DS 7 Crossback (2018) | Impresiones del interior
El habitáculo del DS 7 CROSSBACK será del agrado de aquellos que busquen un interior de aspecto sofisticado y con muchos elementos tecnológicamente novedosos. DS ha conseguido integrar bien el diseño con la practicidad, aunque respecto a otras alternativas (que pueden ir igualmente bien equipadas pero tienen una presentación más sobria, como el Audi Q5), creemos que tiene algunos detalles que lo pueden hacer más farragoso de utilizar en el día a día.
El habitáculo es amplio y en él se percibe un nivel alto de calidad, sin que esta sea excepcional. Los materiales que recubren las partes más visibles del interior son de buena factura, están bien ensamblados y dan sensación de lujo. El cuero que, opcionalmente, puede recubrir los asientos, la parte superior del salpicadero y las molduras de las puertas, entre otras zonas, puede ser de tipo nappa. En cualquier caso, es muy agradable al tacto y a la vista. En las partes más bajas del habitáculo, DS ha utilizado plásticos más duros y menos lustrosos, pero esto es algo habitual y las piezas parecen unidas entre sí con solidez. Hay algunos elementos como el botón de arranque o el reloj que hay justo encima, que parecen más frágiles (imagen).
Los bolsillos de las puertas y el hueco que hay bajo el reposabrazos central (imagen), de tamaño generoso, están recubiertos de fieltro. Este detalle no lo hay, por ejemplo, en un BMW X1. Además, hay otros huecos repartidos por el interior en los que depositar todo tipo de objetos cotidianos. La botonería del habitáculo está condicionada por el diseño: los botones son muy grandes, tienen formas angulosas y están acabados en relieve (imagen). Transmiten una sensación de solidez normal; los de los elevalunas están ubicados en la consola central (imagen), algo cada vez menos habitual.
Dos redactores diferentes hemos tenido la sensación de que el puesto de conducción es cómodo porque los ajustes del asiento y de la columna de la dirección son amplios y es fácil encontrar una postura agradable. Además, los asientos (imagen) son confortables —después de varias horas conduciendo no he sentido fatiga— y sujetan bien el cuerpo. Para mí, el principal problema es que, al igual que me sucede en el Peugeot 3008 y el Opel Grandland X, los pedales me quedan demasiado cerca del cuerpo y me obligan a adoptar una postura poco natural. Concretamente, a lo que más me ha costado acostumbrarme es al freno, del que instintivamente piso el brazo del pedal en lugar de la plataforma donde se debe pisar. No todos los redactores coincidimos en estas apreciaciones; mi compañero Mario Garcés se sintió más cómodo al volante del 7 CROSSBACK que de los otros modelos mencionados.
Según nuestras mediciones, el DS7 CROSSBACK tiene una amplitud entre normal y buena con respecto a sus principales competidores. En las plazas delanteras hay espacio suficiente para que las personas altas viajen confortables. Atrás, el espacio longitudinal disponible para las piernas es grande, 76 cm, mayor que en un SEAT Ateca (72 cm) y que en un Audi Q5 (71 cm). No hay un túnel que reste espacio para los pies del pasajero de la plaza central, pero el espacio entre las banquetas y el piso es pequeño, de manera que las personas altas tienen que viajar con las piernas más flexionadas de lo normal en un coche de este tipo.
La cota más conseguida en las plazas traseras es el espacio hasta el techo (101 cm sin el techo solar), que es suficiente para que personas de hasta dos metros de estatura se acomoden sin tocar con la cabeza, según hemos comprobado. Pensamos, por tanto, que DS podría haber puesto las banquetas de los asientos posteriores un poco más elevadas porque el espacio para la cabeza seguiría siendo bueno pero habría algo más de espacio hasta el piso del coche para las piernas.
