Al interior del MG ZS se entra con mucha facilidad. Los asientos (que me han parecido cómodos) están a una altura muy conveniente para la mayor parte de las personas y, además, no están muy alejados del exterior. 

El interior tiene un diseño relativamente sencillo, pero a la vez moderno y fresco. Muchos de los mandos y soluciones me han resultado familiares porque parecen sacadas de otros vehículos. Por ejemplo, las salidas de ventilación redondas de los lados del salpicadero (imagen) parecen de Mercedes-Benz, el mando de desbloqueo de las cerraduras de la puerta del conductor (imagen) parece de Audi y los mandos del volante (imagen) recuerdan a los de un Volkswagen Golf de hace varios años. 

Es como si MG hubiera tomado como inspiración soluciones que funcionan o han funcionado bien. Esto también se extiende a la distribución de los mandos: es muy lógica y no he encontrado nada estrafalario o que requiera un período de adaptación más largo de lo normal. Creo que esta marca no ha arriesgado con soluciones de dudosa utilidad (como mandos táctiles en el volante o en el salpicadero).

Los controles principales del sistema de climatización están en la fila de botones que hay justo debajo de la pantalla (imagen). Ahí también está el botón para regular el volumen del sistema de sonido. Justo delante de la palanca de cambios hay otra hilera de mandos para activar funciones como la cámara de visión periférica, el Stop&Start o el control de descenso de pendientes (imagen). Aunque MG no ha escatimado en el uso de botones tradicionales, hay cosas que no hay más remedio que hacerlas pulsando en la pantalla, como elegir las memorias de la radio, la fuente de sonido o la agenda telefónica, algo que no se hace con mayor dificultad que en otros muchos coches.

Si comparamos este ZS con el ZS de la gama anterior, el cambio más importante en el salpicadero está en el sistema multimedia, que es más moderno, tiene un sistema operativo más rápido y una pantalla de 10,1 pulgadas (anteriormente era de ocho). Además, está conectado a internet de manera permanente, por lo que es posible consultar datos y realizar acciones en remoto mediante una aplicación móvil (MG iSmart). 

Esta pantalla tiene un menú de inicio con tres temas principales que ocupan gran parte de la misma (sonido, teléfono y climatización). En su parte interior hay una hilera de iconos para acceder a otras funciones también se usan a menudo, como la cámara de visión trasera (imagen). Con esta disposición, se tiene muy a mano casi todo lo más importante. A diferencia de otras pantallas de coches más caros, la pantalla de este MG no es configurable en el sentido que no se puede elegir el orden ni la disposición de los iconos, ni los colores decorativos, aunque tampoco lo he echado en falta. 

En el MG ZS 2022 también es nueva la instrumentación (sólo con el equipamiento Luxury), que ahora está compuesta por una pantalla de 7 pulgadas (imagen). Es sencilla, pero que se ve bien y no tiene reflejos (al menos en las condiciones de la prueba, que han sido muy variadas). No es configurable en diversos colores o «temas», algo que me parece totalmente prescindible. Su parte central está ocupada por los distintos menús (como los dos ordenadores de viaje, algunas de las configuraciones, el voltímetro o la presión de los neumáticos: imagen e imagen) que se controlan desde los botones del brazo izquierdo del volante. 

Las plazas traseras (imagen) están bien aprovechadas para el tamaño exterior de la carrocería. Hay más espacio para las piernas y anchura a la altura de los hombros que, por ejemplo, en un SEAT Arona o en un Peugeot 2008. El Dacia Duster tiene 3 centímetros más de anchura y otros tantos de altura libre al techo, aunque el mismo espacio para las piernas que el MG. El SsangYong Tívoli es muy estrecho, aunque tiene mucho espacio para las piernas y mucha altura libre al techo. Todas estas cotas se pueden consultar y comparar en el apartado Mediciones propias.

Los asientos posteriores están colocados bastante alejados del piso, de tal forma que la mayor parte de las personas no llevarán las rodillas elevadas respecto al cuerpo (no sabemos si ocurrirá lo mismo en el MG ZS eléctrico, ya que parte del piso de la carrocería va ocupado por la batería y, por ello, se perderá algo de distancia a la banqueta). Además, los pies se pueden meter completamente por debajo de los asientos delanteros. En las plazas laterales hay fijaciones Isofix (imagen).

Atrás hay huecos suficientes para depositar objetos (los hay en las puertas, imagen, y en la prolongación de la consola. En la consola central hay tomas de corriente, pero no salidas de ventilación (imagen). Se echa en falta que el respaldo de la plaza central se pueda utilizar como reposabrazos cuando no está ocupada y, también, una cortinilla en las ventanillas para reducir la entrada de luz en días muy soleados (algo que ocurrirá con toda seguridad ya que los cristales no están nada oscurecidos).

El maletero tiene 448 litros de capacidad (ya sean las versiones de combustión o eléctricas), lo mismo que el MG ZS de la gama anterior y se sitúa en una posición intermedia respecto a otros SUV de tamaño parecido (listado, ordenado por capacidad de maletero, de SUV entre 4,2 y 4,4 metros de longitud). Lo más llamativo es que tiene mucha altura desde la bandeja hasta el piso, si este se coloca en su posición inferior (hay otra más elevada, imagen). Además, debajo del propio fondo hay un hueco muy grande donde cabría perfectamente una rueda de repuesto del mismo tamaño que las otras cuatro o muchos objetos en el caso de no llevarla (como era el caso de la unidad que hemos probado, imagen). El maletero no es especialmente ancho en su base ya que los pasos de rueda son muy voluminosos. Se echan en falta ganchos en los laterales para colgar bolsas (imagen).