Este prototipo eléctrico de Nissan es un vehículo con aspecto de monovolumen pequeño, con cinco puertas, al estilo de los denominados «kei car» que son muy populares en Japón. Su carrocería es de dimensiones pequeñas: 3,43 metros de longitud, 1,51 m de anchura y 1,64 m de altura. Es, por tanto, casi tan largo como un Toyota Yaris y ocho centímetros más bajo que un Suzuki Jimny.

Nissan dice que su diseño minimalista está basado en lo que se denomina el «Futurismo Atemporal Japonés». La pintura, de color cobre, se llama Akagane. El minimalismo también está presente en el habitáculo, con una fila de asientos delantera que parece un banco, telas de color claro, molduras de madera e iluminación ambiental. Los únicos mandos presentes son el botón de arranque y la palanca selectora del cambio. Una superficie de botones táctiles se enciende en una zona de la tapicería para controlar algunas funciones de confort.

La información aparece en una pantalla táctil, cuyo soporte, sin biselado, está hecho con un prisma de cristal (imagen). Algunas de las animaciones que asisten al conductor son holográficas. El iMk dispone de la tecnología «invisible-to-Visible (I2V)», bautizada así por Nissan, que recopila información tanto de los sensores del coche como de una nube de datos en internet. Sirve para prevenir la presencia de obstáculos que aún no están en el campo de visión del conductor. Para ello, se sirve de figuras o «avatares» que simulan la apariencia del vehículo u obstáculo que hay, por ejemplo, detrás de un edificio, antes de girar en una esquina.

El iMk cuenta con tecnología de conducción autónoma, aunque Nissan no especifíca hasta qué nivel. A través de una aplicación para teléfonos móviles sería posible indicarle al coche que busque aparcamiento una vez que los pasajeros salgan e, igualmente, encargarle que los recoja. Esta función está dentro de «una versión avanzada de ProPILOT 2.0», un paquete de asistentes ya presente en modelos de producción como el Qashqaqi o el X-Trail. No hay detalles del sistema de impulsión ni de la batería, más allá de que el motor es eléctrico.

A través de un smartphone es también posible identificarse como conductor del vehículo y que este configure automáticamente el asiento, la iluminación o el climatizador. El conductor puede recibir avisos sobre la mejor hora de salida para evitar tráfico congestionado. El sistema de recarga eléctrica está diseñado para ser bidireccional, es decir, tanto para recibir energía durante la carga como para suministrarla a la vivienda en aras de optimizar el consumo (Nissan Energy Share).