El C 63 S E PERFORMANCE es la versión más potente de la gama Clase C 2021 y está disponible con carrocería de tipo berlina (cuatro puertas) o familiar (Estate). Como suele ser habitual en cada cambio de generación, supera a su antecesor en cuanto a potencia máxima (y en este caso por un margen muy amplio; ficha comparativa), pero además lo hace mediante una solución técnica inédita en un Clase C AMG: un sistema propulsor híbrido enchufable que desarrolla nada menos que 680 caballos y 1020 Nm de par.

La versión con carrocería berlina cuesta 140 882 euros, un precio superior al de sus tres principales alternativas, los Alfa Romeo Giulia Quadrifoglio, Audi RS 5 Sportback y BMW M3 Competition xDrive. Ninguno de estos modelos se mueve mediante un sistema híbrido enchufable y, además, son claramente menos potentes que el Mercedes-AMG, pero no hay diferencias especialmente grandes en cuanto a prestaciones (ficha técnica comparativa). Para adquirir la versión con carrocería familiar hay que desembolsar 1950 euros adicionales (cuesta 142 832 euros, unos 19 000 más que un BMW M3 Competition Touring y unos 36 000 más que un Audi RS 4 Avant; ficha comparativa).

El motor de combustión tiene cuatro cilindros, dos litros de cilindrada —código M 139, el mismo que tienen el A 45 AMG y el SL 43 AMG, entre otros— y rinde 476 caballos, lo que da como resultado una potencia específica de 238 CV/litro, que es inusualmente elevada. El turbocompresor es eléctrico y está alimentado mediante la red principal del sistema híbrido (funciona a 400 voltios), una solución que, según Mercedes-AMG, permite reducir al máximo el periodo de tiempo en el que los gases que accionan la turbina no son suficientes para generar sobrepresión efectiva (el turbo-lag).

En el eje posterior, dentro de la misma cubierta del diferencial autoblocante, hay un motor eléctrico de 204 caballos que, además, va asociado a una caja de cambios automática de dos velocidades, como en el Mercedes-AMG GT 63 S E Performance 4 puertas Coupé. Hay un segundo motor eléctrico, aunque en este caso solo sirve como motor de arranque y como suministrador de energía para algunos componentes del vehículo (iluminación, climatización o sistema de sonido, por ejemplo). 

La batería es de iones de litio, tiene 6,1 kWh de capacidaa bruta (4,8 kWh útiles) y permite recorrer hasta 13 km en modo eléctrico en el ciclo de homologación WLTP, por lo que le corresponde el distintivo medioambiental ECO de la DGT. Con esta batería de pequeña capacidad, Mercedes-AMG afirma que su objetivo no era buscar una autonomía eléctrica elevada (para eso están las versiones híbridas enchufables de la gama Mercedes-Benz), sino más bien un rendimiento muy alto gracias a unas tasas de carga y descarga muy elevadas. Funciona a una tensión de 400 voltios y da una potencia sostenida de 95 CV y pico de 204 CV durante 10 segundos. Pesa 89 kg y se puede cargar con corriente alterna a un máximo de 3,7 kW.

Está compuesta por 560 celdas y su refrigeración corre a cargo de un líquido refrigerante que llega a todas ellas gracias a una bomba eléctrica (refrigeración por inmesión). Mercedes-AMG dice que de esta manera logra mantener la temperatura media de la batería en torno a los 45 grados (que es la ideal), con independencia del tipo de conducción que se esté llevando a cabo.

La caja de cambios es una automática de nueve relaciones (AMG SPEEDSHIFT MCT 9), pero en vez de convertidor de par tiene un embrague multidisco bañado en aceite para acoplarse con el motor. Como es habitual, tiene funciones de avance por inercia, de salida desde parado (Race Start) y punta-tacón en las reducciones (solo en los programas de conducción más deportivos). Como en la versión AMG de menor potencia (C 43 4MATIC), la tracción y la dirección es en las cuatro ruedas (este útimo sistema permite que las ruedas del eje trasero giren un máximo de 2,5 grados).

Desde un menú del sistema multimedia o directamente desde un mando circular en el volante, es posible seleccionar ocho modos de conducción: Electric (fuerza al sistema híbrido a circular únicamente con el motor eléctrico), Comfort, Battery Hold (para mantener la carga de la batería a un nivel determinado), Sport, Sport+, RACE, Calzada resbaladiza e Individual (personalizable por el conductor). Cada uno de ellos modifica el funcionamiento del sistema híbrido, las ayudas electrónicas, la asistencia de la dirección, la climatización o la velocidad de actuación de la caja de cambios, entre otros. Adicionalmente, el conductor puede elegir entre cuatro niveles de frenada regenerativa: 0, 1, 2 y 3 (de menos a más intensa).

El C 63 S E PERFORMANCE acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h (limitada electronicamente; opcionalmente se puede pedir que alcance los 280 km/h en la variante berlina y 270 km/h en la familiar).

La suspensión de serie, a la que Mercedes-AMG llama AMG RIDE CONTROL, consta de muelles helicoidales y amortiguadores controlados electrónicamente (tienen tres niveles de dureza predefinidos: Comfort, Sport y Sport +). Los frenos de serie tienen discos de acero con pinzas de aluminio, fijas de seis pistones en el eje delantero y flotantes de uno en el trasero; opcionalmente se puede pedir un sistema más potente con discos carbocerámicos cuyas características no han sido facilitadas.

Además de por los numerosos cambios mecánicos, el C 63 S E PERFORMANCE se distingue del resto de versiones de la gama Clase C porque tiene parachoques, parrilla, salidas de escape y faldones laterales más prominentes, además de unas llantas de 19 pulgadas con un diseño exclusivo (opcionalmente se pueden pedir unas forjadas de 20). Fruto de esas modificaciones estéticas y de un mayor ancho de vías (e incluso de batalla; crece 1 cm), este modelo es 83 mm más largo y 76 mm más ancho (en las dos carrocerías). 

El sistema multimedia, la instrumentación y el Head-up Display tienen menús específicos que dan datos sobre el funcionamiento del sistema híbrido y recogen información relevante cuando el coche circula en circuito (temperaturas de varios elementos, tiempos por vuelta o fuerzas longitudinales y transversales). De serie, los asientos son unos deportivos, aunque opcionalmente están disponibles los que Mercedes-AMG denomina AMG Performance, más ligeros y con mejor sujeción del cuerpo.