En el segundo semestre de 2003, Ford pondrá a la venta una versión del Mondeo con motor de inyección directa de gasolina, con 130 CV. El nombre comercial para este motor es «SCi», acrónimo de «Smart Charge injection» (inyección de carga inteligente).

Con este motor, Ford espera un consumo entre un 6 y un 8 por ciento menor que el del 1,8 litros de inyección indirecta; eso equivaldría a un consumo medio entre 7,2 y 7,3 l/100 km. Si realmente es eso lo que gasta, es más o menos lo mismo que coches algo más potentes y un consumo homologado bajo, como el Audi A4 FSI de 150 CV (7,1 l/100 km) o el BMW 318i de 143 CV (7,2 l/100 km).

A diferencia de otros fabricantes, como Alfa Romeo u Opel, la idea de Ford es aprovechar la ventaja que tiene para el consumo la mezcla pobre. Para ello emplea mezcla pobre a bajo régimen y carga, y mezcla normal cuando una de esas dos variables pasa de un cierto límite.

Según Rudolf J. Menne, director de Ingeniería para el Desarrollo de Motores de Gasolina de Ford Europa, su intención ha sido buscar «una economía de consumo en una gama mucho mayor de condiciones de funcionamiento». Es decir, ampliar el margen en el que el motor puede funcionar con mezcla pobre.

Si funciona con mezcla pobre, el rendimiento del motor es mejor que con inyección indirecta porque la mariposa está completamente abierta y disminuye la pérdida por bombeo. Si funciona con mezcla estequiométrica, la ventaja para el rendimiento es que la gasolina se evapora dentro de la cámara, lo que provoca un enfriamiento que sirve para que la relación de compresión sea más alta, con menor riesgo de detonación.

Ford utiliza una inyección de Bosch, con inyectores semejantes a los que tiene un Audi A4 FSI (por ejemplo). El diseño de los pistones es semejante al del Audi, con una gran hendidura para crear la turbulencia que concentra la gasolina en torno a la bujía cuando el motor funciona en modo de mezcla pobre.

El sistema de descontaminación es el que se encuentra en otros motores de este tipo: dos catalizadores de tres vías y uno para óxidos de nitrógeno. Este tipo de catalizador necesita gasolina con poco azufre, o bien un sistema de limpieza especial. En cualquier caso, la gasolina que tenemos en España limita la vida útil de ese catalizador.

Es un motor de cuatro cilindros, con bloque y culata de aluminio, 1,8 litros de cilindrada, cuatro válvulas por cilindro, doble árbol de levas movidos por cadena y encendido directo. Estará unido a una caja de cambios manual de seis velocidades, con una sexta de desarrollo muy largo.