Lexus LS 600h (2007) | Impresiones del interior

10/03/2008 |Alfonso Herrero

Viajar a bordo del LS 600h es realmente agradable, sobre todo si se hace en las plazas traseras. Acabados, materiales y todo lo relacionado con el confort (insonorización, climatización o regulaciones de los asientos) lo convierten en un modelo excepcional para hacer desplazamientos, da igual que sean trayectos cortos y viajes largos.

El LS 600h está disponible con dos carrocerías de distinta longitud. El incremento de tamaño repercute exclusivamente en el espacio disponible para las piernas en las plazas traseras. Las dos versiones tienen cinco plazas y los mismos asientos, con la excepción del equipamiento «President» en combinación con la carrocería larga, que detrás tiene dos plazas en vez de tres y elementos de equipamiento diferentes.

En cualquier caso, las plazas traseras están ideadas para que viajen únicamente dos adultos. Esto es así por la forma que tiene la banqueta —con un resalte en la plaza central— y por el espacio que resta a los pies el túnel de la transmisión; la anchura tampoco es excepcional, dada la anchura exterior del coche.



En ambas carrocerías el acceso a las plazas traseras es bueno, aunque queda ligeramente condicionado por la caída del techo, que obliga a agachar la espalda más de lo deseable. Dos pasajeros irán cómodamente sentados gracias al confort que proporciona el relleno de los asientos y al espacio disponible longitudinalmente.

Todos los materiales de recubrimiento son de la calidad que se espera en un coche de este tipo; por ejemplo, los asideros del techo (comentario sobre Lexus y los asideros) están recubiertos parcialmente de cuero y madera. Y casi todas las piezas que no son de madera o están tapizadas de piel son plásticos de gran calidad.

Los ajustes entre piezas son igualmente buenos; por ejemplo, hay una junta de goma que sirve para ajustar totalmente el tapizado de Alcántara que recubre el techo con el parabrisas.

En función del nivel de equipamiento, este modelo de Lexus puede tener diversos elementos que mejoran el confort de los pasajeros traseros.

Desde el equipamiento «Ambassador», en el apoyabrazos central trasero hay diversos mandos relacionados con el confort de los ocupantes de esas plazas (imagen): regulación y climatización de los asientos (frio, ventilzación o calor), climatización independiente para cada lado, accionamiento de las cortinillas (laterales y trasera), controles del equipo de sonido y un mando a distancia para manejar la pantalla trasera y el reproductor de DVD (si lo tiene).

De este modo, los pasajeros de las plazas laterales traseras tienen pulsadores para desplazar su parte de la banqueta hacia delante (al hacer esto, el respaldo se reclina hacia atrás simultáneamente), pueden articular la mitad superior del respaldo o variar la altura del apoyacabezas. En cada puerta hay unos botones para memorizar la posición. Si el ocupante de una de estas dos plazas abre la puerta de su lado, el asiento (tanto banqueta como respaldo) vuelve a la posición inicial. De este modo, el espacio que hay para sacar las piernas al exterior es el mayor posible (esta función se puede desactivar).

Además, hay dos interruptores en el lateral izquierdo del respaldo del asiento delantero derecho para adelantar este asiento y dejar más espacio para el pasajero que va detrás de ese asiento. Esos dos botones están accesibles tanto para el conductor como para el ocupante del asiento trasero.


La versión «President» con carrocería larga tiene de serie dos asientos traseros independientes separados por una consola que agrupa una serie de mandos (imagen). El que va en el lado contrario al del conductor tiene funciones adicionales que lo hacen muy recomendable, entre ellas las de masaje (más información sobre este asiento). Con estos asientos hay una pequeña mesita que sale de la consola (imagen) y que no sirve para llevar apoyado un ordenador portátil. Tampoco hay ninguna toma de corriente distinta a las de 12 V.

Con el climatizador de cuatro zonas (también lo hay de dos) se puede seleccionar una temperatura diferente para cada pasajero trasero; el caudal de aire es el mismo en las dos plazas pero es independiente del que hay en las plazas delanteras. Además, en la versión de carrocería larga hay unos sensores de temperatura corporal en las plazas traseras que modifican el funcionamiento de la climatización en función de la temperatura de esos ocupantes (más información sobre la climatización).

