Citroën Xsara HDi - Ford Focus TDdi (2000) | Citroën Xsara HDi. Suavidad sobre todo
El mejor valor del Xsara es la suavidad de marcha, a causa de un motor con bajo nivel de ruido y vibraciones, y de un confort de suspensión superior al de la mayoría. El rendimiento de su motor no es como el de los mejores, aunque sí suficiente para no esté lejos de ellos
El motor HDi se distingue porque utiliza el sistema de conducto común, que es permite controlar mejor el proceso de inyección. Ese control sirve para ajustar bien la cantidad de combustible que inyecta, de forma que esté cerca del valor teóricamente ideal en cada momento. La diferencia de potencia máxima con relación al otro HDi, que no se monta en el Xsara, se debe principalmente a que no tiene intercooler.
La inyección es una parte muy importante de un motor Diesel, pero no la única. A pesar de tener uno de los mejores sistemas, el HDi no es mejor en relación consumo prestaciones que otros, como el TDi de 90 CV del Grupo Volkswagen, el dTi de Renault el JTD de Fiat o el motor Perkins que usa todavía Rover en el 25 y 45. Tanto en consumo como en prestaciones, el Xsara está más cerca de modelos como Ford Focus TDdi, Mazda 323 DiTD u Opel Astra Di. Si se circula normalmente por carreteras fáciles (autovía sin fuertes rampas ni curvas cerradas), el Xsara puede mantener un ritmo casi tan alto como cualquier Diesel semejante. Ahora bien, cuando es preciso acelerar por causa de la carretera o del tráfico, lo hace más lentamente que los que he citado en primer lugar.
Tampoco en consumo es el mejor de todos, en una clasificación está más bien en la zona media. No es algo que tenga mucha importancia; las diferencias entre estos modelos pueden parecer grandes en términos de litros/100 km, pero realmente no lo son si se consideran como costo por kilómetro. Un Xsara HDi puede gastar poco más de 5 l/100 km si se conduce con suavidad y a velocidad moderada en carreteras favorables, donde sea posible circular casi siempre en quinta velocidad. Lo mejor es que difícilmente gastará más de 9 l/100 km (en un trayecto suficientemente representativo, no en una cuesta arriba de 3 km), aunque se utilice con frecuencia casi toda la capacidad de aceleración del coche.
El ruido del Xsara está en un nivel medio, el de vibraciones por debajo de otros Diesel. Si a eso unimos que la suspensión absorbe muy bien todo tipo de irregularidades, el resultado es un coche muy confortable, más que la mayoría de sus competidores. La seguridad activa del Xsara es normalmente buena. Cualquiera de los Xsara HDi de cinco puertas (Attraction, Exclusive o SX) tiene una suspensión suave, pero que imipide un movimiento excesivo de carrocería si no se da una cierta combinación de curvas, baches y velocidad.
Con una suspensión trasera modificada (alineación de rueda, ancho de vía y diámetro de estabilizadora) y unas ruedas distintas (195/55 15 en lugar de 185/65 14), el Coupé VTS tiene un tacto más ágil. Eso quiere decir que responde más fielmente al volante, no hay que anticipar el giro como en un Xsara normal. Sin embargo, es más sensible a maniobras delicadas como una frenada en curva, a la que puede responder con sobreviraje.
El espacio interior es bueno en general; sólo la altura en las plazas traseras está algo por debajo de la de sus competidores; el maletero también tiene un volumen normal en coches de este tamaño. El puesto de conducción es bueno, salvo por un asiento que puede resultar algo blando para algunos conductores, y con poco apoyo en la parte dorsal. Para el Xsara HDi en carrocería de cuatro puertas con portón (o «cinco puertas») hay tres grados de equipamiento: Attraction, SX y Exclusive. El precio de los dos primeros es prácticamente igual; el segundo se distingue en que cuesta unas 160.000 pesetas más y, a cambio, tiene de serie antibloqueo de frenos, termómetro exterior, limpiaparabrisas automático, faros halógenos H7 con reflector de superficie compleja (en lugar de H4 sin ella), retrovisores con ajuste eléctrico y elevalunas en las cuatro puertas, entre otros elementos.