Citroën Berlingo Talla M (2019) | Impresiones del interior
Aunque en el Berlingo el piso va algo más alto que en un turismo, el acceso al habitáculo es cómodo. La postura al volante es un poco más erguida de lo habitual; las piernas van algo más flexionadas y la banqueta está más elevada. Me ha parecido sencillo sentirse cómodo con los mandos porque el asiento y el volante tienen regulaciones amplias.
Las principales ventajas de la zona para pasajeros con respecto a un turismo o un monovolumen es la cantidad de espacio libre hasta el techo y la buena anchura en la fila trasera a la altura de los hombros, ideal para que viajen tres personas o instalar tres sillitas infantiles (todas las plazas tienen anclajes isofix). Esta última cota (148 cm) es seis centímetros mayor que la de un Citroën C4 Spacetourer y siete más que la de un Peugeot 3008, una diferencia considerable. Mediciones del interior.
En la segunda fila el espacio es suficiente para que una persona de 180 centímetros de altura viaje detrás de otra de estatura similar sin que las piernas le toquen con el respaldo del asiento delantero. En un Ford Tourneo Connect hay nueve centímetros más de espacio para las piernas. Para quien se plantee la compra de un Berlingo Multispace como alternativa a un monovolumen, creo que estas plazas son claramente menos confortables que las de un Citroën C4 Spacetourer porque sujetan menos el cuerpo, las banquetas son cortas, las piernas van más flexionadas y no se puede modificar la inclinación de los respaldos.
Los asientos de la segunda fila no se pueden desplazar longitudinalmente ni tampoco extraerse del coche. Sin embargo, se ha diseñado un sistema ingenioso mediante el cual las banquetas pivotan hacia abajo y los respaldos se abaten sobre ellas para crear un piso casi totalmente plano (imagen). En el caso de optar por las dos plazas adicionales de la tercera fila, estas sí se pueden desplazar longitudinalmente (13 cm) en el caso de la variante de carrocería XL, para dar más o menos espacio al maletero. En ambas carrocerías se pueden extraer del habitáculo mediante un sistema sencillo.
A las plazas de la segunda y tercera fila se accede a través de unas puertas laterales corredizas que dejan un vano generoso. El mecanismo solo puede ser manual, no eléctrico, aunque requiere poco esfuerzo tanto para abrirlas como para cerrarlas. Al final del recorrido, las puertas se quedan fijas para que no se desplacen si el coche está estacionado en una pendiente, por ejemplo.
En el habitáculo hay muchos huecos para depositar objetos, especialmente si el vehículo lleva instalada la opción del Modutop (850 €). En este caso, por debajo del techo solar, en el centro del vehículo, hay una balda larga que se prolonga por encima de la primera y segunda fila de asientos. En la parte superior de la zona de carga, también pegado al techo, hay un baúl al que se puede acceder mediante dos trampillas desde la segunda fila o, desde el maletero, pivotando el conjunto hacia abajo.
En la consola central, por delante de la palanca de cambios, se puede instalar una superficie para la recarga inalámbrica de teléfonos móviles (imagen). Entre los asientos delanteros se puede instalar, de forma opcional en todos los niveles de equipamiento, una pieza que prolonga la consola central y que tiene varios huecos portaobjetos que se cierran mediante unas cortinillas de plástico (imagen). Las ventanillas de la segunda fila de asientos pueden tener cortinillas (esta opción va asociada a un espejo retrovisor para la vigilancia de niños) por 200 euros.
El maletero es aprovechable porque tiene formas regulares. Está bien acabado, tiene un punto de iluminación en el lado izquierdo y, en función de la versión, también una toma de corriente de 12 V. La bandeja cubreequipajes se puede colocar a dos alturas (imagen) y hay unos ganchos en el piso para sujetar la carga. La rueda de repuesto va debajo del maletero; a ella no se accede por el interior, sino desde la parte inferior del vehículo.
Al maletero se puede acceder mediante el portón y, opcionalmente, también solo a través de la luneta. Para abrir el portón es necesario que haya un buen espacio libre por detrás del vehículo; por eso la luneta practicable resulta muy práctica si solo se han de introducir o sacar objetos pequeños.
Salvo por el puesto de conducción, el habitáculo es prácticamente idéntico al del Peugeot Rifter, que hemos conducido poco antes que el Berlingo. Sus impresiones del interior se pueden leer aquí.