Nissan Micra 1.5dCi (2005) | Un buen puesto de conducción, salvo por la instrumentación
El puesto de conducción es bueno en general pero tiene algunos fallos. El que considero más peligroso, por el riesgo que entraña en caso de un accidente por alcance, es que resulta imposible poner en reposacabezas en la posición adecuada, cerca de la nuca. No tiene ajuste de altura del cinturón ni longitudinal del volante.
A la instrumentación le falta un sistema para tener controlada la temperatura del motor. No tiene termómetro, sino un testigo luminoso que se apaga cuando el refrigerante llega a 50°C; normalmente se considera que el motor está frío a menos de 60°, sea cual sea la temperatura ambiental.
Un detalle que sí me ha gustado de la instrumentación es que tiene dos cuentakilómetros parciales en lugar de uno; los dos tienen un error de un cinco por ciento en exceso.
El ordenador tiene un sistema de menús muy complicado, requiere manejar varios botones para funciones que en otros coches requieren uno solo y —además— está mal traducido del inglés.
Es cómodo que no sea necesario introducir la llave ni el mando a distancia en ningún sitio para arrancar el coche. Pero, ya que están inventados los botones de arranque y funcionan muy bien, me parece un fallo que Nissan utilice un sistema para arrancar el coche que es más incómodo que meter la llave en una cerradura y girarla. En lugar de eso, hay que manipular un mando giratorio y un botón. La llamada «llave inteligente» es equipo de serie en las versiones Acenta y Tekna, no está disponible en el Visia Plus.
La ventilación funciona satisfactoriamente; nuestra unidad de pruebas era negra (el peor color posible), probé el coche con mucho calor y me pareció que la renovación del aire era rápida y silenciosa. Dentro de lo que cabe, el tejido de la tapicería resulta fresco.
Lo menos positivo del sistema de ventilación es que resulta difícil evitar las corrientes de aire. Los mandos de cierre de los aireadores centrales están escondidos, pero eso es algo a lo que quien use el coche normalmente se acaba acostumbrando.