Nissan Primera 2.2 DiC 4p (2002) | Cómodo, estable y suave de reacciones
El Primera 2.2 DiC es 126 kilos más pesado que el gasolina con motor 1.8 de 116 CV de potencia. La mayor parte de este peso recae sobre el eje delantero y se nota en carretera cuando el ritmo es más bien rápido; no hace falta ir de carreras. El Diesel no es tan ágil, ni tiene un tacto de dirección tan preciso y la suspensión se hace más blanda que en el 1.8 (prueba del Nissan Primera 1.8 4p).
Incluso así, el Primera DiC es una opción interesante por seguridad activa, salvo por el hecho de que no puede tener control de estabilidad. En las curvas lentas entra con cierta agilidad en la carretera y es poco sensible a la deceleración brusca en curva. En ocasiones, como frenando un poco antes de que el coche esté completamente apoyado en una curva, es posible obtener un mínimo sobreviraje o deslizamiento; puede haber quien lo aprecie. Siempre, incluso en conducción exigente, me ha sorprendido gratamente las suaves reacciones que tiene.
La suspensión es cómoda y parece bien amortiguada. Cuando pasa por encima de un bache a gran velocidad, ni transmite movimientos rápidos a la carrocería, ni tiene tendencia a rebotar, ni pierde la trayectoria con facilidad.
Tiene el mismo equipo de frenos que el Primera 1,8 litros (discos ventilados de 280 mm delante y macizos de 278 mm en las ruedas traseras). La capacidad máxima de frenada no es grande (obtuvimos 58 metros desde 120 hasta 0 km/h), pero sí es buena la resistencia al calentamiento bajando un puerto de montaña con 34 grados de temperatura ambiente, que fueron las condiciones más exigentes en que los probé. El tacto del pedal de freno es agradable en todo momento.