Mercedes-Benz A 180 CDI (2005) | Plazas traseras funcionales y con mucho espacio para el tamaño del coche
Es cómodo entrar y salir en las plazas traseras por la altura a la que está el asiento con relación al suelo. Dentro de un margen de estatura amplio, la persona que entre no tiene que dejarse caer en el asiento, y al salir no tiene que auparse. Normalmente, para salir basta girar el cuerpo y apoyar el pie en el suelo. El vano que deja la puerta y el espacio para apoyar los pies amplios también facilitan la entrada y la salida a las personas con menos movilidad.
Hay mucho espacio alrededor de los pasajeros de las plazas traseras, incluso cuando delante van sentadas personas más altas de lo normal. La altura libre atrás es buena y las piernas difícilmente rozarán contra el asiento. La parte posterior del respaldo delantero tiene dos rebajes en el punto donde van las rodillas, lo que aumenta el espacio disponible.
Me parece un fallo que el asiento no tenga desplazamiento longitudinal, como en el anterior Clase A y en otros monovolúmenes. Aunque el espacio para piernas en este modelo es grande, en el anterior Clase A de carrocería larga lo era aún más cuando se retrasaba el asiento, lo que resultaba muy cómodo para viajar, para acomodarse o para colocar a un niño en su silla.
El asiento es duro y tiene el respaldo en un ángulo bueno; sería mejor, no obstante, si el respaldo se pudiera ajustar. Si la persona que se sienta detrás no es delgada, le pueden molestar la hebilla del cinturón, que queda demasiado cerca de la cadera y es de las que tienen una fijación rígida.
Los reposacabezas son del tipo que hacen incómodo el viaje a no ser que estén bien colocados; es decir, es improbable que un pasajero de los de atrás viaje con el reposacabezas mal colocado. No se pueden dejar bajo del todo ni colocar en una posición demasiado baja. Cuando no se usan y están abajo, prácticamente no restan visibilidad.
En la unidad que hemos probado hay un sistema elevador, apropiado para niños entre 18 y 36 kg; es decir, reemplaza al asiento elevador de grupo 3. Con un accesorio (una mesita) también vale para niños entre 12 y 18 kg (grupo 2). Es un sistema cómodo para reemplazar a un cojín elevador, pero resulta un poco estrecho (incluso para un niño) y da menos sujeción lateral que los cojines bien diseñados. Es opcional y cuesta 265 €.
En esta versión, los huecos para los pasajeros de atrás son bolsas rígidas en las puertas, con un ensanchamiento para dejar un bote, y un pequeño hueco con fondo de goma al final de consola. Hay un cenicero y una toma de corriente, y no tiene no luces de lectura independientes ni salidas de aire orientables.
Las luces de lectura traseras están dentro del «paquete de luces interiores», junto con la luz de lectura delantera, los espejos de cortesía iluminados y la luz interior para los pies (176 €).
Las ventanillas no bajan del todo, y dejan un hueco vertical con el marco, lo que puede resultar peligroso. Aunque tiene un sistema de protección, si un dedo o una mano pequeña salen por el hueco entre el lateral de la ventanilla y el lateral del marco, puede hacer daño. Cuando las ventanillas traseras son eléctricas (opcionales por 433 €), lo mejor es que sea el conductor quien las abra cuando sea preciso, y los pasajeros quienes las cierren (en éste y en cualquier caso).