Opel Astra 2.2 Dti (1998) | Impresiones de conducción del Astra 5p 2.2 Dti 16V
Por suavidad y ruido, el Astra 2.2 Dti está más cerca del nuevo Vectra que del antiguo, que era más ruidoso y áspero que el actual. Se aprecian pocas vibraciones en el habitáculo y no mucho ruido al acelerar a fondo o cuando se revoluciona mucho el motor.
Tiene una respuesta enérgica, tanto a pocas revoluciones como cerca del régimen de potencia máxima. Por debajo de 1.500 rpm tiene mucha fuerza y sale con firmeza desde parado. Da 280 Nm de par máximo a 1.500 rpm; no hay otro motor de similar potencia que dé el par máximo a un régimen tan bajo.
No pierde tanta fuerza como otros motores turbodiesel a medida que se aproxima al régimen de potencia máxima (4.000 rpm). Es capaz de sobrepasar este régimen de giro por mucho y aún con empuje disponible para finalizar alguna maniobra apurada, si es necesario.
Conduje la versión de tres puertas con acabado Edition. Dada la brevedad de la toma de contacto no saqué muchas conclusiones, pero me pareció que la suspensión no contiene mucho los movimientos verticales de la carrocería, tanto en extensión como en compresión. La versión con acabado Sport, que tiene una suspensión distinta, es más adecuada para quien quiera un Astra con las mejores reacciones posibles. El Sport sólo está disponible en carrocería de tres puertas.