Mazda6 (2010) | Impresiones del interior
Los cambios en el interior del Mazda6 modelo 2010 son muy pequeños. Mazda ha modificado la instrumentación, los mandos del volante (era posible manejar el navegador desde ellos; ahora no), las tapicerías y las molduras decorativas.
Consideraciones sobre su habitabilidad
En las tres variantes de carrocería del Mazda6, el habitáculo es amplio a lo largo y a lo ancho en las dos filas de asientos.
Aunque en las delanteras los ocupantes lleven sus asientos más bien retrasados, detrás queda sitio suficiente para que una persona alta viaje cómoda. Dentro de las berlinas un tamaño exterior similar, hay más que son menos espaciosas en esta medición —como un Citroën C5 ó un Volvo S60— que aquellas que tienen más espacio (como un Škoda Superb y, en menor medida un Ford Mondeo—.
Lo que falla claramente en el Mazda6, al menos con carrocería de cinco puertas, es la altura libre al techo en las plazas traseras. Si se sienta erguida una persona de más de 1,70 m, lo más probable es que su cabeza roce en el techo.
Las otras dos variantes de carrocería (4p y familiar) tienen un espacio extra que puede ser muy valioso. Según nuestra forma de medir, atrás hay 90 cm de altura en el Mazda 6 de 4p, 94 cm en el familiar y sólo 87 en el 5p.
Un inconveniente generalizado en las plazas traseras del Mazda6 es que sus reposacabezas quedan bajos (a la altura de la nuca), salvo a personas de poca estatura.
En las plazas delanteras no hay problemas de altura incluso para personas altas, al menos si se elige una versión sin techo solar ni asientos eléctricos. Hemos medido una unidad con estas dos opciones y otra sin ella. El resultado ha sido revelador: la diferencia de espacio a lo alto es 6 cm, que es mucho. Con las dos opciones instaladas, a una persona alta, el marco del techo solar le queda muy cerca de la cabeza y sin ellas no.
Puesto de conducción
El puesto de conducción es bueno, tanto por la calidad de los asientos como por la disposición de los distintos mandos que tiene que manejar el conductor, que quedan muy a mano. Los asientos delanteros sujetan bien el cuerpo, tanto si van tapizados en cuero (imagen) como en tela. Sujetan sin dificultar el acceso o la salida del habitáculo porque no tienen laterales muy pronunciados. Están colocados un poco más bajos de lo que es habitual en muchas berlinas modernas.
La tapicería de cuero (que no va perforada) no me ha gustado nada porque no traspira y en tiempo caluroso es muy posible que la espalda y las piernas de los ocupantes se empapen de sudor. No parece un problema del sistema de climatización; de hecho, me ha parecido que funciona muy bien y es capaz de enfriar rápidamente el habitáculo aunque el coche haya estado bajo un sol intenso durante mucho tiempo.
Como el volante y los asientos tienen amplias regulaciones (en altura y profundidad) es muy fácil encontrar una posición de conducción satisfactoria. La palanca de cambios queda en una posición para ser manejada sin forzar el movimiento del brazo, con total naturalidad.
Desde el punto de vista del conductor, la visibilidad que deja la carrocería es corriente en comparación a otras berlinas modernas. Hacia delante no se ve dónde acaba el capó aunque es fácil intuirlo con cierta práctica. Hacia detrás el problema es mayor porque no se ven bien los objetos bajos que están colocados cerca del coche, como bolardos o la parte frontal de otros coches. Tampoco se ve bien en tres cuartos traseros, lo que dificulta salir de una plaza de aparcamiento en batería. El Mazda6 no puede llevar cámara de aparcamiento trasera, un elemento de equipamiento al que cada vez encuentro más valor.
El navegador que tiene el Mazda6 parece desfasado. Tiene una cartografía que da una calidad gráfica poco vistosa (imagen) y lleva sistema de reconocimiento de órdenes vocales cuyo funcionamiento me parece superado. Sólo es posible introducir una cantidad limitada de órdenes con la voz, y siempre las mismas; no se puede, por ejemplo, introducir una ruta completa en un navegador que previamente no haya sido guardada.
La información del navegador solo aparece en la pantalla de la consola, que está en un lugar que obliga a retirar mucho la vista de la carretera para consultarla. Algunos fabricantes resuelven este problema añadiendo una pequeña detrás del volante, que da una información esquemática de las indicaciones del navegador; eso no lo puede tener el Mazda6.
Tiene dos peculiaridades de equipamiento que me parecen mejorables. La primera es que los mandos de regulación de los retrovisores no están iluminados y, segundo, que las puertas no se bloquean automáticamente al comenzar la marcha. Tampoco se puede regular la sensibilidad de la conexión automática de luces, aunque en este caso no me parece un problema importante porque se encienden a poco que la luminosidad en el ambiente empieza a escasear, no cuando ya casi es de noche.
Detalles de acabado y maletero
El interior del Mazda6 se distingue porque tiene un acabado logrado y un tacto agradable de todos los mandos y recubrimientos. Hay combinados plásticos de tacto duro con otros recubiertos con una fina espuma y tacto blando. Aunque puede que su presentación no sea tan moderna o llamativa como la de algunas berlinas modernas, transmite una sensación muy grande de solidez.
Tiene muchos sitios para dejar o guardar objetos. Me ha gustado especialmente el que cajón con tapa que hay entre los asientos delanteros (imagen), muy útil para dejar envases de bebida o bien para dejar la cartera o un teléfono móvil. Bajo el apoyabrazos delantero hay un compartimento en su interior con tres departamentos.
En el Mazda6 hay un sistema que abate los asientos traseros automáticamente. Al accionar una palanca situada en el maletero (imagen), la banqueta del asiento se desplaza y el respaldo se abate, quedando una superficie casi plana en el piso del maletero (imagen). La operación inversa se realiza a mano.
Mazda denomina a este dispositivo «Karakuri». Está disponible de serie en todos los Mazda6 de cinco puertas y familiar. Estas mismas variantes de carrocería tienen otro detalle interesante. Cuando el portón se abre, la bandeja cubremaletero del cinco puertas o la cortinilla del familiar se colocan de tal forma que no entre frío al interior en días de invierno.
El maletero es de los más amplios entre otros modelos semejantes: el del Mazda6 de cinco puertas tiene 510 litros de capacidad y 519 litros las otras dos variantes de carrocería. En ningún caso la rueda de repuesto es del mismo tamaño que las otras cuatro.
Gracias a su gran portón, el de cinco puertas deja un acceso ingente al maletero (imagen), que es muy ancho y largo; su medida menos favorable es la altura: desde su fondo hasta la tapa que lo cubre sólo hay 53 cm libres. Aunque se elimine esta tapa no se pueden colocar objetos mucho más altos porque pegarían contra el cristal del portón, que está muy tendido. La mayor ventaja del maletero del Mazda6 con carrocería familiar es precisamente la posibilidad de transportar objetos altos.