Hyundai Staria (2022) - Prueba | Impresiones del interior

07/07/2023 |Fernando Ríos (@RiversChains)

Acceso al habitáculo y espacio

El acceso al habitáculo Staria no es dificultoso, pero sí que hay que tener en cuenta que el piso del mismo está muy alto con respecto al suelo y que, por tanto, es necesario tomar un pequeño impulso para subirse. Acertadamente, Hyundai ha instalado unos asideros en casi todas las puertas (curiosamente no tiene la del conductor, que es la más utilizada) y un pequeño escalón en cada uno de los umbrales (imagen), dos elementos que facilitan en buena medida la labor. También ayudan a ello las dos puertas laterales corredizas que dan acceso a los asientos de la segunda y tercera fila, que son de serie, están motorizadas y liberan un hueco especialmente amplio. Para la salida del habitáculo la situación es similar, aunque los niños pequeños han de tener cuidado y utilizar convenientemente el mencionado escalón para salvar la distancia hasta el suelo, de lo contrario deberán saltar.

Una vez dentro, el espacio disponible es enorme en cualquiera de las tres filas de asientos. Según nuestras mediciones, en la primera hay hasta 108 cm de altura y nada menos que 158 cm de anchura. Esta última cota es especialmente llamativa y permite que dos adultos viajen a mucha distancia entre sí o tres de manera más o menos confortable (la que utilice el transportín central irá algo peor porque es estrecho y duro; para una situación de emergencia es válido; imagen). 

En los tres asientos de la segunda fila también hay mucho espacio para los pasajeros, incluso si estos son adultos y/o de estatura superior a la media (calculo que hasta dos metros). Hemos medido 88 cm para las piernas con los asientos en su posición mas retrasada y 168 cm de anchura a la altura de los hombros, que es mucho (incluso si lo comparamos con sus alternativas; comparativa). Si a eso le añadimos la posibilidad de mover los asientos en sentido longitudinal (11 cm) y modificar el ángulo de inclinación de los respaldos —en un margen muy amplio—, el resultado es un lugar especialmente agradable para viajar.

No obstante no todo son buenas noticias a este respecto: en esta segunda fila no hay tres butacas individuales como en el Volkswagen T7 Multivan o el Mercedes-Benz Clase V, sino una banqueta dividida en dos partes asimétricas (60:40), que es mucho menos práctica. También resulta chocante el hecho de que solo haya anclajes Isofix para la colocación de sillitas infantiles en los asientos de los extremos, no en el central, o que no se ofrezcan, ni siquiera de manera opcional, unas pequeñas mesitas tras los asientos delanteros.

Con lo que sí cuentan los pasajeros de esta fila es con dos tomas USB de tipo convencional (imagen), unas ventanillas con apertura de tipo lateral (imagen), unas cortinillas retráctiles (imagen), dos pequeños huecos tras los asientos delanteros diseñados para colocar teléfonos móviles (imagen), un climatizador independiente del de las plazas delanteras (imagen), varias salidas de ventilación distribuidas por el techo (imagen) y un botón en cada una de las puertas que las abre o las cierra de manera automática (imagen).

El sistema de acceso a la tercera fila es sencillo y el hueco que libera es relativamente amplio (imagen). Para acceder a estos asientos es necesario tirar de una cinta de color rojo situada en la base de los asientos de la segunda fila que se encarga de hacer bascular el respaldo y de mover la banqueta hacia delante (hay que acompañar el movimiento con la mano, no es automático). Como la segunda fila está dividida en dos porciones asimétricas, es recomendable acceder a la tercera por la parte derecha del vehículo, que es donde se encuentra la porción más pequeña y ligera de asiento.

Por espacio y atenciones, las tres plazas de esta tercera fila son perfectamente utilizables por adultos. No son tan amplias como las de la segunda, sobre todo por anchura (hay 163 cm, cinco menos), pero permite viajar a tres personas de estatura media o incluso un poco superior sin ningún problema. Y además cuentan con casi las mismos elementos de confort que los de la segunda: banquetas con ajuste longitudinal, respaldos con ajuste en inclinación, salidas de aire en el techo (aunque aquí no hay un climatizador independiente), dos tomas USB (imagen), ventanillas laterales con apertura de tipo compás (imagen) y cortinillas retráctiles (imagen). En estos asientos no hay ningún anclaje Isofix.

