Opel Zafira Comfort 2.0 Dti 16v (1999) | Bien en carretera de curvas
A pesar de su elevado peso, el Zafira no es un coche lento en las curvas. No pretendo decir que pueda compararse con ningún turismo "bajo" de su tamaño. No es eso. El Zafira es más lento y menos ágil en curva que el Astra, por comparar con un coche de la misma marca. Pero responde bien. Es dificil que el conductor se sorprenda en una curva por un extraño del Zafira o porque diera la impresión de que se podía pasar más rápido de lo que en realidad permite el coche.
El sistema de control de estabilidad no está disponible en el Zafira turbodiésel. Este dispositivo de seguridad sólo se ofrece con los motores de gasolina 2.2 16V (147 CV) y 1.8 16V (125 CV). Uno puede equivocarse en la entrada de una curva tanto con un Zafira DTI como con cualquier otro coche. Yo no me atrevo a decir que el ESP sea recomendable para todo el mundo. Pero quien sí lo considere imprescindible no puede optar por esta versión del Zafira.
Los frenos resisten bien en bajadas prolongadas. Después de cinco o seis curvas frenando con decisión empiezan a oler (si uno para el coche) y se pierde calidad en el tacto. Es un coche pesado y los frenos también lo acusan. La potencia de frenado, con el equipo fresco, es normal y se sitúa en cifras similares a las de otros modelos de este tamaño.
La dirección electrohidráulica no presenta diferencias apreciables con relación a otros sistemas de dirección habituales. Quizá, pero sólo quizá, se aprecia una fuerza de retorno del volante ligeramente superior a lo habitual. Pero en todo caso, de ser cierta esta apreciación de difícil confirmación, sería por pequeñísimas diferencias. El cambio funciona bien (salvo por la posición de la palanca) y el asiento del conductor resulta confortable. De la dureza adecuada, proporciona además una buena sujeción en curvas.