Mazda Tribute 3.0 V6 (2002) | Un equipamiento completo pero no refinado
El Mazda Tribute 3.0 V6 lleva un completo equipamiento de serie. Tiene prácticamente todo lo que se puede esperar, incluido techo practicable eléctrico, tapicería de cuero, equipo de sonido, doble airbag frontal y lateral, control automático de velocidad de crucero y ABS con repartidor electrónico de frenada. Sin embargo, se pueden echar en falta otros elementos que ya se están utilizando en algunos todo terreno y SUV:control de estabilidad, airbag de protección de cabeza, navegador, ordenador de viaje o faros de xenón, elementos que no se ofrecen ni en opción.
El ajuste de todos los componentes interiores parece correcto, pero desentonan los plásticos duros utilizados en la parte inferior del salpicadero, la consola central y las puertas. Dichos plásticos sólo los tienen ahora coches de gama baja. Por poner un ejemplo, el aspecto y tacto de los plásticos utilizados en un Renault Clio son mejores que los utilizados en el Tribute.
Teniendo en cuenta su longitud (4.395 mm) y anchura (1.825 mm) la habitabilidad del Mazda Tribute es un elemento a destacar, si bien la anchura interior debería ser todavía superior. Espacio para las piernas y altura libre al techo hay de sobra en las cinco plazas disponibles, aunque se echa en falta un cinturón de seguridad de tres puntos y reposacabezas para el pasajero central trasero.
El puesto de conducción es cómodo, a pesar de que el volante se queda un poco alejado del conductor si éste coloca bien el asiento respecto a los pedales. El volante se regula en altura, está forrado en cuero y tiene los mandos del control automático de velocidad de crucero en la parte central. El asiento del conductor tiene reglaje eléctrico en altura e inclinación de la banqueta. El resto de ajustes son manuales, incluido el de apoyo lumbar.
El maletero es muy aprovechable, con una profundidad de 90 cm y nunca menos de 103 cm de anchura. Hasta la altura del cubre maletero enrollable, Mazda anuncia un volumen de 368 litros, pero hasta el techo, el volumen debe ser superior a 800 litros. Bajo el piso del maletero se encuentra la rueda de repuesto, que es de las estrechas de emergencia.
Los asientos traseros son abatibles por partes desiguales (60/40) y dejan un amplio espacio de carga con fondo plano en donde el fabricante declara 842 litros de capacidad hasta la línea inferior de las ventanillas. Hasta el techo, el volumen debe estar en torno a 1.500 litros. Con los asientos abatidos, la profundidad del maletero alcanza 1,5 metros. El portón y la luneta trasera se pueden abrir de forma independiente, ampliando la facilidad para sacar o meter objetos en el maletero, aunque el plano de carga está un poco alto (algo habitual en cualquier todo terreno).