Mercedes-Benz Clase S (2021) | Algunos elementos de equipamiento
Hay dos estilos de tiradores para las puertas. Unos de tipo asa de aspecto tradicional y otros que cuando no se utilizan se ocultan automáticamente en la puerta (imagen; son como los que lleva por ejemplo un Tesla Model S y un Land Rover Velar). Mercedes-Benz no dice que con estos últimos la aerodinámica del Clase S mejore, cuyo coeficiente aerodinámico (Cx) es, en el mejor de los casos, de 0,22, un valor muy bajo.
Mercedes asegura que el coche tiene más de 50 dispositivos electrónicos que pueden actualizarse remotamente (a través de internet, una operación también conocida como OTA, del inglés «over-the-air). Entre ellos están incluidos todo el sistema MBUX, el software de la pantalla de la instrumentación, los sistemas de ayuda a la conducción y los faros MULTIBEAM LED.
Sistema multimedia
El Clase S 2021 estrena la segunda generación del sistema MBUX. Ahora está interconectado con más elementos del coche y, en combinación con unas cámaras colocadas en el techo, interpreta los movimientos de los pasajeros para activar automáticamente funciones. Por ejemplo, si el conductor mira hacia la luneta trasera por encima del hombro, el asistente para el interior abre automáticamente la persiana parasol, o si el conductor busca en la oscuridad algo en el asiento del acompañante, el asistente conecta automáticamente la luz. Teóricamente, basta con una mirada a uno de los retrovisores exteriores para poder ajustarlo directamente, sin necesidad de seleccionarlo previamente (a nosotros nos ha funcionado a veces, pero otras no).
También se reconocen movimientos de las manos. El conductor y los pasajeros pueden abrir el techo corredizo sin necesidad de tocar ningún mando (vídeo). En general, nuestra impresión sobre este sistema es que funciona de manera poco consistente; no le vemos una ventaja clara y hubiéramos preferido un botón tradicional para abrir o cerrar el techo de cristal. El mando físico que lleva es táctil y a veces cuesta dejar el cristal en el punto deseado.
El sistema multimedia también tiene un gesto de favoritos (colocar la mano con el dedo índice y el dedo corazón formando una V) con el que se puede activar la función deseada. Desde la pantalla central, los usuarios pueden identificarse —vía PIN, huella dactilar (vídeo), por reconocimiento facial o por voz (vídeo)— para que se carguen sus preferencias (emisoras de radio y otros ajustes). Estos datos están almacenados en internet, por lo que en el futuro un usuario podrá utilizarlos en distintos modelos de Mercedes-Benz. Nosotros no hemos podido comprobar el funcionamiento de estos sistemas de identificación porque para ello es necesario estar dado de alta con una cuenta de correo electrónico de Mercedes-Benz, algo de lo que no disponemos.
Seguridad
Entre los elementos de seguridad de que dispone, Mercedes anuncia algunos elementos que ya están disponibles en otros modelos, como una función que eleva la carrocería completa hasta 80 mm, «PRE-SAFE Impulso Lateral», ante la inminencia de un golpe por un costado (Audi presentó algo parecido en el A8 2018, aunque en este caso sólo levanta el lateral afectado). Su funcionamiento se apoya en las capacidades de la suspensión opcional E-ACTIVE BODY CONTROL, de la que damos más información en los próximos párrafos.
Una innovación es el airbag frontal para los pasajeros de atrás, que se despliega desde la parte posterior de los respaldos delanteros y tiene una estructura tubular ideada para soportar tanto a pasajeros adultos como a niños en sus sistemas de retención (este airbag solo está disponible para el Clase S de carrocería larga). La estructura tubular se llena de aire comprimido procedente de un generador de gas frío, mientras que el espacio intermedio se llena con aire del entorno y unas válvulas impiden que escape a medida que la persona se hunde en la estructura. La capacidad de la estructura tubular es de 16 litros y la del conjunto, 70 litros. Uno de los motivos por los que Mercedes-Benz ha diseñado el airbag con esta estructura tubular es que, al desplegarse desde el respaldo del asiento delantero, este no siempre está en la misma posición y así consigue adaptarse mejor a la forma y la posición de la persona. Esta estructura consigue desviar la fuerza hacia los laterales del punto de impacto para que este sea más suave que en un airbag convencional.
