticos (imagen) y tienen anclajes Isofix y uno para el «Top Tether» (imagen), por lo que es posible llevar una sillita infantil en cualquiera de ellos (el mejor desde el punto de vista de la seguridad es el central; imagen) o instalar hasta tres sillitas. El cinturón de la plaza central sale del techo.
El acceso a la tercera fila es mejor que en otros monovolúmenes de este tipo por el mecanismo que Peugeot ha diseñado para pasar a esa última fila: al levantar un tirador que hay en el respaldo de los asientos laterales de la segunda fila, la banqueta se levanta de delante y bascula hasta ponerse paralela y pegada al respaldo (imagen). Después, es suficiente con desplazar el conjunto hacia delante para que quede un vano de acceso razonablemente grande. Una persona poco ágil posiblemente tenga problemas para entrar y sentarse en la tercera fila; para un niño será una tarea sencilla. Por la altura disponible, hay sitio suficiente para alguien de hasta 1,75 m de estatura.
Si Peugeot hubiese combinado este sistema con uno de puertas correderas (como las del Ford Grand C-Max o el Mazda5), el resultado habría sido sobresaliente ya que ese tipo de apertura permite dejar un vano de acceso mucho más amplio, además de facilitar la entrada y salida del habitáculo cuando el coche está aparcado en un lugar estrecho.
Con la configuración de cinco plazas, el volumen del maletero varía entre 579 y 679 litros, en función de cómo estén colocados los asientos de la segunda fila, ya que se pueden deslizar horizontalmente unos 130 mm (imagen). El respaldo del asiento del pasajero delantero puede abatirse (imagen) para introducir objetos de hasta 2,76 m de largo. Si no se adquieren los dos asientos adicionales, en su lugar, bajo el piso del maletero, hay un espacio de carga adicional de 60 litros (imagen). Ese hueco es el que ocupan si se tienen y están plegados.
El portón es muy grande pero no es necesario hacer mucha fuerza para bajarlo. De todos modos Peugeot no ha previsto un sistema de apertura y cierre automáticos. El borde de carga está a 60 centímetros del suelo que no es mucho, 4 más que en un Renault Grand Scénic y 7 menos que un Grand C-Max.
El maletero tiene argollas para sujetar una red, ganchos para colgar unas bolsas y una linterna recargable (imagen). Si se están utilizando las siete plazas, hay un alojamiento para colocar la bandeja trasera enrollable. Tras los asientos de la primera (imagen) y segunda fila, en el techo, hay un anclaje para colocar una red de separación entre el espacio habitable y el de carga.
El puesto de conducción es bueno. El asiento está colocado en una posición elevada respecto a la calzada, aunque en relación al volante es similar a un turismo si se tiene en cuenta el ángulo de ese mando —Peugeot asegura que es el mismo que en un 308 (24,8º)—. El diseño de la consola, tan prominente, hace que conductor y pasajero se sientan algo encajonados.
Las plazas de la segunda y tercera fila pueden tener cortinillas para las ventanillas —quedan guardadas en la parte interna de las puertas— para que el sol no moleste a los pasajeros. Además, en las de la segunda fila hay unos mandos para regular el caudal de aire del sistema de climatización en cinco niveles —no la temperatura— y unas mesitas (imagen).
Además, debajo los pies de los pasajeros de la segunda fila hay dos cajones —uno si se elige la opción del equipo de sonido «HiFi JBL», ya que el amplificador inutiliza el otro—. Peugeot afirma que, en total, los huecos repartidos por el habitáculo para dejar pequeños objetos suman unos 48 litros.
A pesar de este volumen se echa en falta una guantera más grande; la que tiene no lo es y además sus formas son muy irregulares (imagen). También carece de portabebidas en todas las plazas (no es posible llevar una lata de refresco abierta). El cajón que hay entre los asientos delanteros está refrigerado, es muy grande —10,5 litros de capacidad — y profundo; tiene una pequeña repisa en la que cabe un móvil pequeño y un hueco inclinado en el que caben unas botellas pequeñas (imagen). A pesar de ello, en general hay que amontonar las cosas en su interior por lo que no resulta del todo práctico. En el salpicadero hay un pequeño hueco con espacio para un mando de garaje.
Las piezas plateadas o cromadas que decoran el salpicadero producen reflejos según incida la luz de sol. También crea reflejos el plástico transparente que cubre los dos indicadores principales de la instrumentación. Y una tercera fuente de reflejos es el plástico del salpicadero. En este sentido el 5008 no es un coche bien resuelto. En las dos unidades que hemos tenido, el embellecedor que hace de carril para la palanca de cambios se movía al desplazar la palanca y había alguna pieza mal sujeta. Salvo por estos detalles, en general los ajustes son correctos.
El techo panorámico de cristal —opción que agradará a los más pequeños de la casa y posiblemente a los mayores— permite que entre mucha luz al habitáculo. En los días calurosos es imprescindible colocar la persianilla (hay un botón en el salpicadero para manipularla) para intentar evitar que el habitáculo no se caliente mucho, algo ya de por sí difícil debido a la gran superficie acristalada, y en particular por el tamaño y posición del parabrisas.
El dispositivo de información proyectada («Head-up Display») muestra algunas informaciones en una lámina traslúcida de policarbonato (imagen) que hay sobre el salpicadero, detrás del cuadro de instrumentos —se abate si se desconecta el sistema con el pulsador que hay en la consola central—. Se visualiza la velocidad a la que se circula, la seleccionada en el programador de velocidad y la información del «Distance Alert» (sistema de protección previa a la colisión); en las versiones con navegador se echa en falta que muestre la siguiente instrucción. Dejando a un lado que pueda parecer una solución menos elegante que los que directamente la proyectan sobre el parabrisas, el resultado me parece casi idéntico en lo referente a visibilidad salvo porque esa pieza de plástico se refleja en ocasiones sobre el parabrisas.