Opel Zafira 1.9 CDTi 8v 120 CV (2005) | Cómodo de suspensión y muy seguro
La suspensión del Zafira hace que sea cómodo en casi toda circunstancia. Las inclinaciones en las curvas son relativamente suaves; el movimiento de cabeceo y balanceo, al acelerar o frenar, también lo es; la tendencia de la carrocería a separarse del suelo en los rasantes no provoca sacudidas a los pasajeros (hasta cierto punto). No es una suspensión tan blanda que pueda marear (el característico mareo de barco, cuando se mueven con una frecuencia menor de 1 Hz). Los baches y otras irregularidades que provocan rápidas sacudidas en las ruedas están bien filtrados; se notan, pero menos que en otros coches de este tipo.
Esta capacidad para absorber baches, junto con una suspensión bien diseñada y fabricada, hace que el Zafira tenga una capacidad notable para mantener la trayectoria en carreteras rápidas cuando el suelo es irregular. En condiciones en las que otros monovolúmenes se moverían más o menos, el Zafira no tiene movimientos de la carrocería que pueden restar confianza o inducir alguna desviación de la trayectoria.
Puede tener una tecla «Sport» que modifica la dureza de los amortiguadores, la asistencia de la dirección, el tacto del acelerador y, si lo tiene, la rapidez del cambio automático. La unidad que hemos probado no tenía esta opción que, necesariamente, requiere también la opción de suspensión deportiva.
No he conducido un Zafira con esta opción pero me parece que, para la mayoría de los usuarios y en condiciones normales, la suspensión que tiene este Zafira es adecuada. Su estabilidad y sus reacciones son las de un monovolumen normal; es decir, es menos ágil que —por ejemplo— un Astra familiar. Esa falta de agilidad relativa se aprecia en que hay un retardo entre las acciones del conductor y las reacciones del coche. Puede dar la sensación de que, comparado con un Astra, el Zafira tiene una columna de dirección elástica: hay que retorcerla un poco antes de que transmita movimiento a las ruedas.
Eso es completamente normal en un monovolumen. En este sentido, el Zafira me parece que es más ágil que un Renault Mégane Scénic o un Nissan Almera Tino, pero no tanto como un Ford Focus C-Max o un SEAT Altea. Pese a esa forma de responder al volante, el agarre de un Zafira no es deficiente, al menos, con las ruedas con que lo hemos probado (225/45 17 con neumáticos Continental ContiSport Contact 2). En ciertas circunstancias, también es más fácil de conducir que un Ford Focus C-Max, si ninguno de los dos tiene control de estabilidad. En cualquier situación en la que es preciso hacer un doble cambio de dirección, sobre todo si se desacelera durante esa maniobra, lo posibilidad de que el Zafira sobrevire es menor que la del C-Max.
Opcionalmente puede tener un sistema autonivelante en la suspensión trasera, que mantiene la altura determinada independientemente de la carga. Funciona con el movimiento de los amortiguadores, por lo que no acaba de lograr el nivel adecuado hasta después de recorrer unos 3 km (depende de la corrección de altura que sea precisa y del movimiento de los amortiguadores). No hemos podido probar este sistema que, en principio, parece recomendable para quien lleve a menudo a personas adultas en la tercera fila de asientos o para quien instale un remolque (comentario).
Los frenos tienen el aguante normal. No plantean ningún problema en conducción normal, aunque el coche esté cargado y en una pendiente. Si la conducción es más rápida de lo normal y las frenadas se suceden también con frecuencia anormal, entonces sí hay que tener cuidado porque se calientan.
El Zafira no tiene, entre las funciones del control de estabilidad, la que aumenta la asistencia de los frenos cuando el líquido se sobrecalienta. El tacto de los frenos no es bueno; al menos en la unidad que hemos probado, es esponjoso y con un recorrido inicial del pedal con poco mordiente.
El control de estabilidad sólo es desconectable en las versiones que tienen la opción «Sport» (hay que pulsar el botón correspondiente durante más de cuatro segundos). Creo que no tiene ningún sentido que sea desconectable; la estabilidad del coche es buena, el control de estabilidad no estorba en una conducción normal o normalmente rápida. Quien quiera conducir de una manera en la que el control de estabilidad si puede estorbar, es mejor que se apunte a un rally, y para eso el Zafira no es el vehículo más indicado.