Maletero

El maletero es muy grande y, además, tiene formas muy regulares, por lo que resulta sencillo aprovechar el espacio disponible (imagen). Hyundai no da cifras concretas sobre la capacidad del mismo, pero nosotros hemos medido un mínimo de 123 cm de anchura, 79 cm de profundidad y 62 cm de altura —hasta la base de los reposacabezas posteriores; no hay bandeja— con las nueve plazas en posición de servicio. El producto de esos datos da como resultado 602 litros, que son los litros aproximados con los que dispone sin contar con los pequeños recovecos. Mucho espacio.

Desde el propio maletero es posible adelantar los asientos de la tercera fila para aumentar el volumen de carga. Para ello es necesario tirar de un mando situado en la base de los mismos y acompañarlos con la mano hacia delante. También es posible plegar las banquetas de dichos asientos y así adelantarlos unos centímetros adicionales, si bien de esta manera quedan inutilizados para ser ocupados por pasajeros (imagen). No hay un doble fondo, ni ganchos, ni cintas elásticas para colocar objetos menudos y la iluminación corre a cargo del mismo plafón que aporta luz a los pasajeros de la tercera fila. 

El portón del maletero es enorme y queda muy alto cuando está completamente abierto (mido 1,83 m de altura y quepo perfectamente debajo). Que sea tan grande tiene ventajas, como por ejemplo un acceso soberbio al espacio de carga, pero también inconventientes: sobresale nada menos que 139 cm en sentido horizontal, por lo que hay que tener mucho cuidado al abrir o cerrarlo (una operación que se realiza de manera automática) para no golpearlo contra una pared o un coche.

Salpicadero, acabados y otros detalles

El diseño del salpicadero es moderno (no tanto como el exterior) y tiene muchos mandos y elementos presentes en otros modelos de la marca. Las pantallas, por ejemplo, son las mismas que Hyundai utiliza en el Tucson, de 10,25 pulgadas tanto para la instrumentación (imagen) como para la del sistema multimedia (imagen). La primera no tiene muchas posibilidades de personalización (cambian los colores de fondo al alternar entre los distintos modos de conducción, poco más), pero cumple bien con su cometido porque muestra la información de manera clara y se ve bien incluso ante condiciones de luz adversas (y eso que no tiene una cubierta superior). La del sistema multimedia también es correcta en estos aspectos, pero se queda pequeña en un habitáculo tan grande y, además, no tiene botones físicos a su alrededor para manejar las distintas funciones, sino superficies táctiles que obligan a desviar la vista de la carretera más tiempo del deseado. Lo mismo ocurre con los mandos del climatizador: se echan de menos unos «de verdad» (imagen).

A lo largo del salpicadero hay varios huecos portaobjetos muy útiles: una guantera justo por debajo de la instrumentación (imagen), otra tras la pantalla del sistema multimedia (imagen) y un portabebidas en cada uno de los extremos (imagen). A todos ellos hay que añadir la guantera convencional frente al asiento del pasajero (aunque es muy pequeña en este caso; imagen), varias repisas en la zona del salpicadero que hay entre el módulo del climatizador y el piso del habitáculo (imagen) y otros dos receptáculos amplios por encima de los parasoles (imagen). Cuando el transportín de la primera fila no está en uso, es posible abatirlo y utilizarlo igualmente como superficie para depositar enseres (está diseñado para ello; imagen).

El puesto de conducción me ha parecido agradable. El asiento va situado muy alto con respecto al piso y con respecto a la carretera (una posición típica «de furgoneta»), por lo que la visibilidad es buena hacia delante y hacia los laterales (hacia atrás no tanto porque es un vehículo muy grande). Además, todos los mandos de uso frecuente está situados muy cerca de la mano y el mullido de la banqueta es confortable. Con todo, hay aspectos mejorables: en carreteras de curvas, y no necesariamente a mucha velocidad, vendría bien tener un poco más de sujeción lateral del cuerpo por parte de los asientos, pues al ir sentado muy alto, éste tiene movimientos amplios. También he echado en falta que el reposabrazos de la puerta, donde en ocasiones se apoya el codo al conducir, tuviera algún tipo de acolchado (es una superficie dura que acaba resultando molesta de utilizar).

Los materiales que Hyundai ha utilizado para recubrir el habitáculo son correctos, sin más. No hay superficies blandas por ningún sitio, aunque algunas de ellas tienen un tratamiento superficial que las hace agradables a la vista y al tacto. Los acabados sí que parecen mejor cuidados: durante la prueba no escuchamos ruidos por desajustes incluso al circular por carreteras en mal estado, algo reseñable en cualquier vehículo pero más aún en uno con un habitáculo de semejante tamaño y compuesto de tantas piezas. La mayoría de los huecos portaobjetos tienen un fondo de goma y la iluminación del habitáculo es buena incluso en la tercera fila, que suele estar menos cuidada en este tipo de detalles (es de ledes).