Mercedes-Benz GLC (2016) | Información general
El Mercedes-Benz GLC —un todoterreno de 4,66 metros de longitud— es el sustituto del Mercedes-Benz GLK (información del GLK 2008 y del GLK 2012). Cambia de nombre y de aspecto, y el equipamiento relacionado con la seguridad es más abundante. Su habitáculo es más espacioso que el del GLK, aunque no más que el de sus principales rivales, que son el Audi Q5, el BMW X3 y el Volvo XC60 (más información en las impresiones del interior). Hay una variante denominada GLC Coupé que se diferencia, principalmente, porque tiene una silueta más afilada y distinta capacidad interior
Está disponible con un motor de gasolina —versiones GLC 250 de 211 CV— y con dos Diesel —GLC 220 d de 170 CV y GLC 250 d de 204 CV—. El cambio de marchas es siempre automático de 9 relaciones (9G-TRONIC) y la tracción en las cuatro ruedas (4MATIC). Además hay tres versiones deportivas, denominadas GLC 43 4MATIC, GLC 63 4MATIC+ y GLC 63 S 4MATIC+ que tratamos por separado en este artículo. Más adelante habrá una versión híbrida enchufable denominada GLC 350 e 4MATIC (más información).
El GLC 220 d, la versión más asequible, cuesta 48 050 € (precios de toda la gama Mercedes-Benz GLC), prácticamente lo mismo que un Audi Q5 2.0 TDI 190 CV quattro S tronic y un BMW X3 xDrive20d aut. 190 CV, y claramente más que un Volvo XC60 D4 AWD aut. 181 CV (ficha comparativa). El precio de la versión con el motor Diesel de 204 CV es 2000 € mayor y tiene el mismo consumo homologado de carburante que la de 170 CV (ficha comparativa). Es un consumo bajo pero mejorado por el Volvo XC60 D4 Aut. de 190 CV (ficha comparativa). Ambos motores Diesel son correctos por el nivel de ruido y vibraciones que producen y permiten al GLC acelerar con rapidez (más información en las impresiones de conducción).
La caja de cambios automática de nueve velocidades funciona satisfactoriamente porque es capaz de elegir las marchas con rapidez y sin dar tirones. Está fabricada por Mercedes-Benz y es similar a la que tienen otros modelos de la marca como el Clase E. Tiene varios programas de funcionamiento y se pueden seleccionar las marchas de forma manual desde unas palancas que hay tras el volante (imagen).
El GLC nos parece un vehículo muy conveniente para hacer desplazamientos largos por carretera por el confort que da la suspensión, tanto la de serie como la opcional de muelles neumáticos. También resulta satisfactorio para circular por zonas complicadas de campo, donde puede superar obstáculos importanes con relativa facilidad a pesar de no llevar reductora. Para quien habitualmente vaya a circular por zonas complicadas, hay dos opciones que resultan valiosas: el paquete técnico Off Road y la suspensión neumática.
El sistema de tracción total 4MATIC es permanente con una distribución de par 45:55 (delante:detrás) mediante un engranaje planetario. Es novedoso que la caja de transferencia deja de estar alojada en la caja de cambios para ser un módulo adicional, con su propio circuito de lubricación. Según Mercedes-Benz esta nueva distribución supone un ahorro de 12 kg.
En el equipamiento no hay elementos que no se ofrezcan en otros modelos de Mercedes-Benz. Son de serie el sistema COLLISION PREVENTION ASSIST PLUS (avisa y actúa sobre los frenos en caso de detectar riesgo de colisión con otro vehículo), el asistente para viento lateral (que actúa sobre los frenos si es necesario corregir la trayectoria), el ATTENTION ASSIST (analiza el estado de atención del conducción y le recomienda un descanso si es necesario), la llamada de emergencia Mercedes-Benz eCall y el capó activo (se eleva 8 cm si se produce un atropello, para evitar el impacto del peatón con los elementos duros que hay bajo él).
Entre el equipamiento opcional disponible hay muchos elementos relacionados con la seguridad, como unos faros de ledes adaptativos, un conjunto de elementos de asistencia a la conducción o un sistema de información proyectada sobre el parabrisas. En la página de algunos elementos de equipamiento damos información más detallada de éstos y nuestras impresiones sobre el funcionamiento de algunos de ellos.
Respecto al modelo que sustituye, el GLK 2012, el GLC, además de ser más grande, es más ligero y tiene una aerodinámica mejor. Pesa 80 kg menos (50 kg se reducen en la carrocería, que tiene las aletas delanteras, el capó y el techo fabricados en aluminio) y el coeficiente aerodinámico pasa de 0,34 a 0,31. No hay ninguna antena a la vista porque todas van integradas en los retrovisores exteriores y en el alerón del techo.
Asegurar a todo riesgo un GLC 220 d 4MATIC cuesta 1350 € al año con la compañía Mutua Madrileña. Esta es la oferta más asequible que hemos obtenido tras introducir en el comparador se seguros de km77.com los siguientes criterios: mujer de 33 años, con residencia en Madrid, que dispone de una plaza de aparcamiento en un garaje comunitario y que recorre unos 20 000 kilómetros al año.
A lo largo de 2016, Mercedes-Benz pondrá a la venta la versión híbrida enchufable GLC 350 e 4MATIC. Su sistema híbrido de propulsión está compuesto por un motor de gasolina de 211 CV y otro eléctrico de 116 CV. Puede circular durante 34 km (según el consumo eléctrico en el ciclo de homologación) o a velocidades de hasta 140 km/h impulsado únicamente mediante el motor eléctrico. La batería es de iones de litio. Desde una aplicación para teléfonos móviles se puede consultar el nivel de carga de la batería, el estado de la recarga o la autonomía disponible.
Hay distintos modos de funcionamiento del sistema híbrido: hybrid —gestión automática de los dos motores—, E-MODE —funcionamiento en modo eléctrico—, E-SAVE —conservación de la carga para una posterior utilización— y CHARGE —empleo del motor de gasolina para la recarga de la batería—. Mercedes-Benz usa un pedal que transmite información al conductor en dos situaciones: cuando se alcanza la potencia máxima eléctrica (crea un punto de resistencia que hay que vencer para superarlo) y cuando se puede levantar el pie del acelerador para detener el motor de gasolina (produce dos vibraciones).