Peugeot 307 3p 2.0 HDi 90 (2001) | Detalles de la carrocería
Además de ser innovadora por forma, la carrocería del 307 tiene algunos buenos detalles.
El número, forma y tamaño de los huecos alrededor del conductor son apropiados para vaciarse los bolsillos y para llevar guardadas cosas como mapas, documentación, pañuelos y lo que cada uno crea conveniente. Destaca el tamaño de la guantera (17,5 l) que, además, está refrigerada. Tiene un cómodo portamonedas central y una papelera para los ocupantes de las plazas traseras.
Con el mando a distancia se puede cerrar las ventanillas y el techo corredizo (pero no abrir). Tiene dos niveles de cierre; uno, que es el que se conecta siempre, con el que quedan inutilizados los tiradores de las puertas (interiores y exteriores); el otro, dando un segundo toque al mando, no inutiliza los tiradores (y hace sonar la bocina). También en la versión XS es de serie el sistema antipinzamiento de los elevalunas; es el que mejor funciona de los que he visto últimamente.
El sistema de conexión automática de luces sirve también para ver si hace falta dejarlas encendidas tras salir del coche (cuando está oscuro).
El maletero tiene un mando eléctrico muy cómodo. A diferencia de otros coches, se puede abrir con el motor en marcha, pero se cierra automáticamente a partir de 10 km/h y permanece cerrado hasta que se abre una puerta.
Una cosa que no está tan bien pensada es que hace falta levantar la banqueta de los asientos traseros para abatir el respaldo («riesgo de deterioro» si no se hace así, según el manual).
El acabado es normal. Hay cosas de buena calidad, como unos tiradores metálicos para las puertas (coches mucho más caros los llevan de plástico), junto con elementos de plástico cromado con mal aspecto, como el pomo del cambio o el mando para mover los aireadores. Las argollas para sujetar la red del maletero están pintadas en lugar de cromadas, no tiene muelles para sujetar el capó (es de aluminio y pesa poco, pero la varilla es incómoda) y el reposacabezas activo se mueve.
Otra cosa que no me gusta, ni en este coche ni en ninguno de los que lo lleva, es la conexión automática de los intermitentes de emergencia en caso de fuerte frenada. A veces puede crear una alarma innecesaria y hasta peligrosa en los que circulan detrás.
Según la documentación, algunos elementos interiores están hechos para facilitar el desmontaje, mediante unas fijaciones que Peugeot llama «plasti-remache». No sé si será ese tipo de fijación el que hay para la pantalla central del salpicadero, pero en nuestra unidad nos hemos quedado con ella en la mano después de tirar un poco. Eso es una anécdota, porque esa parte del coche no se toca. El problema es que hemos tirado del asa interior para cerrar el portón, y también se ha soltado (y ha quedado a la vista algo con pinta de llamarse «plasti-remache»). Es posible que sean problemas de las primeras unidades fabricadas, que se solucionarán posteriormente.