Prototipo de Fiat: Ecobasic (2000) | Un proceso barato
Para que un coche resulte barato hay que conseguir emplear materiales de precio asequible, contruirlo sin grandes inversiones, con eficiencia y elevada productividad y venderlo sin costes elevados de marketing y distribución.
Fiat afirma que los diseñadores de este modelo han pensado en todo ello y han concebido un coche que para ser construido no requiera de grandes inversiones. Ese es uno de los motivos por los que de llevarse a cabo el proyecto sólo se fabricaría una única versión. Con todos los coches iguales se aprovechan mucho mejor las herramientas de fabricación y se ahorra en esfuerzo inversor.
Otro ejemplo de este esfuerzo ahorrador consiste en eliminar la pintura que recubre el acero, con lo que se ahorra un 60 por ciento de energía con respecto al actual proceso de pintura. Dos pasadas por la cataforesis, permiten obtener una protección suficiente del acero y un aspecto agradable y desenfadado en la poca superficie metálica que queda visible. Esta nueva línea de pintura obligaría a construir dos piscinas para la cataforesis (en lugar de la única tradicional). Este coste se compensaría con el ahorro de la cabina de pintura y el gasto de pintura por coche.
La eliminación de las versiones también aligera los costes del proceso de distribución. Los concesionarios no tienen que comprar cuarenta versiones distintas para satisfacer las solicitudes de los clientes. Sólo se puede elegir entre unos colores y otros, por lo que con pocas unidades se acierta seguro el deseo de los clientes. Ni siquiera hace falta tanto. Al ser todos los coches prácticamente iguales, en cualquier centro de distribución existen modelos como el deseado. Después, en el concesionario se podrían incorporar algunos elementos opcionales: autoradio, acolchado y tapizado de los asientos, bolsas portaobjetos...