Land Rover Freelander 2 (2008) | Información general
El Freelander 2 es un todo terreno con carrocería de 4,50 m de largo y cinco puertas. Está a la venta con dos motores diferentes —uno de gasolina con 233 CV y otro Diesel de 160 CV—. Tiene tracción total conectable automáticamente y no lleva reductora. Este modelo reemplazó a finales de 2006 al Freelander, modelo que apareció en 1997.
Tiene diversas cualidades que lo hacen recomendable. Si bien por carretera no es de los más ágiles, menos que un Toyota RAV4, sí es cómodo y seguro. En campo, tan sólo le falta la reductora para ser un auténtico todo terreno, porque tanto la suspensión como el sistema de tracción desempeñan satisfactoriamente su cometido.
En mayo de 2009, Land Rover añade un sistema de arranque y parada automático del motor («Stop/Start») exclusivamente a las versiones con motor Diesel (160 CV) y cambio manual. Este sistema funciona de forma satisfactoria por la suavidad con la que el motor se para y vuelve a arrancar durante las detenciones. Sirve para ahorrar combustible especialmente en recorridos de ciudad. El motor no siempre se para cuando el coche se detiene; por ejemplo, cuando el sistema de refrigeración tiene que enfriar el habitáculo o cuando se elige uno de los tres modos de funcionamiento del control de tracción («Terrain Response») indicados para conducir fuera de la carretera. Hay una tecla en el salpicadero para anular el dispositivo «Stop/Start» a voluntad del conductor. Este sistema también va asociado a un indicador de cambio de marcha.
El Land Rover Freelander 2 Td4_e 2.2 E Stop/Start tiene un consumo medio homologado de 6,4 l/100 km (el automático gasta 7,9 l/100 en las mismas condiciones). Su consumo es contenido, aunque hay varios todoterrenos similares que gastan menos (lista de vehículos similares ordenados por consumo).
Está a la venta desde 29.350 € (con motor Diesel de 160 CV), hasta 50.180 € de la versión más equipada con motor de gasolina de 233 CV.
Con el motor Diesel es más caro que algunos todoterrenos semejantes que también tienen tracción total, motor Diesel y potencia parecida, como el Nissan Qashqai+2 4x4 dCi 150 CV o un KIA Sorento 2.5 CRDi. Tiene prácticamente el mismo precio que un Renault Koleos 2.0 dCi 150 CV 4x4 y es más barato que un Volkswagen Tiguan 2.0 TDI 140 CV. El Audi Q5 más económico cuesta 40.950 €.
El habitáculo destaca por la anchura disponible, mayor que la de cualquiera de sus alternativas. La altura es suficiente para personas de algo más de 1,90 m y el espacio para las piernas es, según nuestras mediciones, menor que en otros todoterrenos de su tamaño, tanto delante como detrás. Las plazas traseras están más elevadas que las delanteras, para que sus ocupantes tengan mejor visión de la carretera. Estos asientos no pueden desplazarse longitudinalmente, como sí sucede en el Honda CR-V o en el Toyota RAV4.
El maletero tiene formas regulares pero no es tan capaz como el de otros todo terreno de su tamaño, al menos hasta la cortinilla que lo cubre. Bajo el piso hay un hueco con la rueda de repuesto y con espacio para guardar los triángulos de emergencia y algunas herramientas útiles si se va a utilizar el coche fuera del asfalto (una eslinga, por ejemplo).
El interior transmite una grata sensación de calidad. Por su diseño y la ubicación de los mandos, el salpicadero recuerda al del Range Rover Sport. Los materiales presentan buen aspecto y los ajustes, en general, son correctos.
La visibilidad es buena gracias a una posición de conducción elevada y al generoso tamaño de los retrovisores exteriores.
El Land Rover Freelander 2 está a la venta con dos motores diferentes, uno de gasolina de 233 CV y otro turbodiésel de 160 CV, ambos colocados transversalmente (más información técnica). Si bien la diferencia de prestaciones (según los datos facilitados por la marca) es notable, en carretera abierta no es tan grande.
El Diesel es un cuatro cilindros de 2,2 l de cilindrada que da 160 CV, semejante al que lleva el Peugeot 407 de 170 CV, pero con un único turbocompresor. Es un motor agradable de conducir por ciudad ya que, salvo cuando está muy frío, es poco ruidoso. Además, tiene fuerza suficiente para salir bien desde parado, algo especialmente necesario cuando se conduce por el campo.
El Freelander se puede elegir con cambio manual o automático «Command Shift» (de seis velocidades del fabricante Aisin Warner, modelo AWF21) si tiene motor Diesel. Si tiene motor de gasolina sólo se puede elegir con cambio automático.
Independientemente del motor, el cambio automático de seis velocidades me parece totalmente recomendable porque tiene un funcionamiento satisfactorio. En conducción fuera de la carretera hay muchas circunstancias en las que es preferible la versión automática, por ejemplo, para moverse a muy baja velocidad por zonas complicadas.
Para facilitar la conducción del coche fuera del asfalto, Land Rover ha equipado a este modelo con el «Terrain Response» (excepto en la versión menos equipada), un mando que permite seleccionar el tipo de superficie sobre la que se está circulando (imagen). Al hacerlo, una centralita gestiona de forma automática los controles electrónicos del coche relacionados con la conducción.
Este mando también lo tienen el resto de modelos de la marca, aunque su funcionamiento no es igual, entre otros motivos porque el Freelander 2 no tiene diferencial central, bloqueos de los diferenciales, reductora o suspensión variable en altura (más información de este dispositivo en el Land Rover Discovery 3 TDV6 2.7).
También tiene un sistema («HDC») que controla la velocidad mediante los frenos, al descender pendientes muy pronunciadas.
El equipamiento de serie incluye siete airbags (incluido uno de rodillas para el conductor), control de estabilidad y un botón de arranque.
Hay dos tipos de faros delanteros: halógenos, con lentes de policarbonato resistentes a los impactos y arañazos, o unos de xenón para cortas y largas que pueden disponer de alumbrado en curva. En cada faro hay una membrana del material «Gore-Tex» que permite la ventilación pero no el paso del agua e impide la condensación en vadeos.
Otros elementos de equipamiento que puede tener, según la versión, son: conexión automática de luces y limpiaparabrisas, programador de velocidad, climatizador de doble zona con filtro antipolen, techo solar panorámico deslizante, ayuda al aparcamiento delante y detrás, navegador con DVD y pantalla táctil en color, manos libres Bluetooth, equipo de sonido Alpine con «Dolby Prologic II 7.1», catorce altavoces y radio digital.