Honda Civic Hybrid (2006) | Suave y de bajo consumo
La conducción del Civic Hybrid no es distinta de la de cualquier coche de cambio automático de variador.
Donde el Civic luce es en ciudad, en carretera con tráfico denso (el que puede haber en los accesos a una gran ciudad en horas punta) o en aquellas carreteras donde se pueda mantener una velocidad constante o con moderada aceleración. En estas circunstancias, el Civic es particularmente agradable porque tiene un consumo de gasolina bajo y es muy silencioso.
Cuando hay que salir rápidamente desde parado o desde una velocidad baja, como en una incorporación a una calle o una vía rápida, tiene una respuesta rápida.
En un recorrido mitad por ciudad con tráfico denso o muy denso y la otra mitad por autovía a un ritmo suave, el consumo de combustible ha sido 6,5 l/100 km. Puede gastar unos 6,0 l/100 a velocidad normal y sostenida por autopista.
En un recorrido sobre 250 km principalmente por carreteras secundarias de todo tipo acelerando a fondo en ocasiones y el resto a un ritmo normal, gastó 7,4 l/100 km. Un Prius en el mismo recorrido consumió 6,7 l/100 km.
En algunas ocasiones la medición de consumo del ordenador de viaje ha sido exacta y en otras ha marcado 0,5 l/100 km de más.
Es silencioso por dos razones: primero, porque el motor de gasolina se apaga automáticamente, si el coche se detiene por completo y el conductor mantiene el pie en el freno (si la temperatura está entre -12 y 38ºC, si la batería está suficientemente cargada, si el motor de gasolina no está frío y si no está conectado el servicio eléctrico que deshace el hielo del parabrisas). Si el coche no supera 12 km/h, el motor de gasolina sólo se para hasta un máximo de dos veces.
Si el motor se ha parado (que es lo más normal), cuando el conductor suelta el pedal del freno, el motor térmico se pone en marcha automáticamente de una forma extraordinariamente rápida y suave.
El sistema de transmisión también contribuye a que el coche sea muy silencioso, porque hace que el motor funcione —siempre que se pise poco el acelerador— a un régimen muy bajo (si está puesta la posición «D» de la palanca de cambios).
Si se pisa súbitamente el acelerador, aumenta mucho el ruido del motor (porque alcanza un régimen muy alto) sin que se note una gran aceleración. Es una característica de los coches que tienen transmisión por variador y motores poco potentes. A los conductores que no estén habituados a esta reacción, les puede llamar la atención e incluso desagradar (hay quien habla de un «resbalamiento» que realmente no existe).
Además, de la posición «D», el cambio de marchas automático tiene tres posiciones de marcha hacia delante: «S» y «L».
Las posiciones «S» y «L» llevan el motor a un régimen más alto en todo momento (más la «L» que la «S»), y el motor de gasolina nunca se apaga automáticamente cuando el coche se detiene.
Puede ser útil utilizar estas dos posiciones para reducir el lapso de tiempo que hay entre que se pisa el acelerador a fondo y el coche gana velocidad. Además, hay más retención en las bajadas. Lo que no hacen las posiciones «S» y «L» es dar más aceleración que el «D» una vez que el coche ha comenzado a ganar velocidad, si se pisa a fondo el acelerador.
El motor térmico, que tiene 1,3 l de cilindrada, por sí solo da 95 CV (más información sobre el motor). Cuando pueden funcionar conjuntamente el motor térmico y el motor eléctrico, la potencia máxima de todo el sistema es 115 CV.
Normalmente no hay que tener ninguna precaución especial con el estado de la batería que mueve el motor eléctrico (como sí ocurre en un Prius), porque lo frecuente es no llegar al límite en donde deja de asistir al motor térmico en aceleración, ni siquiera después de acelerar a fondo durante unos cuantos kilómetros en cuesta arriba. Además, a poco que las condiciones no sean desfavorables, la batería carga hasta el máximo con facilidad (más información).
Para ciertos usos, el Honda Civic Hybrid está limitado por sus prestaciones. Puede ser decepcionante si lo que se busca es una capacidad de aceleración grande para moverse con soltura en carreteras donde sea necesario adelantar en poco espacio o con el coche cargado. Para un uso así no es un coche recomendable porque por lo que cuesta el Civic hay otros mucho más veloces y, si son turbodiésel, también con un consumo bajo.
Es capaz de acelerar como una berlina de su tamaño y peso de menos de 100 CV de potencia, ya sea gasolina o Diesel.
Funcionalmente, hay dos diferencias notables con respecto a un Toyota Prius. La primera, es que el Civic Hybrid no puede comenzar la marcha desde parado únicamente con el motor eléctrico. Para que se mueva exclusivamente impulsado por el motor eléctrico, la velocidad debe estar entre unos 20 y 50 km/h y el conductor no debe acelerar mucho.
Segundo, el motor de gasolina del Civic no deja de girar en ningún caso cuando el coche está rodando (el eléctrico y el de gasolina van unidos solidariamente), lo que sí que hace es funcionar con un esquema de distribución donde no da retención, ni opone más resistencia al avance que el propio rozamiento de sus elementos sometidos a giro.
En el Civic, el conductor no tiene la posibilidad de saber en qué circunstancias sólo está impulsando al coche el motor eléctrico. La información que tiene el conductor del sistema híbrido consiste en un indicador del nivel de carga de la batería, y otro, en el que aparece en qué circunstancias el motor eléctrico está acumulando energía en la batería o está interviniendo, junto con el motor de gasolina, a impulsar al coche.