Para ahorrar peso, el capó, el techo y ciertas partes de la suspensión son de aluminio, la estructura del salpicadero es de magnesio y las aletas delanteras y el portón son de plástico.

Independientemente del color de la carrocería, el techo puede pintarse en tres tonos —gris, negro y blanco—. El proceso de pintado es parcialmente manual porque los coches con esta opción abandonan la cadena de producción para, una vez pintada la carrocería, ser envueltos por un plástico (imagen) dejando al aire únicamente el techo (imagen; imagen), operación que efectúan entre cuatro operarios y en la que emplean 12 minutos. A continuación, un robot pintor da color al techo (imagen). Aquí hay más imágenes de la cadena del proceso de fabricación del Evoque.

El coeficiente aerodinámico es 0,35 (en el Evoque Coupé 0,36), peor que el de un Audi Q3 (0,32).

Comparte la plataforma con el Freelander 2 pero la suspensión es diferente. Aunque la carrocería es más baja en el Evoque, la altura libre al suelo es mayor.

Algunas versiones pueden tener unos amortiguadores de respuesta variable llamados «MagneRide». La dureza del amortiguador cambia en función de la viscosidad del fluido ferromagnético contenido en su interior, que es controlada electrónicamente.

La dirección es eléctrica, lo que permite estrenar un sistema de aparcamiento semiautomático (imagen).

Las versiones de tracción total tienen el sistema «Terrain Response» (imagen), disponible también en otros modelos de Land Rover. Permite seleccionar varios programas diferentes en función del tipo de terreno por el que se circule: carretera/todoterreno fácil, hierba/gravilla/nieve, barro y baches/arena. En las versiones con el sistema «Adaptative Dynamics» hay un programa adicional denominado «Dynamic».  Cada programa varía el funcionamiento del motor, la transmisión, el control de estabilidad (DSC), la suspensión «Adaptative Dynamics»  y el cambio automático (si lo lleva). También tiene un control de velocidad en los descensos.