Opel Insignia Sports Tourer (2009) | Impresiones del interior
Maletero
El Insignia Sports Tourer tiene una carrocería 78 mm más larga que las versiones de 4 ó 5 puertas (mide 4,91 m) debido al aumento del voladizo trasero. El maletero tiene 540 l. Si los asientos posteriores se abaten hacia delante y se mide hasta el techo, la capacidad aumenta hasta 1 530 l. Se puede aprovechar con seguridad toda esta capacidad de carga porque hay fijaciones en los laterales del techo (imagen) para separar convenientemente el equipaje de los ocupantes.
El maletero del Insignia familiar está en un lugar intermedio en relación al de otros familiares parecidos, todos ellos de menor longitud como se puede ver en la siguiente tabla (ordenada por tamaño exterior de la carrocería):
Marca y modelo | Longitud (metros) | Volumen del maletero (litros) |
SEAT Exeo ST | 4,67 | 442 |
Toyota Avensis Cross Sport | 4,76 | 543 |
Volkswagen Passat Variant | 4,77 | 603 |
Renault Laguna Grand Tour | 4,80 | 508 |
Peugeot 508 SW | 4,81 | 518 |
Citroën C5 Tourer | 4,83 | 505 |
Ford Mondeo Sportbreak | 4,84 | 549 |
Skoda Superb Combi | 4,84 | 633 |
Mercedes-Benz Clase E Estate | 4,89 | 695 |
BMW Serie 5 Touring | 4,91 | 560 |
Opel Insignia Sport Tourer | 4,91 | 540 |
El piso del maletero tiene una forma completamente cuadrada, sin interrupciones. Su profundidad es 102 cm y su anchura de 102 cm. Es ligeramente más profundo que el del Exeo ST y 13 cm más corto que el del Mondeo Sportbreak. También es más ancho que el del SEAT (99-103 cm) pero más estrecho que el Mondeo (114 cm).
La altura hasta la cortinilla que permite cubrir el equipaje es 43 cm. Son 2 cm menos que en el Mondeo (45 cm) y 1 cm más que en el Exeo (41 cm). Un Skoda Superb Combi se desmarca con un maletero mucho más alto (56 cm). La cortinilla se desplaza por unas guías y se recoge automáticamente simplemente empujando su extremo hacia abajo.
Desde el borde del maletero hasta donde acaba el paragolpes hay un borde de unos 15 cm, aparentemente sin utilidad (imagen). Da la impresión de que sirve para alargar «artificialmente» la longitud de la carrocería. El borde de carga está enrasado con el maletero y queda a unos 60 cm del suelo, que no es mucho.
En los laterales del maletero se pueden montar (opcionalmente) dos raíles, uno a cada lado, que sirven para colocar accesorios (una red o una pequeña caja) para organizar la carga de la mejor forma. De serie hay cuatro argollas, una en cada esquina del piso, para sujetar una red.
Bajo el piso está la rueda de repuesto, que para los Opel Insignia Sports Tourer destinados a España, es del mismo tamaño que las otras cuatro aunque con una llanta de chapa en lugar de aluminio (imagen).
El interior del Insignia Sports Tourer es muy parecido al de las versiones de 4 y 5 puertas, salvo por la mayor altura en las plazas posteriores. Un adulto de unos 1,90 m se puede acomodar sin que su cabeza pegue con el tapizado del techo. El acceso al interior también está mejor resuelto en el Insignia de carrocería familiar porque la puerta es más alta y por lo tanto deja un hueco de acceso mayor.
Como los pilotos van alojados en el portón, al abrirlo no se ven. Por ello, las funciones de los intermitentes y de las luces de posición están duplicadas (imagen). Audi utiliza una solución diferente para solventar el mismo problema en el Q5 y el Q7: otro juego de pilotos en el paragolpes.
Puesto de conducción
La postura que se puede conseguir a los mandos del Insignia es muy satisfactoria. Los asientos delanteros son muy buenos. Al menos a mí me han parecido cómodos en desplazamientos largos (tienen relleno de espuma de calidad) y sujetan bien el cuerpo. Los de nuestra unidad de pruebas estaban tapizados en piel («Tapicería de cuero Indiana», imagen) de tacto suave, cálido y muy buen aspecto. He probado esta tapicería con temperaturas elevadas y no me ha parecido especialmente calurosa y transpira bien. El buen funcionamiento del climatizador evita la sudoración excesiva incluso con tiempo muy caluroso pues es capaz de enfriar el habitáculo con rapidez, y una vez alcanzada la temperatura deseada, la mantiene bien.
El volante y los asientos tienen regulaciones amplias con lo cual es posible que el puesto de conducción se adapte a las necesidades de personas con gustos muy distintos. El apoyo para el pie izquierdo es grande y sólido. Si el Insignia lleva cambio manual, para meter la segunda y cuarta marcha hay que llevar el brazo demasiado hacia atrás y cerca del cuerpo. Si se elige cambio automático el conductor tiene más libertad para colocarse a su gusto respecto a los pedales y al volante, porque su posición en relación a la palanca de cambio es poco relevante.
Desde el punto de vista del conductor la visibilidad es mejorable. Los montantes del parabrisas, gruesos y tendidos, molestan mucho al doblar esquinas. En la parte superior del parabrisas, delante del retrovisor (imagen) está el cajetín que aloja la cámara del «Opel Eye» y diversos sensores como el del limpiaparabrisas automático. Es muy voluminosa (no sé si es de menor tamaño en las variantes con el menor equipamiento posible) y en los giros hacia la derecha puede quedar en el campo de visión de los conductores más altos (o de aquellos que sin ser especialmente altos prefieran subirse mucho el asiento).
Una peculiaridad del puesto de conducción es que el ordenador de viaje se maneja girando un anillo que hay en la palanca del intermitente y obliga a soltar la mano del volante. El ordenador de viaje solo almacena datos de un recorrido.
Si se instala el navegador, las funciones más importantes de este dispositivo, del equipo de sonido y del teléfono se gestionan parcialmente con un mando giratorio ubicado entre los asientos (imagen) al estilo del «i-Drive» de BMW o al «MMI» de Audi. En las variantes que no llevan este mando, hay un pequeño hueco para depositar objetos (imagen). Este mando me parece un acierto, porque es fácil manipularlo sin necesidad de desviar la vista de la carretera, pero a diferencia de los mandos de BMW o Audi, el del Insignia no ha servido para reducir el número de botones de la consola.
La consola que utiliza Opel en sus últimos modelos (Insignia, Meriva y Astra) está plagada de botones (imagen). En los primeros coches que la probé me parecía abrumadora y que era difícil encontrar lo que se buscaba. Después de un tiempo de uso me parece más sencilla. No obstante, creo que los usuarios que estén poco acostumbrados a la tecnología y que den valor a la sencillez de manejo no se encontrarán muy cómodos.