El Jeep Grand Cherokee es un todoterreno de cinco plazas y 4,83 m de longitud. Está en un término medio entre los más orientados al asfalto —como pueden ser un BMW X5 o un Volvo XC90— y los que tienen grandes aptitudes para circular fuera de él —Toyota Land Cruiser—. Está a la venta con motores de 190 a 707 CV desde 59 800 € (listado de precios con las versiones en venta).
Este Grand Cherokee año-modelo 2017 pertenece a la cuarta generación de este modelo, que fue lanzada en 2011 (prueba del Grand Cherokee 2011), recibió una primera actualización en 2013 (más información del Grand Cherokee 2013) y una segunda a finales de 2016 (que es en la que se centra el presente texto).
En esta gama 2017, Jeep ha cambiado poco este modelo. Ha rediseñado el paragolpes delantero, los antinieblas y la parrilla. A los niveles de equipamiento ya existentes en la gama 2013 —Laredo, Limited, Overland, Summit y SRT—, Jeep añade dos más: S y Trailhawk.
La reductora, un sistema de tracción eficaz y una altura libre adecuada (218 mm en las versiones de suspensión convencional y 255 mm en las que la tienen neumática) permiten afrontar obstáculos más allá de una pista en mal estado. En carretera, es cómodo en las vías rápidas y torpe en las lentas. Al menos con el motor Diesel de 250 CV, el consumo de gasóleo es mayor que la media. En las Impresiones de conducción lo contamos con más detenimiento.
El habitáculo es amplio y el maletero, pequeño ya que solo tiene 457 litros. Esto último puede que sea la mayor desventaja respecto a los modelos contra los que compite en el mercado. En el apartado de Impresiones del interior damos más información.
Tomando como referencia la versión más sencilla —Diesel de 190 CV—, es mucho más caro que un Mitsubishi Montero, un KIA Sportage o un Ford Edge. Cuesta casi lo mismo que un Mercedes-Benz GLE 250d, coche que comparte plataforma y suspensiones con el Jeep. El Range Rover Velar también tiene un precio similar en su versión de 179 CV, mientras que el BMW X5 25d y el XC90 son más caros (y también más potentes). De todos ellos (listado de todoterrenos que miden entre 4,75 y 4,90 m, con motor de 180 a 300 CV, cambio automático y tracción total), el Jeep es el único cuyo motor es de seis cilindros en vez de cuatro.
La gama de motores está compuesta por dos Diesel —ambos de 3,0 litros de cilindrada con 190 o 250 CV— y cuatro de gasolina —3,6 litros de 286 CV, 5,7 litros de 352 CV, 6,4 litros de 468 CV y 6,2 litros de 707 CV—. De los motores de gasolina, el de 286 CV tiene seis cilindros y los otros tres tienen ocho, siempre colocados en V.
Los de 468 y 707 CV van montados en exclusiva en la versiones SRT y Trackhawk, respectivamente. Ambas tienen una estética diferente a la del resto de la gama, más «deportiva», y una puesta a punto del chasis específica (más información del SRT8, que es como se llamaba anteriormente el SRT y artículo del Trackhawk)—.
El equipamiento es abundante, aunque hay ausencias de elementos que son más o menos comunes hoy en día. Es el caso de un cargador inalámbrico, las cámaras para tener una visión perimetral o un sistema activo de iluminación avanzado. También sorprende que la cámara de ayuda al aparcamiento no la pueda tener el equipamiento Laredo; es el más sencillo pero cuesta casi 60 000 €. Todas las versiones tienen navegador aunque con pantalla de distinto tamaño (7 u 8,4”), sistema de entrada y arranque manos libres y ajustes eléctricos para el asiento del conductor. Entre los elementos de seguridad están la alerta por posible choque frontal, la detección de objetos en el ángulo muerto de los retrovisores y una alerta por cambio involuntario de carril.
El nivel de equipamiento Trailhawk ya existe en los Jeep Cherokee y Renegade. Está destinado a un uso más exigente fuera de la carretera. Tiene llantas de 18 pulgadas con neumáticos Goodyear Adventure reforzados con kevlar, especiales para todoterreno, y planchas metálicas para reforzar la parte baja del chasis.
El nivel Summit es el más alto de gama y se corresponde con el de la unidad que hemos probado. Con respecto al mismo nivel de la gama 2013, cambia la parrilla, las luces antiniebla son de tipo LED (las cortas y largas son de xenón) y las llantas de aleación tienen 20 pulgadas de diámetro. El salpicadero y las puertas están tapizados en napa, el equipo de música es del especialista Harman Kardon —tiene 19 altavoces, un amplificador de doce canales y tres subwoofer—, el parabrisas tiene mayor capacidad de aislamiento acústico y las ventanas son de doble acristalamiento, también para mejorar la insonorización.
En el comparador de seguros de todoterreno de km77.com, hemos calculado el precio de una póliza para un Jeep Grand Cherokee Diesel de 250 CV. El tomador es un hombre de 49 años que vive en el centro de Madrid y recorre con el coche (el cual guarda en garaje) hasta unos 30 000 kilómetros anuales. Esta persona lleva 6 años sin dar un parte de accidente a su actual compañía de seguros, que es Allianz. Con estos datos, la póliza a todo riesgo sin franquicia más económica la ofrece la aseguradora Nuez por 677 euros, aunque se trata de un seguro de baja calidad (4,32 puntos sobre 10). Pelayo ofrece una póliza por 1053 euros con una calidad de 7,0 puntos. Más información de cómo valoramos la calidad de una póliza.