Mitsubishi Montero (2000) | Un diseño nuevo sobre un chasis monocasco
Se mantienen los dos tipos de carrocería: tres o cinco puertas. De las dos, la que más crece proporcionalmente es la primera, que ahora tiene más espacio interior y un maletero que lo hace mucho más práctico que el del anterior Montero. Sus puertas delanteras son más grandes, para facilitar el acceso al interior. El cinco puertas o «largo» también es más grande, pero ese aumento es proporcionalmente menor. Esta modificación se ha aprovechado para ganar espacio interior, principalmente a la altura de los hombros.
Algunas características externas que distinguen a este nuevo Montero son: parachoques más prominentes en las esquinas, pasos de ruedas abombados, voladizos recortados o molduras laterales que recorren toda la carrocería para protegerla de posibles golpes y bordes redondeados. Salvo el GLX, todas las versiones tienen paragolpes pintados y sin protecciones, un inconveniente en campo y ciudad, donde los roces no son infrecuentes.
Al aumentar la anchura y disminuir la altura, la relación entre estas medidas es casi 1:1; es decir, el Montero es ahora más bajo y ancho. Como baja el centro de gravedad, tienen mejor respuesta a velocidades altas y sobre suelos deslizantes.
Ese centro de gravedad más bajo ha sido posible porque el Montero ya no tiene el bastidor normal de un todo terreno, que consiste en dos vigas de acero unidas por travesaños. En su lugar lleva una estructura monocasco, característica de los coches de turismo. El tipo de acero y las técnicas de soldadura que ha empleado Mitsubishi hacen posible que este bastidor tenga una resistencia a la torsión tres veces mayor que la del anterior Montero. El bastidor monocasco da más seguridad activa, por su centro de gravedad y resistencia a la torsión, y también pasiva, porque absorbe mejor los impactos.
Puede vadear profundidades de hasta 0,6 m, si la velocidad del coche es inferior a 5 km/h para que una «ola» no llegue a la toma de admisión. Ésta es de tipo «ciclón», un dispositivo que hace entrar el aire en el motor con una fuerte turbulencia, para que gran parte del agua o el polvo que contenga sea expulsada hacia los lados y no entre en el motor.