Ford Fiesta (2008) | Información técnica
El Ford Fiesta comparte plataforma con el Mazda2. Pesa menos que el modelo anterior, igual que el Mazda2 —también pesa menos que su predecesor—. Por ejemplo, si se comparan las versiones del Fiesta con motor Diesel 1.4 TDCi de 68 CV, hay una reducción de peso de unos 50 kg con respecto al modelo que remplazó cuando llegó al mercado en septiembre de 2008. Quizá porque su peso no es elevado, el consumo de combustible tampoco lo es.
Ford ha tomado dos medidas para que el nuevo Fiesta no sea más pesado que el anterior. Por un lado, el nuevo modelo es solamente un poco más grande. Por otro, un 55% de la estructura está hecha con aceros que tienen una buena relación entre peso y resistencia: acero de alta resistencia, acero al boro y acero de doble fase.
Este tipo de acero se utiliza especialmente en el montante del parabrisas y en el marco que hay entre las puertas laterales.
El Fiesta está disponible con cinco motores de gasolina: un 1.25 de 68 ó 82 CV —a pesar de su denominación tiene 1.297 cm³—, un 1.4 de 97 CV y un 1.6 de 120 ó 133 CV. El de 120 CV lo estrenó el Focus (modelo 2005) con una potencia de 114 CV (prueba)
El Fiesta de 120 CV tiene un consumo combinado de 5,8 l/100 km, medio litro menos que el modelo anterior con el motor 1.6 de 100 CV. También gasta menos que el Peugeot 207 con el motor 1.6 VTi de 120 CV y el Renault Clio con el motor 1.6 de 110 CV. El Fiesta con el motor de gasolina de 97 CV tiene un consumo de 5,8 l/100 km, más que algunos modelos de similares características como el Mitsubishi Colt o el Škoda Fabia, con motores de gasolina de 95 y 105 CV, respectivamente.
Los dos Diesel —1.4 TDCi de 68 CV y 1.6 TDCi de 95 CV— son similares a los que llevaba el modelo precedente, pero con modificaciones en la electrónica. También tienen un consumo medio homologado bajo (listado de versiones).
El esquema de la suspensión (imagen) continúa siendo el mismo que en el modelo anterior: independiente de tipo McPherson en el eje delantero y barra de torsión en el eje trasero. Es básicamente la misma suspensión que la del Fiesta anterior, pero con algunas modificaciones para aumentar su rigidez.
La dirección pasa a tener un sistema de asistencia eléctrica («E-PAS») en lugar del tradicional hidráulico de Ford. La principal ventaja que aporta esta dirección es que reduce el consumo, ya que el sistema eléctrico sólo necesita energía cuando se gira el volante. La nueva dirección es más directa que la anterior: a igualdad de ángulo de giro de las ruedas es necesario girar menos el volante.