La anchura en la fila trasera es la misma que en un Mazda CX-5 y un SsangYong Korando (ambos con 139 cm).La banqueta central trasera es algo más incómoda que las laterales porque el mullido es más duro (en el respaldo está alojado un reposabrazos con dos portabebidas; imagen). Otro detalle bueno, propio de los coches costosos, es que los respaldos de los asientos traseros son regulables en inclinación, opcionalmente, mediante un botón que va situado en la puerta correspondiente al lado del elevalunas (imagen). Además, los pasajeros de la fila trasera disponen de dos puertos USB para la recarga de dispositivos móviles y de una superficie táctil para controlar el sistema de climatización (imagen). La iluminación interior (imagen del plafón posterior) es mediocre, insuficiente para leer sin tener que forzar la vista si no hay luz del exterior.
El maletero (imagen) tiene 555 litros de volumen. Está cubierto por una bandeja de material ligero poco vistosa (imagen), que no es lo habitual en vehículos de este coste, que suelen tener una cortinilla retráctil (por ejemplo, en el Audi Q3; imagen). El espacio de carga está bien iluminado y tiene una bandeja inferior, rígida, que se puede colocar a dos alturas y también como un plano inclinado, para separar o sujetar mejor la carga. Cuando la bandeja se coloca en la posición horizontal más alta, al abatir los respaldos de los asientos traseros queda una superficie plana (imagen comparativa). Hay dos bolsillos a los lados del piso del maletero que pueden ser útiles para llevar pequeños objetos sin que se muevan cuando se circula con el vehículo (imagen). También hay varios ganchos para fijar la carga. Bajo el piso hay espacio para una rueda de repuesto de tamaño más pequeño que la original (imagen).
El portón del maletero tiene integrados los pilotos traseros en su totalidad (imagen), por lo que es muy ancho. DS dice que lo ha hecho así para no partir en dos el diseño de los pilotos (habitualmente, una parte de ellos está acoplada a la carrocería y la otra al portón). Debido a este detalle, el espacio libre que queda para acceder al maletero es grande y DS ha tenido que instalar dos pilotos adicionales en la parte alta del parachoques para mejorar la visibilidad cuando el portón del maletero está levantado (imagen).
La pantalla del sistema multimedia tiene 12 pulgadas de diagonal (imagen). Como es habitual en los sistemas multimedia del grupo PSA, esta pantalla concentra muchas funciones que, en los coches de otras marcas, se manejan mediante botones físicos, como la climatización. A pesar de ello, debajo de la pantalla hay varios botones táctiles que acortan el proceso de navegar por los menús del sistema, aunque requieren un tiempo de adaptación porque nos parecen demasiado pequeños, no están ubicados de la forma más intuitiva y, sobre todo, no responden con un pequeño sonido o vibración que deje claro que se han pulsado (algo que vendría bien durante la conducción). La interfaz del sistema multimedia es muy parecida a la de un Peugeot 3008, aunque con un diseño más elaborado. La fluidez de funcionamiento es normal, a veces algo lenta, especialmente al utilizar el navegador. Me ha resultado llamativa la bajísima resolución de la cámara trasera de ayuda al aparcamiento (imagen), más propia de un coche pequeño y poco costoso, como el Peugeot 108.
La instrumentación también se visualiza mediante una pantalla (imagen). Al igual que la central, me parece decepcionante con respecto al conjunto del coche, principalmente porque la información no se muestra con la claridad que se observa, por ejemplo, en el sistema virtual cockpit del grupo Volkswagen (imagen). Hay aspectos que me han parecido farragosos, como el hecho de que el ordenador de viaje solo se puede visualizar —tras presionar un botón— durante unos 3 segundos antes de que desaparezca de nuevo; además en cada ocasión se despliega con una animación gráfica excesivamente larga. Dicho esto, hay varios aspectos que sí son satisfactorios, por ejemplo, el sistema de visión nocturna es fácil de activar —mediante un botón en el volante— y se ve con una calidad excelente.