El Fiat 500e es un coche eléctrico de pequeño tamaño (3,63 metros de longitud) con cuatro plazas. Está disponible con carrocería de tres puertas (500e Berlina; imagen), de cuatro (500e 3+1; imagen) y descapotable (500e Cabrio; imagen). Para todas las carrocerías existe la posibilidad de elegir una versión de 95 CV con 190 km de autonomía homologada, o bien, una de 118 CV con 332 km de autonomía. Sus precios parten de 26 452 y 31 457 euros respectivamente (precios de toda la gama).
Hemos probado el Fiat 500e de 118 CV con carrocería Berlina y Cabrio. La principal diferencia entre ellos —más allá de la obvia, que el Cabrio tiene un techo retráctil y el Berlina no— se halla en el aislamiento acústico, pues en el Cabrio se cuela al interior mucho ruido por la zona del techo. En todo lo demás son vehículos de conducción idéntica, con muchas cualidades beneficiosas en el entorno urbano —carrocería pequeña, radio de giro corto— y otras no tan buenas —visibilidad regular y especialmente mala hacia atrás en el caso del Cabrio—. Más información en Impresiones de conducción. La autonomía en condiciones de circulación reales por ciudad y vías de circunvalación es de unos 250 km. Más información en Consumo y recarga.
También hemos probado, con mayor brevedad, un Fiat 500e Berlina de 95 CV. Su autonomía real en un uso urbano normalmente no superará los 150 km y en autopista hará poco más de 100. Esta versión puede ser interesante para quien vaya a circular exclusivamente por ciudad y alrededores cercanos. La potencia que tiene es más que suficiente para moverse con agilidad en ese entorno.
Por dimensiones y potencia, el Fiat 500e de 95 CV se parece mucho al Leapmotor T03 (ficha comparativa). El T03 tiene 75 km más de autonomía, pero a nivel de prestaciones, tacto de conducción y calidad, el Fiat está un escalón claramente por encima. ¿Lo suficiente para justificar los 7550 euros de diferencia? No si lo que queremos es un coche de batalla y uso diario urbano. Ahora bien, quien aprecie el diseño más elaborado y cuidado del 500e y dé importancia a las ventajas señaladas, entonces puede que sí.
Por ese estilo reminiscente del Fiat 500 del siglo pasado, el 500e se puede comparar con modelos como el MINI Cooper eléctrico y el Renault 5 E-TECH. Ambos son más grandes que el Fiat (aunque todos son coches pequeños que no pasan de los cuatro metros de longitud), más potentes y tienen un tacto de conducción más sofisticado. En pocas palabras, son mejores coches. La única ventaja del Fiat es su menor tamaño, que puede resultar ventajoso en alguna situación particular en la que exista muy poco espacio para maniobrar. Además, el Renault es más barato, pues la versión de 122 CV cuesta 26 784 €, lo mismo que el Fiat 500e de 95 CV y 3300 euros menos que el 500e de 118. El MINI es el más caro de los tres, pero también el más potente (ficha comparativa).
El techo de lona del 500e Cabrio tiene accionamiento eléctrico, pero los montantes longitudinales permanecen en su sitio (imagen). Es decir, no es un Cabrio convencional en el que al descapotar solo queda «en pie» el parabrisas, como en un MINI Cooper Cabrio, por ejemplo (imagen). La carrocería 3+1 también es particular porque tiene una única puerta trasera (en el lado del acompañante) y esta se abre en sentido inverso al habitual (imagen).
La versión de 95 CV tiene una batería de batería de 23,7 kWh (21,3 kWh netos) que se carga a un máximo de 50 kW con corriente continua, mientras que la versión de 118 CV tiene una batería de 42,0 kWh (37,3 kWh) cuyo pico está en 85 kW. Con alterna lo máximo es en ambos casos 11 kW. Si se carga en un enchufe convencional (de 2,3 kW), cada hora se consiguen unos 14 kilómetros de autonomía (es decir, si se deja el coche cargando en casa por la noche 10 horas, se consiguen unos 140 km). Sobre estos y otros detalles hay abundante información en el apartado de Consumo y recarga.
En marcha, el nuevo 500 se siente un coche mejor construido que antes, con una mejora notable en calidad de rodadura y el aislamiento acústico y con una suspensión bien puesta a punto (más información en las impresiones de conducción). Sus reacciones ante maniobras bruscas, como las de nuestras pruebas de esquiva y eslalon, son seguras y fáciles de controlar.
El habitáculo, sin ser amplio, mejora al del modelo anterior en todas sus cotas (ficha comparativa). Además, la postura al volante resulta más cómoda porque el asiento ya no está tan alto respecto al suelo y porque el volante se puede ajustar en profundidad, una posibilidad con la que no contaba el 500 de la generación anterior. El maletero tiene 185 litros de capacidad, no cambia. Más detalles en el apartado Impresiones del interior.
Es posible elegir entre tres niveles de equipamiento: 500e, Red, La Prima y Giorgio Armani Collector's Edition. Los tres primeros están disponibles con todos los motores y carrocerías (fichas de precio y equipamiento de toda la gama). El último (Armani) va ligado en exclusiva al 500e Berlina con 118 CV. Esta combinación es, además, la más cara de toda la gama (37 827 euros; ficha de equipamiento). Hasta principios de 2022, los acabados se llamaban Action, Passion y Icon (ficha comparativa).
El sistema de advertencia acústica del 500e, que es obligatorio para todos los vehículos eléctricos, mezcla el zumbido habitual de un coche eléctrico con algunos acordes de la canción que Nino Rota compuso para la película Amacord, de Federico Fellini.
El Fiat 500e no reemplazó de inmediato al Fiat 500 de combustión (que llegó al mercado en 2007; más información), si bien en España desde 2022 el 500e es el único «500» que se comercializa; no es así en otros mercado, como en el italiano.
El 500e y el 500 «de combustión» no tienen nada que ver por mucho que estéticamente se parezcan. Están construidos sobre plataformas distintas, el 500e se fabrica en Turín (Italia) y el 500 en Tychy (Polonia). No obstante, del Fiat 500 de combustión hubo una versión eléctrica que no se comercializó en España, pero sí en algunos estados de Estados Unidos, como California y Oregón. Se puso a la venta en 2013, tenía 113 CV y una batería de 24 kWh.