El Mazda MX-30 es el primer vehículo eléctrico de Mazda. Tiene un motor de 143 CV, una batería de 35,5 kWh y una autonomía homologada de 200 km (WLTP). Es destacable por unos acabados de buena calidad y por tener unas plazas traseras que ofrecen poco espacio. Permite viajar en un ambiente refinado y es un coche eléctrico sencillo y agradable de conducir. Está a la venta desde 36 580 euros (precios de toda la gama). También hay una versión híbrida enchufable que lleva un motor de combustión rotativo que hace de generador de corriente: más información del Mazda MX-30 e-Skyactiv R-EV. 

La carrocería mide 4,40 metros de longitud, 1,80 m de anchura y 1,57 m de altura. Son unos valores idénticos a los del Mazda CX-30, excepto por la altura, que es tres centímetros mayor en el MX-30. Alternativas como el Opel Mokka-e, el Citroën ë-C4 y el Peugeot e-2008 tienen una potencia similar (todas 136 CV), una batería de mayor capacidad y más autonomía (ficha comparativa del MX-30 y sus alternativas). Un MINI Cooper SE tiene una carrocería muy distinta, pero puede satisfacer a un público similar. Por su baja autonomía real, de en torno a 160 km, el MX-30 está concebido para trayectos urbanos y por las periferias de las ciudades, no para viajes largos.

Tiene cinco puertas y la peculiaridad de que las traseras laterales se abren hacia atrás (imagen), dejando un vano de acceso diáfano, sin pilar central, como en el BMW i3 y el cesado Mazda RX-8. Como el CX-30, tiene cinco plazas, aunque hay claramente menos espacio para los pasajeros de la fila trasera. El volumen del maletero es de 366 litros, menos que la mayoría de sus alternativas. Más información en las impresiones del interior.

Más adelante habrá una versión de «autonomía extendida» con un motor adicional de combustión de tipo rotativo que recargará la batería cuando sea necesario (no servirá para mover el coche ya que esa función la realizará únicamente el motor eléctrico). Sobre el sistema de impulsión del MX-30 damos información más detallada en la sección de información técnica.

El MX-30 tiene un rodar suave y refinado, una suspensión firme y confortable, y una dirección con un tacto preciso. Su manejo sencillo y la disposición familiar de los elementos en el habitáculo lo hacen especialmente agradable de conducir, como suele ser habitual en los modelos de Mazda. El motor responde con la inmediatez característica de los eléctricos y, cuando se pisa a fondo, lo hace con mayor progresividad y sin la impetuosidad inicial de, por ejemplo, un KIA e-Niro o un Peugeot e-2008. A pesar de ello, sus prestaciones son normales para su tamaño y potencia. Más información en el apartado de impresiones de conducción. 

Actualmente, el MX-30 se puede cargar con corriente alterna a una potencia máxima de de 11 kW (desde su lanzamiento hasta mayor de 2022, el máximo era 6,6 kW) y con continua, a un máximo de 50 kW. En el primer caso hacen falta unas cuatro horas para recargar la batería entre el 20 y el 80 % de su capacidad, mientras que en el segundo, unos 26 minutos. Más información en el apartado Consumo y recarga.

Mazda regala un wallbox Pulsar Plus (de 7,4 kW) a todos los clientes que adquieran un MX-30 (es una promoción temporal). El proyecto de la instalación también será gratuito y correrá por cuenta de la empresa Iberdrola, no así la instalación, que la deberá asumir en todo caso el cliente. Además, «si contrata con Iberdrola el Plan Vehículo Eléctrico, el descuento es del 10% mensual sobre el consumo eléctrico. Adicionalmente, existe un descuento puntual de 60 € a aplicar en la primera factura, o en la primera y sucesivas si el importe facturado no alcanzase los 60€. Este plan permite recargar a 3 céntimos de €/kWh de 1 a 7 de la mañana y la energía sería 100% renovable certificada».

Una parte de la superficie de la consola central está cubierta con láminas de corcho (imagen) —es la corteza del alcornoque— que también está presente en la cara interior de los asideros de las puertas delanteras (imagen). Mazda lo emplea por varios motivos, entre ellos, porque en 2020 se cumplen cien años de la fundación de la empresa, que en su origen se dedicaba a los derivados del corcho. El corcho utilizado en el MX-30 proviene de Portugal, de los restos de las empresas que fabrican tapones de corcho para botellas de vino. Portugal es el mayor productor mundial de corcho (representa el 54 % de la producción total, le sigue España con un 19 %).

Otro motivo para utilizar el corcho es para reforzar la sensación de «vehículo sostenible» que Mazda quiere transmitir con el MX-30. Con esa idea en la cabeza, también emplea plástico reciclado de tipo PET —tereftalato de polietileno, el que se utiliza, por ejemplo, para embotellar el agua mineral— para fabricar el tejido que cubre los paneles de las puertas. La tapicería de los asientos parece cuero, pero no lo es ya que para su fabricación no se utilizan pieles animales (como sucede en la mayoría de coches actualmente). Los únicos elementos cubiertos con cuero real son el volante y la palanca del cambio. 

Dentro del conjunto de sistemas de ayuda a la conducción —al que Mazda denomina i-Activesense— está incluido el denominado Smart Brake. Este dispositivo previene las colisiones al cruzar intersecciones mediante la detección de los vehículos que se aproximan transversalmente y la aplicación de los frenos en caso de que el conductor no intervenga. Otro elemento, denominado Road Keep Assist, procura mantener el coche dentro del carril aún en ausencia de líneas y funciona complementando al aviso de cambio involuntario de carril. Otro elemento de seguridad es el de detección de obstáculos con frenado de emergencia. Los faros son siempre de ledes, de tipo matricial y con control individual para adaptar automáticamente el haz de luz a distintas condiciones de iluminación. 

La carrocería puede ir pintada en un único color o en una combinación de tres (los pilares y el techo son de diferente color y ambos distintos al del resto de la carrocería). Esta última posibilidad está disponible con los colores de carrocería Soul Red Crystal (rojo, imagen), Polymetal Grey (gris azulado, imagen) y Ceramic Metallic (blanco, imagen). La razón por la que Mazda llama a este modelo MX-30 y no CX-30 electric (o similar) es porque las siglas MX las aplica a modelos que «siguen su propio camino y transmiten nuevos valores». 

El MX-30 aparece en nuestro comparador de seguros, que arroja un precio mínimo de 320 euros para una póliza a todo riesgo si el tomador es un hombre de 45 años que reside en Madrid y aparca habitualmente en un garaje individual. Dicha póliza es ofrecida por la compañía Mapfre y tiene una relación entre calidad y precio de 8,2 puntos sobre 10.