El motor que lleva esta versión —1,6 litros de cilindrada y 103 CV de potencia máxima— no parece tener un rendimiento malo. Si no destaca en prestaciones y tiene un consumo relativamente alto, se debe al tamaño y peso de la carrocería del Stilo, y a que sus desarrollos de transmisión son más bien largos.

El Cx no es particularmente bajo y la superficie frontal grande. Su peso mínimo es 1.325 kg, pero la versión que hemos probado pesa más porque tenía equipamiento opcional. Con eso es normal que la capacidad de aceleración máxima de este coche sea inferior a la de coches de su cilindrada y ligeramente más potentes, como el Xsara, el 307 o el Mégane. Aunque en nuestra medición de adelantamiento sale de los últimos, la diferencia con los coches que están por delante de él —el Civic, el Focus y el León— no es grande.

En recuperación sí se puede apreciar una diferencia muy grande con otros coches de tamaño y cilindrada similar. Ello se debe, además de a su peso, a que sus desarrollos de transmisión son largos. Quien espere mucha aceleración sin usar el cambio puede quedar decepcionado. Esta versión del Stilo puede, por ejemplo,adelantar casi igual de rápido que otros coches de este tipo, pero sólo si se apura el motor hasta un régimen alto.

El consumo ha sido ligeramente mayor que en otros coches similares. Cogimos este coche con 21 kilómetros y, durante el rodaje, gastó 7,7 l/100 km a una velocidad de crucero de 120 km/h (un poco más en zonas con desniveles frecuentes). Terminado el rodaje (más de 2.000 km) ha gastado 11,4 en un recorrido por carretera con frecuentes desniveles, a una media real de 149 km/h. En conducción rápida por carretera de montaña ha gastado 15,7 l/100, lo que se puede considerar como el consumo máximo. Aunque las diferencias con otros coches de este tipo pueden ser grandes en términos de litros cada 100 km, en términos de costo por kilómetro no son grandes.

El motor es suave (vibra poco) y silencioso hasta unas 4.000 rpm. A partir de ese régimen, se hace bien audible un ruido más bien grave que aumenta con la velocidad, y que se nota claramente también en las plazas traseras.