El Fiesta 1.6 TDCi es un coche muy estable, funcional y tiene un precio relativamente económico.

Funcional porque es amplio para cuatro pasajeros (aunque más bien estrecho para cinco), porque las puertas son altas, de formas regulares y dejan un acceso cómodo al interior. Además, maniobra en un espacio reducido.

Está a la venta en dos niveles de equipamiento «Trend» y «Ghia», desde 13.850 € (tabla comparativa de equipamiento). Sólo el Citroën C3 HDi 92 CV es claramente más barato entre los que tienen un equipamiento semejante y una potencia similar. Los hay más asequibles y menos equipados (como el Hyundai Getz 1.5 CRDi 88 CV); o más baratos y menos potentes (como el Skoda Fabia 1.4 TDI 80 CV). Tabla comparativa de precios.

Por lo que cuesta, su calidad de acabado es satisfactoria, mientras que su equipamiento de serie tiene cosas positivas y algunas carencias.

Lo menos favorable es que, incluso en la versión más cara («Ghia»), los airbags laterales delanteros y el reposacabezas trasero de la plaza central son una opción.

Lo positivo es que toda la gama Fiesta trae el «V2C» de serie con «Bluetooth», desde el que se puede controlar por voz algunas funciones del sistema de sonido, del climatizador y del teléfono. El limpiaparabrisas automático y la conexión automática de luces es de serie en toda la gama, salvo en las versiones «Ambiente» (no disponible con el motor 1,6 l Diesel).

En función del uso que se le vaya a dar al coche hay otras opciones que pueden ser apetecibles, como el conector en el salpicadero para enchufar reproductores de música, el navegador o el cargador frontal de seis discos. Hay otras que son recomendables sin reservas, como el control de estabilidad, que pueden llevar todas las versiones de cinco puertas.

El Fiesta es un coche muy agradable de conducir por el tacto que tiene y por la respuesta de su motor. No lo es tanto para quien valore un coche silencioso: en algunas condiciones de circulación tiene un marcado sonido a motor Diesel que disminuye notablemente una vez que va lanzado a cierta velocidad.

Sus prestaciones están a la altura de lo que cabe esperar de su potencia. En ciertos casos, su consumo no es particularmente bajo (tiene unos desarrollos de transmisión cortos).

Desde enero de 2005, los Fiesta tienen un pequeño apoyo para el pie izquierdo del conductor (imagen); no es muy bueno (es pequeño y estrecho), pero es mucho mejor que no tener nada. Con ello, Ford ha resuelto en parte el aspecto más negativo (con diferencia) del Fiesta actual (que se lanzó al mercado en 2002).

Hay otros aspectos malos que no han cambiado desde el lanzamiento del Fiesta, como la iluminación, sobre todo en luces largas.