Jaguar XK (2003) | Impresiones del interior
El XK es un coche refinado y con buen aspecto. Como ocurre en otros Jaguar, la madera no parece postiza. A diferencia de lo que ocurre en otros coches (incluso de lujo), la impresión que da es que el salpicadero está hecho con madera, no que le han puesto madera al salpicadero. Hay otros detalles que indican un buen acabado, como las costuras del cuero.
Por el contrario, si se buscan, se pueden encontrar plásticos mediocres para un coche con la presencia que tiene el XK. Hay plástico en las piezas de recubrimiento inferiores del asiento o la empuñadura del freno de mano. Jaguar no la ha forrado de cuero, quizá porque el freno de mano está muy expuesto a roces al entrar y salir del coche (queda al lado del marco inferior de la puerta).
Algo sin mucha importancia, pero chocante, es que las cerraduras del XK son iguales que las de cualquier Ford, y cualquier llave de un Ford puede cerrar cualquier Ford o Jaguar (pero no abrirlo, claro).
El puesto de conducción es más apropiado para personas de estatura media o baja. Las más altas pueden encontrar que falta algo de desplazamiento longitudinal del asiento (107 cm desde el pedal de freno, como máximo) o que el techo les queda cerca (90 cm, desde la posición más baja). Las medidas del descapotable y del cupé son prácticamente iguales, si se mide la altura disponible en una posición del asiento más bien retrasada. Las plazas traseras son inútiles para adultos o para niños que necesiten una silla.
Lo malo del asiento es que sujeta muy poco el cuerpo. El cuero, muy fino de tacto, es resbaloso, la forma del respaldo deja la zona dorsal muy suelta y el relleno de la banqueta no es suficientemente duro para compensar lo anterior. El conductor puede usar el amplio apoyo del pie izquierdo en unas curvas y la consola en otras; el pasajero lo tiene más difícil porque no hay asas ni en el techo ni en el montante
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