Mazda3 (2004) | Impresiones del interior
El Mazda3 con carrocería de cinco puertas tiene un espacio adecuado para que cuatro personas viajen bien; tiene un buen dato de anchura en las plazas traseras y la altura disponible (93 centímetros) es suficiente para que las personas altas no rocen la cabeza con techo.
Otra medición importante para sentirse cómodo en un coche (quizá la medición más importante) es la longitud para las piernas en las plazas traseras. El Mazda3 tiene 67 centímetros (según nuestra forma de medir), que es un dato justo teniendo en cuenta la longitud de la carrocería y lo que tienen otros coches de este tipo de reciente aparición.
El maletero es pequeño porque debajo de la moqueta del fondo hay una gruesa estructura de plástico con formas practicadas para colocar diversos objetos (como los triángulos de emergencia, el chaleco reflector y otras muchas cosas). Esta especie de «cajón» es lo que hace que el maletero sea pequeño, puesto que resta profundidad. El Mazda3 Sportsedan no tendrá este cajón, con lo que se favorece el volumen del maletero frente a la funcionalidad que da este elemento al 5 puertas. Todos los Mazda3 tendrán la rueda de repuesto de tamaño normal.
Con las posibilidades de regulación que ofrecen el volante (altura y profundidad) y los asientos, es fácil obtener una posición de conducción satisfactoria para conductores de tallas bien distintas, aunque el asiento del conductor no puede ir muy bajo.
Después de conducir varias unidades del Mazda3, he encontrado algún punto negativo en su puesto de conducción. El más importante es que la rodilla derecha queda muy cerca de un plástico duro de la consola central y llega a golpear al descansar el peso de la pierna sobre dicha pieza o cuando se hace fuerza para sujetar el cuerpo en una curva.
El respaldo da una sujeción lateral correcta, pero en las piernas se echa en falta una banqueta un poco más larga que recoja mejor los muslos. Algunos conductores pueden rozar con el antebrazo en el apoyabrazos central al cambiar de marcha.
En general el acabado interior del Mazda3 es bueno. Salvo excepciones, como la parte más alta del salpicadero y de las puertas (donde se puede apreciar un ligerísimo almohadillado), los plásticos que tiene son duros y de tonalidad muy oscura. No hay mandos o superficies que tengan un tratamiento que dé un tacto parecido a la goma o superficies adherentes en las bolsas de las puertas o guantera para que no se muevan los objetos que se puedan depositar ahí.
Sin embargo, el ajuste de las piezas entre sí es bueno y casi no hay bordes ásperos en los plásticos que están más a la vista. Aunque no es muy refinado, creo que tiene un acabado satisfactorio y acorde con su precio. Lo que no tiene el Mazda3 (ni el 2, ni el 6) es el aspecto de calidad y refinamiento de la anterior generación de modelos Mazda.