Peugeot 207 (2009) | Impresiones de conducción
El Peugeot 207 es un coche estable y ágil. Entra muy bien en las curvas y responde con precisión a los movimientos del volante. El control de estabilidad, de serie en todas las versiones, funciona eficazmente aunque se activa más bien pronto. La dirección tiene buen tacto.
En cualquier versión, la suspensión es más dura que blanda —la carrocería no se balancea en exceso ni tiene movimientos muy amplios—. El 207 no es tan cómodo como un Renault Clio, pero puede ser una opción recomendable para aquellos que valoren mucho un cierto tacto deportivo.
El habitáculo está bien aislado de los ruidos de rodadura. No hay ruidos aerodinámicos molestos. Los motores están bien aislados, aunque los Diesel —que son muy suaves y vibran poco— y el de gasolina 1.6 VTi de 120 CV se hacen muy patentes en el interior cuando giran a un régimen elevado.
1.6 HDi de 90 CV
El 207 con el motor Diesel de 90 CV, sustituido por uno de 92 CV en abril de 2010, tiene un equilibrio muy bueno entre prestaciones, consumo y agrado de uso en ciudad. No sucede lo mismo con el 1.4 HDi de 68 CV, que tienen una potencia escasa para el peso del coche (1.243 kg). Ambos tienen un consumo medio homologado idéntico (4,3 l/100 km) —el 1.6 HDi de 92 CV gasta 4.2 l/100 km—.
Sin llegar a ser molesto, el 1.6 HDi de 90 CV es algo ruidoso en frío. Cuando el motor está caliente, el sonido es perceptible sobre todo en las aceleraciones fuertes. A velocidad constante, no suena demasiado.
Por sonoridad, el motor 1.5 dCi de 86 CV que lleva el Renault Clio nos parece mejor. Por suavidad de funcionamiento, este motor, o el 1.4 D-4D de 90 CV del Toyota Yaris, son un poco mejores. Un Ford Fiesta con el motor 1.6 TDCi de 90 CV es más ruidoso.
Según nuestras mediciones, el 207 1.6 HDi de 90 CV acelera ligeramente más rápido que el Fiesta y el Yaris, ambos con los motores Diesel de 90 CV (tabla de prestaciones).
Esta versión gasta muy poco combustible y no es especialmente sensible al estilo de conducción. Por ciudad, es fácil que no llegue a alcanzar 7,0 l/100 km. Por autovía, circulando a la velocidad máxima permitida, gasta 5,6 l/100 km, según nuestro recorrido de consumo. Es una cifra baja. La versión «99 gramos» gasta aún menos combustible (más información).
En parte, gasta poco combustible porque tiene un desarrollo largo en quinta velocidad —alcanza la velocidad máxima por debajo del régimen de potencia máxima—, que hace que el motor generalmente funcione a un régimen bajo. Aún con esta quinta larga, el motor puede dar una aceleración suficiente para afrontar desniveles sin perder velocidad. Un Ford Fiesta TDCi de 90 CV tiene más capacidad de reacción en quinta velocidad —su desarrollo es más corto— a costa de un consumo mayor.
1.6 VTi de 120 CV
Hemos podido tener una pequeña toma de contacto con el motor de gasolina de 120 CV, el mismo que lleva el MINI Cooper, aunque en el 207 con carrocería familiar («SW»). Como en el MINI, es necesario usar el cambio de marchas y llevar el motor a un régimen alto para que el coche se mueva con agilidad. Aunque el motor sube de régimen con rapidez y suavidad, la respuesta a bajo y medio régimen no es contundente.
Llevar el motor a un régimen alto, siempre que se necesita obtener una respuesta rápida, penaliza la sonoridad y el consumo. Además, como en el MINI Cooper, el ruido de este motor es más elevado de lo normal. No obstante, es un motor más suave y ligeramente menos ruidoso que el 1.6 HDi de 109 CV, que en abril de 2010 fue reemplazado por un 1.6 HDi de 112 CV.
1.6 THP de 150 CV
El Peugeot 207 GT 1.6 THP 150 CV es la versión más deportiva de la gama, después de la desaparición del «RC» —en España sólo estuvo disponible bajo pedido y únicamente hasta que se dejo de vender en Francia, en los primeros meses de 2010—. Desde abril de 2010, el motor 1.6 THP 150 CV ha sido sustituido por un 1.6 THP de 156 CV.
La dureza de la suspensión de esta versión es mayor que en el resto de la gama. Su estabilidad también es superior (más impresiones de conducción). Es un coche suave en una utilización normal. El motor tiene fuerza a casi cualquier régimen. Si se lleva hasta su límite, da una aceleración grande. Responde bien cuando se acelera en marchas largas, pero si cae por debajo de unas 2.000 rpm no tiene mucha fuerza y aparecen algunas vibraciones.
Como ocurre con frecuencia, a igualdad de potencia los coches que tienen motor con turbocompresor dan unas prestaciones más rápidas que los coches con motor atmosférico. Así, el 207 GT 1.6 THP 150 CV es claramente más rápido que un Ford Fiesta ST y prácticamente igual de veloz que un Volkswagen Polo GTI o un SEAT Ibiza FR (tabla de prestaciones).
Aunque el dato de consumo medio homologado es bajo (7,0 l/100 km), en nuestros recorridos habituales el 207 THP 150 CV ha gastado más de lo que cabe esperar de un coche con ese gasto de combustible homologado —tampoco consume mucho teniendo en cuenta la reserva de aceleración que tiene en todo momento—.
En ciertas circunstancias, el gasto de carburante podría ser más bajo si tuviera una quinta marcha más larga, o mejor, una caja de cambios de seis relaciones con un desarrollo de transmisión largo, como sí lleva el nuevo 1.6 THP de 156 CV.
Para hacer una media de 120 km/h, la mitad del recorrido por autopista y la otra mitad por carretera secundarias muy rápidas, a un ritmo sostenido y con apenas tráfico, el consumo ha sido de 8,9 l/100 km. En unas condiciones similares pero con algo más de carretera secundaria —pero siempre rápida y en muy buenas condiciones—, gastó 8,5 l/100 km a una media de 114 km/h.
En ciudad, el consumo del THP de 150 CV puede bajar de 10 l/100 km siempre que el tráfico no sea muy denso. Las indicaciones del ordenador de viaje han estado entre 0,3 y 0,5 l/100 km por debajo del consumo real.