Fiat Linea (2007) | Impresiones de conducción
De momento hemos conducido el Línea con el motor Diesel de 90 CV. Los 90 CV de potencia del motor de 1.248 cc pueden resultar insuficientes con el coche plenamente cargado (admite 500 kg de carga máxima).
Con tres pasajeros y sin equipaje (alrededor de 250 kg entre los tres) le costaba mucho subir las cuestas. El cambio, de cinco marchas, es de tacto agradable.
No he tenido oportunidad de escuchar el motor Diesel en frío. En caliente, suena poco y si bien se percibe con claridad desde el interior, no resulta desagradable en ninguna de las situaciones en las que lo he probado, mayormente en atasco o tráfico urbano.
Aunque el motor ya no estaba frío, en las primeras arrancadas en semáforos, me ha parecido que le costaba arrancar. Con el paso del tiempo esta sensación ha desaparecido, no tengo claro si debido a que yo aceleraba más instintivamente o a que el motor todavía no estaba a plena temperatura en los primeros momentos.
La sensación de estabilidad es buena, si bien no tuve oportunidad de probarlo en carreteras con curvas y la dirección, como en el Grande Punto resulta demasiado blanda.
El asiento de la unidad que he probado era regulable en altura y el volante, en altura y profundidad. Sin embargo, en la posición más baja del asiento, el volante me quedaba demasiado alto, incluso en su posición más baja. A mí me gusta conducir con el volante alto y en la mayoría de coches lo llevo en la zona de mayor altura de su recorrido. En este caso, incluso en la posición más baja estaba demasiado alto. Los cinturones de seguridad son regulables en altura.