Mitsubishi Lancer 4p (2008) | Impresiones de conducción
Del Lancer me ha gustado que se percibe bien dónde acaba la parte frontal de su carrocería —algo muy útil en las maniobras de aparcamiento para no golpear contra otro coche o contra una pared—, que la visibilidad a través de los espejos retrovisores es buena ya que éstos son grandes y que no necesita mucho espacio para girar.
Tiene la capacidad de maniobra y la agilidad de coches como el Ford Focus Sedán o el Mazda3 SportSedán, no así el confort ni el tacto de coche grande pensado para viajar de, por ejemplo, el Ford Mondeo o el Volkswagen Passat.
En carretera responde bien en todas las circunstancias. La suspensión tiene un buen compromiso para que el coche no sea incómodo al pasar por irregularidades, ni demasiado suave como para que la carrocería se mueva en exceso en determinadas circunstancias.
Nuestra unidad de pruebas llevaba unas ruedas Yokohama Advan en medidas 215/45 R18. Con estas ruedas, la adherencia lateral es elevada y la precisión de la trayectoria a cada movimiento del volante está a buen nivel. No hemos probado el Lancer con las ruedas más pequeñas que podía tener en su momento: 205/60 R16 —ahora sólo está disponible con llantas de 18'' como mínimo—.
Según nuestras prestaciones, el Lancer no sale bien parado por su capacidad de frenada cuando se trata de detenerse desde una velocidad alta (esta medición la realizamos desde 120 km/h). Descartada la posibilidad de que las ruedas no diesen toda la adherencia necesaria, me ha dado la impresión de que el ABS entra en funcionamiento antes de que sea realmente necesario y por eso se alarga la frenada. Esta característica sólo aparece en frenadas muy fuertes a velocidad relativamente elevada.
El confort a la hora de viajar puede quedar limitado por el elevado ruido que llega al interior. Una parte importante del ruido que se nota en carretera se debe al contacto de los neumáticos con el asfalto. No me ha parecido que este ruido sea notable en todo caso, pero sí me ha dado la impresión de que el Lancer es más sensible de lo normal a la rugosidad del asfalto. Es posible que con las ruedas que tienen las versiones más económicas (con una cantidad de goma mayor entre el suelo y la llanta), el efecto sea distinto.
El motor también contribuye a esa sensación general de aspereza. El motor Diesel 2.0 DI-D de 140 CV que lleva el Lancer, retirado de la gama en julio de 2011 porque fue reemplazado por un 200 DI-D de 150 CV, era de origen Volkswagen y también está presente en la gama del Outlander y el Grandis. Es el que todavía tienen algunos modelos de Volkswagen, con el sistema de alimentación de tipo bomba-inyector, no el nuevo con alimentación por conducto común.
Eso sí, los 140 CV del motor 2.0 DI-D mueven con soltura la carrocería del Lancer y el consumo es bajo. Para hacer una media de 120 km/h por autovía hemos medido un gasto de combustible de unos 6,0 l/100 km. Según datos homologados de consumo, la versión del Lancer Diesel de 140 CV con llantas de 18” gasta 0,4 l/100 km más que la versión con llanta de 16” (ficha comparativa).
La capacidad de aceleración del Lancer 2.0 DI-D 140 CV es acorde a la potencia del motor, aunque antes de ver los datos de prestaciones que hemos medido, pensaba que el coche iba ser más rápido. Esta sensación la he tenido porque el Lancer lleva uno de esos motores que tienen una respuesta brusca en un margen de revoluciones relativamente pequeño.
Así, hasta 1.600 rpm no hay mucha fuerza, pero a partir de ahí, la fuerza llega de forma repentina. Hay otros coches que tienen una capacidad de aceleración similar, pero como tienen una respuesta más progresiva, pueden parecer más lentos. Es el caso, por ejemplo, de un Renault Mégane con motor 2.0 dCi de 150 CV.
El motor de gasolina 1.8 MIVEC 6S-CVT de 143 CV, que dejó de estar disponible a principios de 2010, está fabricado conjuntamente por Mitsubishi, Hyundai y Chrysler. Este motor va asociado a una caja de cambios de variador continuo INVECS III (no es una caja de cambios tradicional de engranajes), con la posibilidad de seleccionar seis posiciones fijas desde unas levas que hay tras el volante.
Bastidor
El Lancer tiene suspensión independiente en ambos ejes, de tipo McPherson en el delantero y de paralelogramo deformable en el trasero. Está fabricado a partir de la nueva plataforma de Mitsubishi que estrenó el Outlander y que también tienen el Peugeot 4007, el Citroën C-Crosser y el Mitsubishi Delica D5 —sólo a la venta en Japón—.
Esta plataforma está pensada para que pueda adaptarse, cambiando ciertos componentes, a diferentes tipos de vehículos, como lo demuestra el hecho de que el Outlander es un todoterreno, el Lancer un turismo y el Delica D5 un monovolumen con tracción total.
Los vehículos que la tienen comparten elementos como el piso y la suspensión delantera, además de parte de la estructura eléctrica. También está pensada para montar en ella una serie de motores fabricados conjuntamente por Mitsubishi, Hyundai y Chrysler.