Koenigsegg Regera (2015) | Información general
El Regera es un nuevo modelo de Koenigsegg, con un planteamiento menos radical que el Agera y el One:1, encaminado a proporcionar mayor lujo y confort. A pesar de ello, su capacidad de aceleración es, de acuerdo con el fabricante, superior a la de ambos gracias a su sistema de propulsión híbrido de «más de 1500 CV». Koenigsegg construirá 80 ejemplares del Regera.
El Regera está movido por un sistema que consta de cuatro motores (tres eléctricos y uno de combustión), que prescinde de caja de cambios y que envía toda la fuerza a las ruedas del eje trasero. El motor de combustión —V8 de 5,0 litros y 1115 CV— está unido a un motor eléctrico de 218 CV a través del cigüeñal. Las funciones de este motor eléctrico son la de apoyar al motor de combustión, generar electricidad en las fases de deceleración y hacer de motor de arranque. La fuerza de estos dos motores no se envía las ruedas a través de una caja de cambios, sino de un embrague de accionamiento hidráulico y un único engranaje con una reducción de 2,85 a 1.
Koenigsegg denomina a este sistema de transmisión directa sin presencia de una caja de cambios, como «Koenigsegg Direct Drive» (KDD). Asegura que reduce un 50% de las pérdidas por fricción que se dan en las transmisiones automáticas convencionales, ya sean de tipo doble embrague o CVT.
Pasado el embrague y el engranaje reductor, se encuentran los dos motores eléctricos restantes, de 245 CV cada uno. Son independientes y mueven directamente su correspondiente rueda trasera. Además de poder mover el vehículo por sí mismos, sirven también para realizar la función «torque vectoring», con la que se consigue aumentar la velocidad de paso por curva variando la fuerza que cada uno envía a su respectiva rueda (cuánta hay que enviar y en qué momento lo determina una centralita electrónica).
Hay poca información sobre el funcionamiento de este sistema. Sabemos que el Regera inicia la marcha con los dos motores eléctricos de las ruedas y que, cuando llega a unos 30-40 km/h, enciende el motor de combustión (gracias al motor eléctrico unido por el cigüeñal) y se acopla a la línea de transmisión a través del embrague hidráulico. En esos momentos el motor de combustión gira a unas 600 rpm, es decir, a un régimen en el que entrega poca fuerza y necesita la asistencia del motor eléctrico para subir de vueltas con rapidez.
Detrás del volante hay dos levas (imagen) que sirven para engranar las posiciones P (parking), R (marcha atrás), N (punto muerto) y D (marcha adelante). La posición P se consigue pisando el pedal del freno y tirando de ambas levas a la vez. Si las levas se mantienen tiradas durante cinco segundos se mete el punto muerto (N). Si se pisa el freno y se tira de la leva izquierda, se activa la marcha atrás (R) y si se tira de la leva derecha se inserta la posición D, para avanzar.
Para alimentar a los motores eléctricos hay una batería de iones de litio (desarrollada en colaboración con Mate Rimac) con una capacidad de 9,27 kWh. Está colocada justo por delante del motor de combustión, ocupando el túnel central y pesa 115 kilogramos (la batería del Porsche 918 Spyder tiene 6,8 kWh y pesa 138 kg). Puede dar una potencia máxima de hasta 680 CV en fases de aceleración. La autonomía en modo eléctrico es aproximadamente 50 kilómetros y la batería se puede cargar conectándola a un enchufe (aunque no se especifica en cuánto tiempo).
El Koenigsegg Regera pesa 1628 kilogramos con todos los fluidos necesarios para circular. El fabricante afirma que el sistema KDD (que incluye todos los motores y la batería) añade 88 kilogramos sobre un Regera que sólo tuviera el motor de combustión y una caja de cambios de doble embrague y siete velocidades (la que tiene, por ejemplo, el Agera R). Las dimensiones de la carrocería son: 4,56 metros de longitud, 2,05 metros de anchura y 1,11 metros de altura. El volumen del compartimento de carga es 150 litros.
El Regera es mucho más rápido que modelos como el Ferrari LaFerrari (963 CV) y el McLaren P1 (918 CV). Según Koenigsegg, el Regera puede acelerar de 0 a 400 km/h en menos de 20 segundos y pasar de 150 a 250 km/h en 3,2 s. La velocidad máxima es 410 km/h. Ni el Ferrari ni el McLaren llegan a 400 km/h y necesitan 15,0 y 16,7 segundos respectivamente para alcanzar 300 km/h.
Tiene un alerón trasero retráctil hecho en fibra de carbono, como el resto de la carrocería. Además de este alerón, en la carrocería hay otra serie de apéndices para incrementar la carga aerodinámica (el Regera consigue generar 450 kilogramos de fuerza descendente a 250 km/h).
La línea de escape está fabricada en titanio y en colaboración con el especialista Akrapovič. La tobera central ovalada que hay en la parte trasera no es la salida de los gases de combustión, sino la salida de ventilación (del aire caliente) del compartimento del motor (imagen). Las verdaderas salidas de escape están integradas en dos de las aletas verticales del difusor trasero (hay tres de estas aletas a cada lado de la tobera central, pues bien, la salida de escape se halla siempre en el medio, imagen).
Los discos de freno del ambos ejes son de material carbocerámico. Los delanteros miden 397 milímetros de diámetro y tienen pinzas de 6 pistones, mientras que los traseros miden 380 mm y tienen pinzas de 4 pistones. Los neumáticos son Michelin Supersport (diseñados específicamente para este coche) y sus dimensiones son 275/35 delante (llanta de 19 pulgadas) y 345/30 (llanta de 20 pulgadas).
El habitáculo del Regera tiene más cantidad de material aislante de ruido y vibraciones que cualquier otro Koenigsegg, así como unos asientos con ajuste eléctrico y memoria de posición. En el salpicadero hay una pantalla táctil de 9,0 pulgadas con un sistema operativo Apple CarPlay y la capacidad para conectarse a redes inalámbricas 3G y WiFi.
La distribución de los diodos led en el faro está pensada para crear la sensación de estar viendo una constelación de estrellas. Koenigsegg los llama «Constellation DRL».