Ford Fiesta Active (2017) | Información general
Las versiones Active del Ford Fiesta se distinguen del resto de la gama porque su carrocería está 18 milímetros más alejada del suelo y porque tiene una serie de aditamentos en el exterior que le dan un aspecto más cercano al de un todoterreno: protecciones de plástico negro en los parachoques, barras en el techo y taloneras de color metálico.
Por dentro cambian las tapicerías, de diseño específico, así como otros detalles decorativos mínimos, como el color de las molduras. Estas Impresiones del interior son perfectamente útiles. La carrocería es de cinco puertas. Dinámicamente tiene en común con la gama Fiesta la gran sensación de seguridad y estabilidad que transmite, si bien sus reacciones son un poco más torpes en curva y las prestaciones y el consumo, peores a igualdad de motor y cambio.
Está disponible con los motores de gasolina 1.0 EcoBoost de 86, 100 y 125 CV y con los Diesel 1.5 TDCi de 86 y 120 CV. Los niveles de equipamiento son Active y Active+. El precio de partida es 15 863 euros con el motor básico de gasolina y de 16 913 euros con el básico Diesel (fichas técnicas y de equipamiento). Con el motor Diesel de 86 CV, la diferencia de precio entre un Fiesta Active y un Fiesta es 1350 euros (ficha comparativa).
La altura extra respecto al suelo (respecto a la de un Ford Fiesta), al ser pequeña (1,8 centímetros), no es evidente a la hora de entrar al habitáculo. Es decir, no se aprecia con claridad que los asientos vayan más altos. En marcha se nota más. Si bien a ritmo normal la impresión que da es que el Fiesta Active y el Fiesta convencional son muy parecidos, al aumentar el ritmo de la marcha y tomar curvas rápido se aprecia un balanceo de la carrocería mayor y también que el morro se hunde más al frenar.
Respecto a otros coches de su tamaño y tipo de carrocería, el Fiesta Active transmite una gran sensación de control y de coche bien hecho. Tiene un tacto de vehículo de buena calidad, rueda con suavidad y traslada poco ruido y vibraciones a sus ocupantes. Además, es preciso en curvas y, en vías rápidas, parece que se va en un modelo de mayor tamaño y precio. Por lo anterior, puede ser un buen coche para viajar y también para usar en la ciudad. Es posible que ninguno de sus rivales con carrocería sobreelevada deje tan buena impresión, especialmente en vías rápidas.
El Fiesta Active no se puede considerar como un todoterreno. No obstante, puede ser que, en determinadas ocasiones, esos 18 mm de altura extra respecto a un Fiesta normal puedan venir bien. Como equipamiento exclusivo, tiene un mando entre los asientos que no está presente en otros Fiesta, desde el que se pueden elegir tres modos de conducción: Normal, Eco y Deslizante. Este último lo hemos probado poco por miedo a quedar atascados con las ruedas de gama deportiva que trae de serie y, por lo tanto, no sabemos decir en qué medida ayuda a avanzar sobre terrenos deslizantes como pueda ser nieve o gravilla. Es el único elemento que puede ayudar para circular por vías deslizantes o sin asfaltar dado que no tiene tracción total y los neumáticos son de verano y de medidas 205/45 R17. Tampoco puede llevar control de descenso de pendientes.
Algunos modelos con los que se puede comparar son el Hyundai i20 Active (desde 16 315 euros) y el Dacia Sandero Stepway (desde 9345 euros). Otros, como el Citröen C4 Cactus (desde 14 900 euros) y el Nissan Juke (desde 17 040 euros) pueden tener un control de tracción optimizado y neumáticos M+S (el Cactus) o tracción total (el Juke).
Hemos probado con detenimiento el Fiesta Active con el motor Diesel de 120 CV y, durante la presentación internacional, uno de gasolina de 140 CV que no está en el listado de precios de modelos a la venta en España (aunque según nos informa Ford, si algún cliente lo quiere, se le puede servir. Es el mismo motor que lleva el Fiesta ST-Line). El Diesel de 120 CV hace del Ford Fiesta un vehículo rápido en toda circunstancia. Como tiene mucha fuerza a casi todo régimen, no hace falta usar mucho el cambio de marchas para circular con soltura. Tampoco hace mucho ruido ni produce vibraciones incómodas.
El de gasolina, en comparación, puede acelerar aún más pero, para conseguirlo, requiere un uso más frecuente del cambio de marchas. No significa que el Fiesta Active de gasolina y 140 CV sea lento, en absoluto, pero para acercarse a su aceleración máxima hay que utilizar el motor a un régimen elevado. El consumo del modelo Diesel de 120 CV nos parece bajo y no aumenta mucho si se conduce de forma descuidada con el acelerador. En las Impresiones de conducción está recogida nuestra experiencia al volante.
Todos los Ford Fiesta Active tienen de serie llantas de aleación de 17 pulgadas, así como los citados tres modos de conducción. También son de serie una pantalla en el salpicadero de 6,5 pulgadas de tamaño (compatible con Apple Carplay y Android Auto) y el aire acondicionado. El nivel de equipamiento superior (Active+) tiene, adicionalmente, climatizador, una pantalla de 8,0 pulgadas con navegador (también compatible con Apple Carplay y Android Auto), programador de velocidad activo y un equipo de sonido de mayor calidad (B&0 Play, de 10 altavoces, cuyo rendimiento sonoro nos ha parecido mejor que el que hay disponible para el Ford Focus 2018). En las fichas de equipamiento están todas las diferencias así como el equipamiento opcional disponible. Los asistentes a la conducción y sistemas de seguridad son similares a los que tiene la gama Fiesta, de la que hay más información en este enlace.
Ford ha utilizado en el Fiesta Active unas manguetas específicas para que la geometría de la suspensión sea similar a la de cualquier otro Fiesta, a pesar del incremento de altura. Las vías son 10 mm más anchas. También son nuevos los muelles, así como la barras estabilizadoras. La dirección asistida eléctrica tiene un ajuste especial para este modelo.
Hemos usado el comparador de seguros de coches de km77 para calcular el precio de una póliza a todo riesgo del coche que hemos probado, un Fiesta Active+ con motor Diesel de 120 caballos. La conductora tiene 40 años, reside en el centro de Madrid, aparca el coche en garaje colectivo, recorre hasta 25 000 km al año y no ha declarado siniestros nunca. Ordenando los resultados por la mejor relación entre calidad y precio, Mapfre es la aseguradora que menos pide, 245 euros anuales.