Nissan Primera 1.8 4p (2002) | Puesto de conducción condicionado por el asiento

20/03/2002 |Juan Manuel Pichardo

El Primera tiene un asiento que será satisfactorio para quienes prefieren ir más bien alto, e incómodo para los demás. Como ocurre en el Fiat Stilo, el ajuste de altura afecta sólo a la banqueta, el respaldo permanece fijo. Si la banqueta está arriba del todo, el contorno del respaldo es más o menos adecuado; si está abajo, hay una zona sobresaliente más o menos a mitad de la espalda, que lo hace incómodo. Yo, que normalmente conduzco lo más cerca del suelo que es posible, he acabado con la banqueta arriba del todo.

El ajuste lumbar tiene una articulación que, si se conduce durante muchas horas, se acaba notando en la espalda. La banqueta tiene un ajuste de altura doble (parte anterior y posterior por separado), de manera que también se puede seleccionar la inclinación. El reposacabezas es de tipo activo, pero no tiene ajuste de inclinación. Casi todos los mandos para variar la posición del asiento están un poco duros y no son muy accesibles, en especial el del apoyo lumbar (con el de altura del volante hay que tener cuidado, porque salta como si tuviera un muelle).

Sigo sin encontrarle utilidad a la instrumentación colocada en el centro, desde el punto de vista de la conducción. Esta no es de las peores, entre otras cosas porque está ligeramente orientada hacia el conductor, pero no me parece preferible a una normal, colocada tras el volante.

La visibilidad de la versión que hemos probado es buena. Lo menos favorable es la visión en tres cuartos hacia atrás, por la forma del montante trasero y la altura del maletero. El marco del parabrisas, que es grueso y está muy inclinado, estorba un poco en las curvas a izquierda más cerradas.

Los retrovisores tienen una forma que puede parecer extraña al principio, pero lo cierto es que, después de acostumbrarse, dan un campo de visión muy amplio (el derecho también tiene un extremo panorámico, que amplia el campo de visión). Esta versión tiene de serie unos faros de xenón, que dan una luz muy buena. También tiene un limpiaparabrisas automático cuyo funcionamiento me ha parecido mejor de lo normal en su rapidez de respuesta.

De serie en la versión Acenta, hay una cámara de televisión situada justo encima de la placa de matrícula trasera. La imagen que recoge esa cámara se ve en el monitor que hay en el salpicadero cuando se engrana la marcha atrás. Me parece que puede ser útil en algunos casos; por ejemplo, para evitar dar con algún objeto que esté demasiado bajo para que se pueda apreciar normalmente. Esta cámara da un ángulo de visión mucho más amplio que el ojo, y por ello las imágenes parecen muy distorsionadas; después de cogerle el tranquillo, vale para acercarse a un objeto plano que esté detrás (una pared u otro coche), pero es difícil calcular las distancias con ella.

En todo caso, no se puede maniobrar fijándose solo en el monitor, hay que girar la cabeza igualmente o guiarse por los retrovisores, entre otras cosas porque la imagen del monitor no recoge las esquinas del coche. Si se da marcha atrás con el volante girado, sonará un golpe antes de que en la pantalla aparezca con qué se ha chocado. Dentro de un garaje oscuro, se ve mejor el monitor si se apagan las luces del coche. La cámara está bien resguardada y no se ensucia con facilidad.

Tiene climatizador automático de serie. Funciona bien, pero no es de esos en los que se selecciona la temperatura y se olvidan; en ciertas circunstancias hay que hacer pequeñas correcciones. Por la forma redondeada que tiene el salpicadero, las salidas de aire centrales quedan demasiado cerca de los pasajeros; la única forma de evitar la corriente que sale de ellas es cerrándolas. Si el conductor va solo no hay problema, porque cierra las dos más próximas y quedan otras dos; si no, el pasajero tiene que colocarse de tal manera que evite la corriente. Cuando hace calor, renunciar a esas salidas de aire implica tener menos control sobre la temperatura interior. Cuando hace frío, por ahí entra aire exterior (frío), lo que también puede ser molesto.