Fiat Idea 1.4 16v (2004) | Un motor suficiente en la mayor parte de las ocasiones
Tiene un motor agradable, que es suficiente en algunas condiciones y no en otras. En carreteras desdobladas o de doble sentido donde no hay que adelantar frecuentemente, es un coche que permite sostener una velocidad alta sin muchas complicaciones y sin que la carretera sea rigurosamente llana.
Si el coche va cargado y hay que hacer adelantamientos frecuentes, o el recorrido discurre por puertos de montaña con grandes desniveles, el Idea requiere anticipar las maniobras, y llevar el motor a un régimen alto; no aguanta las marchas largas.
Su capacidad de aceleración máxima (apurando el régimen del motor) es semejante a la de un Meriva 1.6 de 101 CV (el Opel tiene 6 CV más que el Idea pero es 145 kilos más pesado). El aspecto más negativo de sus prestaciones son las mediciones de recuperación, que son muy lentas en quinta velocidad. Los desarrollos de transmisión en esta marcha son largos: 32,6 km/h cada 1.000 rpm, que hace que desarrolle la velocidad máxima (175 km/h) a sólo 5.370 rpm, mientras que la potencia máxima es a 5.800 rpm (en quinta velocidad, hipotéticamente el coche rodaría a 189 km/h).
Su capacidad de aceleración es mucho mejor que en el 1.3 16v Multijet. En recuperación desde cuarta velocidad son casi igual de rápidos, mientras que en recuperación en quinta velocidad hay una diferencia clara para el Idea 1.3 16V Multijet (más información sobre sus prestaciones); a pesar de ello cuando conduje esta versión tuve la sensación de que llevaba un coche lento, algo que no me ha ocurrido con el Idea 1.4 16v
Me ha parecido un motor bueno por sonoridad y suavidad (creo que está mejor aislado del interior que en un Ypsilon) y con una respuesta mejor a partir de unas 4.000 rpm hasta casi 6.000 rpm, que por debajo.
No tiene un consumo elevado teniendo en cuenta las dimensiones de la carrocería y su peso. Haciendo una conducción suave en un recorrido con un 60 % de carretera de todo tipo y ciudad el consumo medio ha sido 8,6 litros. Si el recorrido es únicamente por carretera desdoblada y de un sólo sentido el consumo medio puede estar entre 7,0 y 8,0 litros, si la conducción no es rápida. El consumo máximo que hemos obtenido por carretera de montaña acelerando frecuentemente a fondo ha sido 13,5 litros. Las indicaciones del ordenador de viaje han estado entre 0,2 y 0,4 litros de media por debajo del consumo real.