Mitsubishi Grandis 2.0 Di-D (2009) | Materiales sencillos y ajustes mejorables
El puesto de conducción es más próximo al de un turismo que el de otros monovolúmenes de este tamaño. La altura del asiento sobre los pedales es mayor que la de un turismo, pero no llega a serlo tanto como en un monovolumen normal. Desde una posición elevada hay una buena perspectiva; no obstante, no tiene el asiento tan alto como otros monovolúmenes, lo que facilita la entrada y la salida.
El volante sólo se regula en altura pero es sencillo encontrar una posición correcta, aunque se lleve el asiento en una posición completamente retrasada.
La palanca del cambio de marchas (de seis relaciones), es agradable de utilizar por su ubicación y funcionamiento. Colocada en la consola queda más próxima de lo normal al volante . De este modo, la mano derecha necesita menos tiempo en alcanzarla y volver a al volante; los recorridos están muy bien marcados y las marchas se introducen sin esfuerzo.
El diseño del salpicadero es agradable y funcional. Los materiales empleados son muy sencillos. Las uniones entre las diversas piezas de plástico son en general buenas pero, al menos en nuestra unidad, había varios detalles de poca calidad, como piezas mal rematadas o ajustadas.
Todos los mandos son de fácil acceso aunque algunos obligan a desviar demasiado la vista de la carretera para encontrarlos, como los de los antinieblas o el interruptor que acciona el sistema de calefacción rápida (queda completamente oculto por el volante). Resulta extraño que no haya mandos en el volante para manejar el equipo de sonido (algo que sí tiene el Colt).
Según la versión, hay una pantalla táctil en color con diversas funciones. Cuando indice el sol directamente sobre ella, es prácticamente ilegible. Desde esa pantalla se puede acceder a diversas funciones divididas en tres grupos: «navegador», «información» y «ajustes» (más información).
La iluminación interior es buena. Hay seis luces de lectura en el techo, que funcionan también como iluminación general. En las puertas hay una luz que ilumina el suelo al abrirlas. En la parte interior del portón del maletero hay otra luz.
Nuestra unidad tenía el sistema adicional de aire acondicionado para la segunda y tercera fila de asientos. Consta de unos mandos situados en el techo (a la altura de los respaldos de los asientos delanteros) para regular la velocidad del ventilador (tres niveles) y de salidas de aire en los laterales del techo a la altura de la segunda y tercera fila (son orientables pero no se pueden cerrar). En el salpicadero hay un interruptor para conectarlo, pero no se puede variar la velocidad desde ahí. Este equipo no funciona como calefacción, sólo da frío (si está conectado el aire acondicionado delantero) o introduce aire del exterior.
Hay una versión más avanzada de este sistema (con los niveles «Intense Plus» e «Instyle») que sí funciona como climatizador (calor y frío). Las dos versiones con menos equipamiento («Inform» e «Invite») no tienen salidas de aire para las plazas posteriores.
El sistema de entretenimiento consta de una pantalla abatible en el techo que incluye altavoces (se pueden desconectar), de un par de auriculares inalámbricos y de un reproductor de DVD ubicado en el cajón que hay en el lateral izquierdo de la tercera fila de asientos; que esté ahí colocado obliga a detener el coche si se quiere cambiar de disco salvo que haya alguien que pueda hacerlo sentado en la última fila.
La pantalla de nuestra unidad se movía con los baches y había que estar corrigiendo la posición continuamente para poder verla. Frente a otros sistemas que tienen las pantallas integradas en los reposacabezas, éste tiene la ventaja de incorporar altavoces en la propia pantalla, con lo que no son necesarios cinco auriculares en el caso de que vayan ocupadas las cinco últimas plazas.