Ford Kuga (2008) | Impresiones de conducción
El Kuga forma parte de ese grupo de coches con carrocería de todoterreno que, por cómo se conduce y por sus reacciones en carretera, está muy próximo a un turismo. Es ágil en carretera, tiene una buena estabilidad y, en general, resulta confortable.
Aún así, en conjunto, el Kuga no consigue alcanzar el equilibrio entre estabilidad y confort que tiene, por ejemplo, un Volkswagen Tiguan. Un Honda CR-V o un Toyota RAV4 son más cómodos, pero no se desenvuelven con la facilidad del Kuga cuando la carretera tiene muchas curvas. La suspensión del Kuga tiene un cierto grado de firmeza que hace que en algunos baches resulte dura, pero no seca.
Las principales diferencias respeto a un Focus(modelo 2008), modelo del que deriva, tienen que ver con la mayor altura de la carrocería, el recorrido más amplio de la suspensión y las ruedas de mayor diámetro. Esto se nota en lo que tarda en apoyar a la entrada de las curvas y en los movimientos de la carrocería si el firme está irregular, más grandes que en el Focus.
Su conducción por pistas en más o menos buen estado es satisfactoria por el buen trabajo que hace la suspensión y por el acertado funcionamiento del sistema de tracción total —en caso de tenerlo—.
Durante la prueba hemos podido superar obstáculos sencillos y atravesar zonas embarradas. Si el terreno se complica, el avance del Kuga se ve limitado por la falta de reductora —algo que además obliga a castigar el embrague—, una altura libre escasa y unos neumáticos adecuados para asfalto.
En las versiones «4WD», Ford utiliza un sistema de tracción total conectable automáticamente. Para ello, un acoplamiento Haldex —básicamente, un embrague multidisco— hace que las ruedas traseras reciban fuerza del motor cuando las delanteras patinan, aunque ya antes de arrancar hay una precarga que garantiza un 3% de la fuerza en las ruedas traseras (video).
No hay ningún tipo de mando que permita modificar el funcionamiento o el reparto del sistema de tracción total, por lo que el conductor no necesita prestar ninguna atención a este dispositivo a la hora de conducir en el campo.
En ciudad, el Kuga es un coche agradable de conducir porque el motor inicia la marcha con facilidad. No obstante, se echa en falta un sistema de ayuda al arranque en pendientes.
Según nuestras mediciones (más información), el Kuga 2.0 TDCi 136 CV con tracción total ha sido algo más lento que otros todoterreno de características similares. Es posible que el escaso kilometraje de la unidad de pruebas haya influido en este aspecto.
El consumo medio en el recorrido habitual, por una vía de al menos dos carriles por sentido, ha sido 9,0 l/100 km, a una media de 136 km/h de media. Es un consumo normal para un coche de este tipo.
Los frenos me han gustado por la capacidad de deceleración que dan. También me ha parecido destacable lo estable que es la frenada a alta velocidad.