Los cinturones de seguridad tienen nuevos cierres que van iluminados (independientemente de la parte estética, puede ser útil para encontrar las hebillas en la oscuridad). También hay un airbag central que se despliega entre los pasajeros delanteros para evitar que se golpeen entre sí.
El Clase S puede llevar una serie de sistemas para evitar «actos vandálicos o delictivos». Están englobados bajo la denominación «Urban Guard», que comprende una alarma antirrobo, una protección antirremolque con señal de advertencia óptica y acústica, y una alarma volumétrica, entre otros elementos. Todo ello está sincronizado con la aplicación Mercedes me, que, en caso de que algo suceda, notifica inmediatamente al propietario a través del teléfono móvil.
Con la función «Urban Guard plus», se añade la posibilidad de localizar vehículos robados, incluso si el ladrón ha desactivado la localización por satélite. Este sistema también permite reconstruir el curso de un siniestro, por ejemplo, si el vehículo es colisionado mientras está estacionado en ausencia de su propietario. Urban Guard Plus almacena la información sobre el lugar, el día y la hora junto con las imágenes grabadas por el sistema de cámaras del paquete de aparcamiento con cámara de 360º.
Chasis
La suspensión de serie, cuya denominación es Airmatic, tiene muelles neumáticos que posibilitan una serie de funciones. La primera, que la carrocería se mantenga a la misma altura del suelo, independientemente de la carga que lleve el vehículo; las correcciones se realizan de manera automática, sin que el conductor tenga que hacer nada. En el modo de conducción Comfort, el que se activa por defecto, la altura libre al suelo se reduce en 10 mm a partir de 120 km/h y en 10 mm adicionales a partir de 160 km/h.
En el modo Sport, la carrocería va siempre 10 mm más baja que en el modo Comfort, y 17 mm más baja en el modo Sport+. Para superar obstáculos a baja velocidad (hasta 60 km/h), se puede elevar la suspensión en 30 mm de manera manual, en cualquier momento, mediante un botón.
Las unidades con la suspensión opcional Active Body Control tienen un modo de conducción adicional denominado Curve, que sirve para neutralizar, al menos en parte, el efecto del balanceo y cabeceo en zonas de curvas. Active Body Control funciona gracias a una red eléctrica de 48 V que puede ejercer una fuerza de manera individual en cada amortiguador. Este sistema también puede recuperar energía eléctrica al pasar sobre firmes en mal estado (gracias a los motores eléctricos que actúan sobre cada amortiguador) y funcionar junto con el sistema Road Surface Scan, que ya estrenó el Clase S anterior, que utiliza la cámara frontal para analizar las imperfecciones del asfalto para anticiparse y conseguir un rodar más suave al pasar sobre ellas.
El Clase S puede equiparse, de manera opcional, con dos sistemas de dirección en el eje trasero (desde 1870 euros). Uno de ellos puede girar las ruedas posteriores hasta 4,5º y el otro, hasta 10º. En el mejor de los casos, el diámetro de giro se reduce en 2 metros, según Mercedes-Benz. En este caso, el diámetro de giro baja de los 11 metros incluso en la variante de carrocería larga, por lo que es un excelente dato para una berlina de gran tamaño.
Con cualquiera de las dos opciones, la dirección tiene una desmultiplicación un 15% más directa. A menos de 60 km/h, las ruedas traseras giran en el sentido inverso a las delanteras para facilitar las maniobras de aparcamiento; a más de 60 km/h giran en el mismo sentido para mejorar la estabilidad. En la variante del sistema que gira las ruedas un máximo de 10º, las llantas traseras están limitadas a unas medidas máximas de 225/40 R20; unas más grandes no permitirían tal giro de las ruedas.
Faros