KIA Carnival (2002) | Al volante del Carnival 2.5 V6 y 2.9 HPDI
La primera conclusión que he sacado en claro del KIA Carnival es que es un monovolumen indicado para viajar por carreteras amplias, con buen piso y pocas curvas. En dichas circunstancias se puede ir a un buen ritmo con enorme comodidad y amplitud. Sin embargo, la suavidad de las suspensiones, su elevado peso y gran tamaño le hace menos apropiado para moverse con agilidad por carreteras con curvas.
Desde mi punto de vista, las suspensiones siguen siendo mejorables, pues su excesiva suavidad es incapaz de contener un acusado balanceo y cabeceo de la carrocería, que hace que el coche rebote más de la cuenta y nos haga perder confianza al volante al pasar por zonas con ondulaciones. He probado tanto el modelo 2.5 V6 como el 2.9 HPDI mucho más rápido de lo que probablemente jamás vaya a circular un usuario normal de Carnival y lo cierto es que el coche no llega a perder la compostura ni se descoloca a pesar de producirse tan acusados rebotes de suspensión. En cualquier caso, son mejorables y siguen restando confianza, sobre todo teniendo en cuenta que otros monovolumen como el Renault Espace, Chrysler Voyager o el trío Galaxy/Alhambra/Sharan tienen un mayor aplomo.
En carreteras con curvas tienen una marcada tendencia subviradora, sobre todo el modelo turbodiésel, con un motor mucho más pesado colgado sobre el eje delantero. El Carnival 2.5 V5 es apreciablemente más ágil y se inscribe algo mejor en los giros. La enormedesmultiplicación de la dirección (3,6 vueltas) la hace lenta y obliga a mover mucho el volante al trazar cualquier curva. En cualquiera de las dos versiones del Carnival, la acusada inclinación de la carrocería también contribuye a que las perdidas de motricidadsean inevitables si aceleramos fuerte al salir de una curva en marchas cortas.
Los frenos, tienen un tacto correcto y se pueden dosificar con facilidad, pero aguantan lo justo el trato duro. También es cierto que se refrigeran con rapidez, pero la fatiga vuelve a aparecer si forzamos el ritmo, más teniendo en cuenta que es un vehículo con capacidad para siete personas. A mi juicio, el tamaño de los frenos es algo justo, prácticamente todos sus posibles rivales tienendiscos ventilados delante más grandes y discos traseros (el Carnival tiene tambores atrás).
El 2.5 V6 de gasolina es suave y empuja bien de este modelo (aunque no he tenido ocasión de probarlo con carga). Estira con fuerza hasta la zona roja del cuentavueltas (6.500 rpm) en las tres primeras marchas. A partir de 4ª le cuesta superar las 6.000 rpm y en 5ª se queda a 5.500 rpm. KIA anuncia una velocidad máxima (185 km/h) similar al modelo anterior a pesar de su menor potencia. En nuestra toma de contacto hemos medido (con el crono) una velocidad máxima que superaba los 200 km/h. El accionamiento del cambio es correcto pero en los desarrollos de transmisión hay un salto muy acusado al cambiar de 1ª a 2ª velocidad.
El modelo 2.9 HPDI es el que más cambios ha recibido en su motor turbodiésel y parecen muy positivos. El anterior motor sin conducto común hacía un ruido infernal y el renovado motor es mucho más silencioso y apenas vibra. Es un motor mucho más fino de funcionamiento. También es más elástico, empuja con energía desde 1.500 hasta 4.000 rpm y llega con algo más de dificultad hasta 4.250 rpm. El anterior motor comenzaba a estirar más fuerte a partir de 1.750 rpm. Sorprendentemente, también se anuncia una velocidad máxima (168 km/h) similar al anterior Carnival, a pesar de tener 18 CV más de potencia.