Citroën C5 Aircross (2019) | Impresiones del interior
El habitáculo del C5 Aircross está bien resuelto. Es amplio, tiene una presentación acogedora y hay pocos detalles descuidados que ensombrezcan la impresión general. La visibilidad hacia el exterior es buena (en comparación con la de la mayoría de coches que se comercializan hoy en día), gracias a que su carrocería permite disponer de ventanillas amplias y de formas cuadradas. La iluminación interior depende de unos plafones con lámparas led que dan una luz muy pobre, claramente insuficiente para encontrar objetos con facilidad dentro del coche si está aparcado en un garaje oscuro.
Pese a que la tendencia actual de algunos fabricantes es la de aglutinar muchas funciones en pantallas táctiles, y a que Citroën hace tiempo que también se sumó a ese carro, lo cierto es que la ergonomía general es correcta y hay pocos mandos que distraigan mucho al conductor durante su uso. La instrumentación, mostrada a través de una pantalla de dimensiones generosas que está desaprovechada, peca de mala visibilidad en cuanto le da la luz (la superficie refleja la claridad y la información queda prácticamente invisible mientras haya incidencia directa). Pese a lo grande que es la pantalla, Citroën ha decidido emplear algunos gráficos cuasi minúsculos y con caractéres que no facilitan la lectura. Por ejemplo, el tamaño del cuentarrevoluciones es ridículo (imagen) y los números del velocímetro que simula ser analógico, en la parte superior, no se leen de un vistazo (imagen).
Los asientos que Citroën llama Advanced Comfort son anchos, tienen un mullido grueso, blando y dan un buen apoyo a la espalda. Los soportes laterales son poco prominentes y no sujetan bien el cuerpo en las curvas. Pueden tener función de calefacción (regulable en tres niveles, para conductor y pasajero) y regulaciones eléctricas (solo el del conductor). También hay disponible una función de masaje, solo para el conductor (la realizan ocho cámaras neumáticas repartidas por el respaldo y hay cinco programas de actuación).
Las regulaciones disponibles, tanto para el asiento como para el volante (en profundidad y altura), son amplias y es fácil encontrar una postura de cómoda al volante. Alrededor del conductor hay varios huecos de tamaño generoso que son muy útiles para dejar objetos de uso cotidiano como unas llaves y una billetera. En el espacio que hay justo delante de la palanca del cambio hay, en función del nivel de equipamiento, una superficie con el fondo de goma preparada para la recarga inalámbrica de teléfonos móviles. El hueco de debajo del reposabrazos delantero es muy grande y cuenta con luz y refrigeración (para mantener bebidas frescas. Se puede abrir o cerrar el paso de aire a su interior). Los bolsillos de las puertas son voluminosos, pero no tienen el fondo recubierto de tela o goma que amortigüen los ruidos y los rebordes de plástico tienen las aristas ásperas.
La calidad de fabricación que transmite es buena. Superior, de hecho, a la que transmite cualquier otro modelo de la gama actual de Citroën. En ninguno de los kiómetros que hemos hecho con el C5 Aircross hemos oído crujidos ni desajustes malsonantes. Los materiales de recubrimiento son tanto duros como blandos, pero en general, de aspecto bien cuidado. Los que quedan más a la vista (parte superior del salpicadero y de las puertas) tienen un muy pequeño acolchado. En un Škoda Karoq la sensación de calidad puede ser superior, pero el diseño del salpicadero y de las tapicerías del C5 Aircross son más alegres y susceptibles de ser personalizados con las opciones de configuración que da Citroën.
En el C5 Aircross que se vende en España, la fila trasera está siempre compuesta por tres asientos independientes del mismo tamaño. En otros mercados no europeos, por ejemplo en China, hay una banqueta corrida (imagen). Cada una de las plazas individuales se puede desplazar 15 centímetros en sentido longitudinal y tiene un respaldo con cinco posibles grados de inclinación (todos estos ajustes se hacen siempre a mano).
Las plazas laterales están colocadas muy cerca de su respectiva puerta y eso hace que, por una parte, sea incómodo usar el apoyabrazos ya que obliga a pegar mucho el brazo al cuerpo y, por otra, que se toque con el lateral de la cabeza la parte superior de la puerta (les sucede a las personas que ronden o superen los 1,80 metros de estatura). El pasajero de la plaza central, en cambio, va sentado con mayor comodidad de lo que es habitual. Su asiento tiene el mismo tamaño, forma, mullido y posibilidades de regulación que los de los laterales y no tiene el problema de altura al techo. Además, el túnel central es pequeño y poco molesto. Justo en la consola que hay entre los dos asientos delanteros están las salidas de ventilación, sin regulación de temperatura y la conexión USB para los pasaeros de atrás.
La anchura entre puertas —medida a la altura de los hombros— es 141 centímetros, la misma que en un Peugeot 3008 y más que en un Hyundai Tucson, un Škoda Karoq y un Renault Kadjar (137, 139 y 137 cm respectivamente). El espacio para las piernas y la altura libre al techo es inferior al de todas las alternativas citadas (tabla comparativa de mediciones del interior). Con el techo solar panorámico, la cota de altura es tres centímetros inferior.
El volumen del maletero es de 580 litros con los asientos posteriores en la posición más retrasada y 720 litros con ellos en la posición más adelantada. Esta posibilidad de mover la fila trasera también está presente en el Karoq —es una opción llamada VarioFlex; el desplazamiento longitudinal también es de 15 cm— y el volumen en este modelo varía entre 479 y 588 litros. En el 3008, el Tucson y el Kadjar la banqueta trasera es fija, no hay posibilidad de tener asientos individuales y el volumen del maletero en ellos es de 520, 488 y 472 litros respectivamente.
Si en vez de rueda de repuesto se pide el paquete de reparación de pinchazos, el piso del maletero se puede colocar a dos alturas distintas. En la superior, que es la posición en que está colocada la bandeja cuando hay rueda de repuesto debajo, queda enrasado con el respaldo de los asientos tarseros cuando estos se abaten. Si se pone en la inferior, se ganan 10 cm de altura. El portón de acceso al maletero tiene accionamiento manual o eléctrico según el nivel de equipamiento. Si es eléctrico, tiene además la función de apertura gestual con el pie.