Opel Meriva (2010) | Impresiones de conducción
El Opel Meriva es un monovolumen cómodo. La suspensión tiene un buen equilibrio entre comodidad y agilidad de respuesta a las solicitudes del conductor. Su suspensión prima la comodidad sobre la facilidad para cambiar de trayectoria, pero aun así es muy agradable de conducir por carreteras de montaña porque el movimiento de la carrocería no molesta mucho a un ritmo vivo.
1.4 Turbo 120 CV
El Meriva que hemos probado lleva el nuevo motor Opel turboalimentado de gasolina, de 1,4 litros de cilindrada y 120 CV. Las cifras de aceleración y recuperación en cuarta y quinta que hemos obtenido con él no se corresponden con un motor de esta potencia. En vista de que era un coche sorprendentemente lento, pedimos otra unidad para volver a medir. El motor de nuestra primera unidad tenía 4.500 km cuando medimos las prestaciones y es posible que estuviera falto de rodaje. Su lentitud no puede achacarse al calor, ya que realizamos las mediciones a unos 18º C. El motor de la segunda unidad tenía más de 9.000 kilómetros (prestaciones).
Especialmente en la primera unidad, no resultaba un motor agradable de utilizar. Su respuesta a menos de 2.000 rpm es perezosa. Al arrancar es necesario acelerar más de lo habitual para evitar que se cale o que dé tirones y, con el coche cargado, en calles empinadas, a poca velocidad, le cuesta avanzar en segunda. La primera es una marcha demasiado corta para circular normalmente, por lo que resulta incómodo. O se circula con el motor muy revolucionado en primera, o se va en segunda más rápido de lo que uno desearía por calles estrechas.
La comparación con el motor 1.4 TSI de 122 del Volkswagen Golf, con el que realizamos la prueba de 100.000 km, nos da una referencia válida en todas las circunstancias posibles. Más parecido es todavía el Golf Plus 1.4 TSI con cambio manual, del que medimos sus prestaciones con la carrocería anterior. Nuestro Golf de 100.000 kilómetros tenía una caja de cambios de 7 relaciones, pero esa circunstancia no influye en el tacto del motor. La diferencia de prestaciones entre uno y otro es muy grande a igualdad de desarrollo.
Una buena idea de la falta de fuerza de este motor la da el dato de su recuperación en quinta. De 80 a 120 km/h en quinta ha empleado 19,9 segundos, 3,6 segundos más que el Golf Plus en sexta. El desarrollo en sexta del Volkswagen es mucho más largo que el desarrollo en quinta del Opel —44,1 km/h a 1.000 rpm el Golf Plus frente a 38,6 del Meriva (ficha técnica comparativa)—. En la segunda unidad que hemos medido el dato de recuperación en quinta ha mejorado más de dos segundos, pero sigue siendo más lento que el Golf Plus en sexta.
El motor tiene una respuesta débil por debajo de 2.000 rpm y no tiene mucha fuerza después de superar las 5.000. Su rango de utilización aprovechable se limita a ese intervalo de régimen y en ningún caso responde con mucha fuerza.
El dato de consumo tampoco es bueno. En nuestro recorrido habitual por autovía, a una velocidad media real de 119, ha gastado 8,7 litros cada 100 kilómetros. No es una cifra altísima, pero se queda claramente por encima del Golf Plus que, con el cambio manual de seis marchas, dio un consumo de 8,1 litros cada 100 kilómetros, en un recorrido que no es exactamente igual pero sí parecido. Con la segunda unidad de Meriva con la misma velocidad media, el consumo fue de 8,4 litros.
1.7 CDTI 100 CV y 125 CV
El Meriva con el motor 1.7 CDTI de 100 CV no tiene fuerza para moverse especialmente a bajas revoluciones. Esto resulta un inconveniente a la hora de moverse en un entorno urbano donde frecuentemente hay que salir desde parado y circular con el motor a un régimen muy bajo. De hecho, si se lleva el coche cargado y se arranca en una cuesta arriba hay que pisar mucho el acelerador para que el coche salga con soltura y rapidez.
En carretera una vez que va lanzado tiene mejor respuesta, pero se requiere cierta anticipación en algunos casos para circular con agilidad. Un claro ejemplo es el adelantamiento. Hay que pisar con tiempo el pedal y hacerlo con ímpetu para que reduzca una o dos marchas y tenga la fuerza necesaria para realizar esta maniobra.
Tiene un consumo más elevado que otros competidores. En ciclo homologado gasta 6,4 l/100 km. Un Skoda Roomster Scout 1.2 TSI 105 CV consume 5,7 l/100 km por 4,9 l/100 km de un SEAT Altea 1.6 TDI CR 105 CV, ambos con cambio automático. Por el momento no hemos podido hacer nuestras mediciones habituales de consumo.
Este motor sólo puede ir en combinación con una caja de cambios automática de seis velocidades. No resulta satisfactoria ya que tarda mucho en cambiar de marcha y tiene tendencia a llevar el motor muy bajo de vueltas aunque se pise mucho el acelerador.
El motor 1.7 CDTI de 130 CV tampoco es un prodigio de fuerza. Da la sensación de ser menos potente de lo que en realidad es. El Meriva con este motor acelera con menos decisión que otros motores de similares características como el Renault Scénic 2.0 dCi de 130 CV o el Volkswagen Touran 2.0 TDI de 140 CV.
También hemos conducido el Meriva Diesel de 95 CV. Aunque no lo hemos hecho con el detenimiento que nos hubiera gustado, nos parece que no será una alternativa interesante, salvo para circular por carreteras muy fáciles y con poca carga.
Todos los Meriva Diesel nos han parecido más bien ruidosos de funcionamiento, sobre todo al circular a una velocidad baja. El de gasolina de 120 CV es mucho más silencioso en esas circunstancias.