Chrysler Crossfire Coupé (2004) | Impresiones de conducción

07/11/2003 |Enrique Calle

El puesto de conducción es muy bueno. Sería aún mejor si el volante tuviera regulación de altura y más visibilidad hacia atrás. También se ve poco en tres cuartos traseros, por lo gruesos montantes que tiene.

El conductor y el acompañante van con las piernas muy estiradas y el cuerpo va cerca del suelo.

El techo queda lo suficientemente alto para que —salvo las personas más altas— rocen con la cabeza en el techo (si el asiento va lo más bajo posible). Los asientos tienen el resposacabezas y el respaldo integrados y sujetan muy bien el cuerpo. Se puede entrar y salir con relativa facilidad porque los apoyos laterales del respaldo no son muy grandes.

La más destacable de sus cualidades dinámicas son las relacionadas con el motor. Es el mismo que tienen los Mercedes SLK y el E320, aunque da un resultado muy distinto al de este último.


Nos ha sorprendido la extraordinaria fuerza que da. A partir de unas 3.500 rpm y hasta más de 6.000 rpm, tiene una fuerza muy rara de encontrar en un motor atmosférico. Casi parece un motor sobrealimentado.

Este fuerte empuje está acompañado de un sonido de escape (se aprecia cómo el sonido llega desde atrás), muy fuerte, bonito y mucho más rabioso de lo que se puede esperar de un motor que no es de giro rápido o de mucha potencia específica (como puede ser un Honda S2000 o un Civic Type R).

Tiene ciertas cualidades deportivas, pero también es un coche indicado para quien quiera un cupé cómodo en un uso normal.

Las suspensiones son firmes, pero no agitan violentamente el cuerpo de sus ocupantes al pasar por las irregularidades. En ocasiones, como al frenar fuerte o al abordar curvas cerradas a un ritmo elevado, se puede notar un apreciable cabeceo y un cierto balanceo. En carreteras lentas me parece un coche rápido, por la capacidad que tiene para entrar en las curvas (los neumáticos Michelín Pilot Sport que montaban las unidades de pruebas le dan un agarre lateral muy alto) y por la sensación de confianza que transmite.

Durante los kilómetros de autovía que conduje el coche, me pareció que hay que estar atento para dirigirlo por la trazada elegida, si se rueda a un ritmo rápido y hay irregularidades en el asfalto.