Opel Signum 2.2 DIG 16V (2003) | Mucho espacio y comodidad para cuatro

26/10/2003 |Enrique Calle

En las plazas traseras del Signum dos personas viajan más cómodas que en un Vectra o en cualquier otra berlina o familiar de tamaño y precio semejante. Si en las plazas traseras van a viajar tres personas habitualmente, un Signum no es una opción recomendable.

En las plazas traseras del Signum, se pueden llevar las piernas muy estiradas y hay mucha altura libre; da una gran sensación de espacio. Atrás es tres centímetros más estrecho que un Vectra de cuatro puertas, pero es una diferencia casi despreciable para las dos personas que pueden viajar atrás cómodamente.

Los asientos son individuales, anchos y, como tienen buena sujeción lateral, el cuerpo no se mueve mucho en las curvas, lo que incrementa la comodidad respecto a un asiento trasero convencional (o de banqueta corrida).

Un elemento opcional, muy recomendable por su utilidad y precio, son las cortinillas para las ventanillas traseras (120 €). Serían perfectas si cubrieran completamente los cristales.

El eventual ocupante central tendrá problemas para viajar con comodidad puesto que su asiento tiene una banqueta estrecha y poco almohadillada, además de una superficie convexa.

También encontrará problemas para abrocharse el cinturón de seguridad. Es de tres puntos de anclaje pero de doble hebilla. Es fácil desarrollar la habilidad necesaria para hacer esta operación con rapidez si el pasajero central es el primero que entra al coche y el primero en ponerse en cinturón. Más problemas tendrá si todas las plazas están ocupadas porque el cuerpo de los otros dos molesta para enganchar correctamente el cinturón en sus dos broches.

En la plaza central, hay un trozo de respaldo que —en nuestra unidad de pruebas y en los coches que conduje en la presentación internacional— era relativamente fácil de desencajar y deja a la vista parte de la estructura metálica del asiento y alguna articulación impregnada con grasa (imagen).

Además de las plazas traseras, lo más llamativo del interior del Signum es la consola que recorre el techo desde las plazas delanteras hasta las traseras.

Tiene cuatro luces de lectura y de mapas, y cuatro cajones individuales con tapa que son útiles para dejar cosas no muy gruesas y que no puedan rodar (para que no se caigan al abrir la tapa), como un teléfono, una pequeña libreta o algo parecido. En los plásticos de estos compartimentos es posible apreciar bordes ásperos, aunque tienen el buen detalle de estar tapizados por su parte interior con tejido.