Los mandos de la climatización de las plazas traseras permiten distribuir el flujo por las cuatro salidas que tiene cada plaza trasera (una en el techo, otra en el montante central a la altura de la rodilla, otra en la consola central y una muy amplia en los pies) de forma independiente en la plaza izquierda y derecha. También hay unos difusores de aire sobre la cabeza, que generan una corriente difícilmente perceptible y que sirve para contrarrestar el calor irradiado por esa parte de la carrocería y por la luna trasera.

Para dar mayor intimidad a los pasajeros traseros hay unas cortinillas retráctiles en las ventanillas laterales y la luneta. Se manejan desde las plazas delanteras o traseras. La de la luneta se baja automáticamente al seleccionar la marcha atrás; las laterales, que cubren la ventana principal y un pequeño cristal triangular, se retiran si se pulsa el interruptor de la ventanilla.


En el techo hay una pantalla de gran tamaño de 9" (según versión) que se maneja desde un mando a distancia que hay guardado en interior del apoyabrazos trasero o desde la pantalla táctil delantera. Si está bajada y hay dos ocupantes en las plazas traseras, el conductor no tiene visibilidad a través de la luneta.

Los pasajeros de las plazas traseras pueden ver la misma información que aparece en la pantalla táctil delantera, películas en DVD, conectar una fuente de video externa (los conectores están en el cajón que hay bajo el apoyabrazos delantero) o manejar el equipo de sonido (algo que también pueden hacer con los mandos y la pantalla monocroma que también hay en el apoyabrazos). Pueden elegir escuchar el sonido a través de los altavoces del coche o mediante unos auriculares que se conectan a unas tomas que hay entre los dos asientos traseros.

En el techo, delante de cada una de las dos plazas laterales traseras hay un espejo abatible e iluminado.

Tras el hueco que deja el apoyabrazos en el respaldo trasero hay un pequeño compartimento refrigerado con espacio para guardar algunos botes de refresco. La versión con cuatro plazas tiene este compartimento refrigerado bajo el apoyabrazos.

Los asientos delanteros son realmente confortables. Tienen regulación eléctrica de varias funciones: distancia al volante, altura e inclinación de la banqueta, inclinación del respaldo, altura del apoyacabezas y del apoyo lumbar; el conductor puede, además, aumentar la longitud de la banqueta, algo que agradecerán los conductores de mayor estatura. Tan sólo he echado en falta la posibilidad de regular la inclinación de la mitad superior del respaldo, como en los asientos de BMW; algunos conductores también preferirían poder ir sentados más abajo.

El cinturón de seguridad se ajusta en altura también mediante un interruptor. Salvo este último interruptor y los de las memorias, que están en el panel de la puerta, el resto quedan ocultos en el lateral del asiento y hay que manejarlos a ciegas.

El volante está recubierto de madera y cuero; la parte que es de tejido tiene calefacción, algo muy de agradecer en días fríos. Se puede regular en altura y profundidad mediante un mando eléctrico. Además, tiene una fución que lo retira (hacia arriba y al fondo) de forma automática al entrar o salir del coche.


El cuadro de instrumentos ofrece abundante información y se lee con facilidad, tanto de día como de noche. A diferencia de los otros modelos híbridos, el LS 600h tiene un cuentarrevoluciones del motor de gasolina (al cual no le vemos ninguna utilidad). En la pantalla que hay en el cuadro se pueden seleccionar diversas informaciones como la autonomia, el consumo medio, la energía en kW (regenerados o consumidos), velocidad media o un gráfico con el modo de funcionamiento del sistema híbrido.

Todas las puertas tienen un sistema automático que finaliza el cierre si no están correctamente cerradas. La tapa del maletero también tiene un mecanismo de funcionamiento automático que se activa desde el interior, desde el mando a distancia o desde el pulsador que hay en la propia tapa (sobre la matrícula). El movimiento de cierre es a velocidad constante y se desacelera en los últimos 15 mm para evitar que haga ruido.