Honda Jazz (2023). Mucho espacio a lo largo y un sistema híbrido agradable y eficiente | Impresiones del interior
Las impresiones del interior del Honda Jazz 2020 son plenamente aplicables al Jazz 2023. Para no resultar repetitivo, a continuación abordaremos los puntos fundamentales.
El aspecto más sobresaliente del interior del Jazz es la amplitud longitudinal del habitáculo. El espacio disponible para las piernas en la segunda fila de asientos es extraordinario dadas las dimensiones de la carrocería. Hay 76 centímetros colocando el asiento del conductor a 100 cm del pedal del freno, una cifra que deja en ridículo los 67 cm que ofrece un Toyota Yaris. Modelos de tipo SUV como el Toyota Yaris Cross y el Renault Captur, ambos con una carrocería más larga que la del Honda, tampoco son un rival en esta materia (64 y 68 cm respectivamente).
Tanto espacio resulta beneficioso no solo para las piernas de un posible ocupante, sino también para colocar una silla infantil sin la necesidad de que los pasajeros delanteros tengan que correr excesivamente su asiento hacia delante. Con respecto a esto último hay que añadir que las puertas posteriores abren en un ángulo de casi 90 grados, por lo que las operaciones de carga y descarga de niños resultan cómodas.
Tan buen espacio longitudinal tiene, no obstante, un problema. Un problema que está relacionado con una tapicería de asientos calurosa y la ausencia de salidas de aire centrales para las plazas posteriores (imagen). He probado el Jazz en días de verano, con temperaturas superiores a 35 ºC, y para conseguir que los pasajeros traseros viajasen cómodos había que ajustar que el climatizador a un nivel tan bajo quienes íbamos delante nos congelábamos.
Regresando al tema espacio, la anchura entre puertas es pequeña. Tan solo 127 centímetros, dos menos que un Yaris y un Renault Clio (que no son una referencia en esta materia) y siete menos que un Škoda Fabia. La distancia entre la banqueta y el techo es correcta, 91 centímetros, suficiente para que un adulto de 1,80 metros de estatura se pueda estirar.
El maletero tiene un volumen de 304 litros, por lo que es más grande que el de un Yaris (270 l), un Clio hibrido (254 l) y un MG 3 (241 l). Un Toyota Yaris Cross y un Renault Captur tienen más capacidad de carga (397 y 422 litros respectivamente). Echamos en falta que la banqueta posterior se pueda deslizar a lo largo, pues con tanta longitud disponible resultaría muy práctico jugar con el espacio para los pasajeros y el maletero en función de las necesidades. A cambio, el Jazz dispone de la función Magic Seat, que permite abatir la banqueta contra el respaldo como si fuera un asiento de una butaca de cine y transportar objetos que por altura no cabrían en el maletero (imagen).
La instrumentación se ve siempre en una pantalla de 7,0 pulgadas, en la que la información mostrada tiene buena legibilidad (imagen), pero el manejo del ordenador de viaje a través de los mandos del volante resulta un tanto enrevesado.
El sistema multimedia se maneja a través de una pantalla central de 9,0 pulgadas, de rendimiento justo y aspecto algo anticuado. Tampoco es un sistema particularmente intuitivo y para realizar algunos ajustes (como la desconexión de sistemas de ayuda a la conducción) es imperativo colocar la palanca del cambio en la posición P, lo que es un verdadero fastidio. Es compatible con Android Auto (mediante cable) y Apple CarPlay (de manera inalámbrica). Los plásticos de recubrimiento son duros en la práctica totalidad, pero transmiten la sensación de que van a aguantar bien el paso del tiempo.
La posición al volante se parece a la de un SUV en tanto que se va con las piernas más flexionadas que en un turismo, pero la línea de visión queda más abajo, como en un turismo. Así que es una mezcla de ambos estilos. En cualquier caso, con los ajustes disponibles para el volante (altura y profundidad) y el asiento es sencillo encontrar una postura agradable y relajada.